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Euskadi es la región con menos población en riesgo de pobreza

Veinte de cada 100 hogares no pueden hacer frente a gastos imprevistos, la mitad que en el Estado
El riesgo de pobreza y exclusión social afecta en especial a los menores de 16 años.
El riesgo de pobreza y exclusión social afecta en especial a los menores de 16 años. / EP

La inflación galopante y una cesta de la compra por las nubes también golpea a los ciudadanos vascos, que sufren en sus bolsillos el embate de los altos precios a final de mes. Sin embargo, la encuesta del INE, que revela el porcentaje de población en riesgo de pobreza o exclusión social (la denominada tasa AROPE), sitúa esta en 15,5%, la menor de todas las comunidades autónomas y muy por debajo de la media estatal que se eleva hasta el 26,5%. Hay que señalar que esta tasa mide la pobreza no solo según los ingresos, sino que también incluye la privación material severa y la poca actividad de empleo.

Además, se da la circunstancia de que la mitad sur de la península, incluida Canarias, Ceuta y Melilla, duplica las tasa de personas con escasos recursos económicos de la CAV y Nafarroa.

No obstante, ahorrar es cada vez más complicado y también hay familias vascas que atraviesan serias dificultades económicas. Así, seis de cada cien hogares tuvieron en 2023 muchos problemas para llegar a fin de mes, el 20,6% no podía hacer frente a gastos imprevistos y el 12,2% se encontraba en riesgo de pobreza.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Euskadi los parámetros que miden la calidad de vida han tenido una evolución dispar, ya que algunos mejoran pero otros han experimentado la tendencia contraria.

En el caso concreto del riesgo de pobreza, en Euskadi afecta a un 10% de la población. Una cifra que también mejora con respecto a 2022 cuando era del 12,2% y es, de nuevo, la menor de todo el Estado, donde el riesgo de pobreza es casi el doble, en concreto, del 20,2%.

Sin embargo varios indicadores de las condiciones de vida han empeorado en la CAV en el último año. Así, en la actualidad hay un 6,3 % de hogares que tienen muchas dificultades para llegar a fin de mes, frente al 3,9% que sumaban el año anterior.

Al analizar los factores que determinan la “carencia material y social severa”, se destaca que también ha aumentado el número de familias que no puede hacer frente a gastos imprevistos, ya que ha pasado del 18,7% al 20,6%, y las que incurren en retrasos en pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos que ahora son el 10,4% mientras un año antes eran tres puntos menos.

El INE considera que los hogares tienen capacidad para hacer frente a gastos imprevistos cuando disponen de recursos propios, es decir, que no se ven obligados a recurrir a préstamos o compras a plazos para pagar gastos habituales que antes se liquidaban al contado.

Además, casi una de cada cinco familias vascas (19,4 %) no puede permitirse irse de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. En el año 2022 el porcentaje de hogares en esta situación era algo inferior, en concreto el 18,7%.

En cualquier caso las condiciones de vida son Euskadi mejores que en el conjunto del Estado, donde al 33% no le llega para irse vacaciones, el 37% admite que no puede afrontar gastos imprevistos, el 13,6% incurre en retrasos de pagos y el 9,3% declara que sufre mucho para poder llegar a fin de mes.

Ayudas

Con este escenario, la Asociación de Personas Consumidoras y Usuarias Vasca (EKA/ACUV) ha reclamado a la administración más y mejores medidas para promover la electrificación y la eficiencia energética como respuesta a la pobreza energética. En un comunicado, la asociación señala además la importancia de permitir la participación de las personas consumidoras en la transición energética a través del autoconsumo colectivo para democratizar el sector.

Tras reivindicar el derecho a un suministro energético asequible y no contaminante para todas las personas, la entidad asegura que el Bono Social es, a día de hoy, la “única herramienta de protección para los colectivos más vulnerables, pero es insuficiente”. Así advierte que se trata de una medida asistencialista que pone “un parche al problema, pero no transforma ni resuelve la situación”.

En Corto

  • La mitad sur del Estado español, incluidas Canarias, Ceuta y Melilla, duplica las tasa de riesgo de pobreza de País Vasco o Navarra. Y es que la primera comunidad con 15,5% y la segunda con 17,2% presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas, seguidas de Madrid (19,4%), Aragón (20,4%), Baleares (20,6%) y Cataluña (21,2%)
  • En el conjunto del Estado, el INE señala que dos de los tres componentes de esa tasa mejoraron: el riesgo de pobreza relativa, es decir, el indicador de cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población, que bajó del 20,4% al 20,2%; y el porcentaje de población con poca actividad de empleo. 
  • Euskadi también se sitúa por encima del ingreso medio por persona que en la península alcanzó los 14.082 euros. De acuerdo con esta estadística, el umbral de riesgo de pobreza en los hogares de una persona se situó en 2023 en los 10.990 euros y en los hogares de dos adultos y dos niños, en los 23.078 con mayor riesgo en Andalucía, Canarias y Extremadura.
2024-02-27T18:03:05+01:00
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