Las cuencas internas de Euskadi tienen en estos momentos la mayor reserva hídrica de todo el Estado, que vive una de las sequías más severas desde que existen registros. Las doce unidades territoriales en las que se divide el mapa hidrológico vasco se encuentran en verde menos Butroe, en amarillo. Busturialdea se encuentra en estado de “sequía moderado” por lo que el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia ha pedido a los 16 ayuntamientos que componen la comarca –que en verano multiplica su población– que comiencen a limitar el uso del agua a actividades esenciales.
“ El embalse de Ullibarri-Gamboa, que abastece de agua potable a casi la mitad de la población vasca, está al 67,9% de su capacidad ”
Sin embargo, esta medida de ahorro no obedece a una escasez de agua preocupante sino al histórico problema de suministro que arrastra este área. Además la situación hídrica es mejor que la que hubo en agosto del año pasado así que, por el momento, el Consorcio no recurrirá al barco cisterna de 2.000 metros cúbicos de capacidad con base en Bermeo para abastecer Busturialdea.
Por lo demás, Euskadi es literalmente un oasis en mitad de un Estado agonizante y en pleno proceso de desertificación. Las considerables precipitaciones registradas la semana pasada en la vertiente atlántica no han logrado frenar el declive de la reserva hidráulica, que se ha reducido en 584 hectómetros cúbicos, es decir, el 1%, hasta situarse en el 41,1%, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO), que precisa que en la actualidad guardan 23.053 hectómetros cúbicos.
Estas las precipitaciones fueron copiosas en la vertiente Atlántica pero escasas en la Mediterránea. La máxima se ha acumuló precisamente en Donostia, con 42,7 litros por metro cuadrado. Por ámbitos, la reserva se encuentra al 84,9% en Cantábrico Oriental; al 86,3% en Cantábrico Occidental; al 66,6%, Miño-Sil; al 66,5%, Galicia-costa; al 71,4 %, las cuencas internas de Euskadi; al 52%, el Duero; al 50,9%, el Tajo; al 64,2 %, Tinto, Odiel y Piedras y Júcar está al 51,6%.
Sequía en Galicia
El panorama es aún más desolador en el sur y en el este de la península. Según el MITECO, están por debajo de la mitad de su capacidad total las cuencas del Guadiana, que se encuentra al 26,3%; Guadalete-Barbate al 18,7%; Guadalquivir, al 20,8%; la cuenca Mediterránea Andaluza al 28,9%; Segura, al 29,9 %; Ebro, al 45 % y las cuencas internas de Catalunya, al 27%. Las cifras reflejan que en estos momentos los embalses guardan un 5,74% más agua que en las mismas fechas del año pasado pero un 27,69% menos que la media de agua embalsada en los últimos diez años.
Las restricciones de agua están a la orden del día en multitud de zonas de la geografía estatal. Menos común es que zonas de Galicia hayan entrado oficialmente en sequía. Esta semana, la Xunta ha declarado la situación de “sequía prolongada” en las cuencas de las rías de La Coruña y de Betanzos, así como en los sistemas de abastecimiento de las comarcas de Ferrolterra (La Coruña) y La Marina (Lugo), con el objetivo de anticiparse a la reducción de los caudales y ante la falta de lluvias en estas zonas. La decisión se ha adoptado tras evaluar la situación hidrológica y meteorológica de las distintas cuencas de Galicia-Costa. Así, se constató que las precipitaciones del mes de julio sufrieron una anomalía media de un 43% inferior a los valores normales. Esta situación implica mantener la restricción de riesgos, la limitación del llenado de piscinas y la reutilización del agua siempre que sea posible.
Los embalses vascos aguantan
La situación es diferente en Euskadi. El embalse de Ullibarri-Gamboa, que abastece de agua potable a casi la mitad de la población vasca, está al 67,9% de su capacidad, tras perder 2 hm3 de agua en la última semana, lo que deja sus reservas 9,2 hm3 por debajo de las que tenía hace doce meses, según la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Este embalse alavés que recoge las aguas de la cuenca del río Zadorra es el de mayor capacidad de Euskadi, con 146,5 hm3, mantiene sus reservas actuales en 99,5 hm3.
Por su parte, el nivel del embalse del Añarbe (84,3%), que abastece a una decena de municipios de Donostialdea, se encuentra casi 5 puntos por encima de la media en estas fechas de los últimos cinco años (79,7%).
Además, el verano está siendo “normal” en cuanto a precipitaciones en la presa guipuzcoana, donde se han registrado 350 l/m2, “prácticamente lo mismo que la media trimestral.
Fuentes de Aguas del Añarbe han explicado que la situación es “de total normalidad”, tanto desde el punto de vista del registro de precipitaciones, como de la situación del embalse.
Desde la sociedad pública han señalado que, sumando los datos de los tres meses, se puede observar que el verano, a falta de tres semanas para que finalice agosto, está siendo “normal” en cuanto a precipitaciones en Añarbe.
PLAN VASCO DE SEQUÍAS
En julio del año pasado, el Gobierno Vasco aprobó el primer Plan Especial de Sequías, que permitirá adoptar medidas extraordinarias cuando se dé escasez de agua. En cualquier caso, el Ejecutivo aclaró que el abastecimiento de agua a más del 90% de la población de Euskadi está “garantizado a medio plazo” pese a la sequía de las últimas semanas e incluso en un escenario de “lluvias limitadas”.
MEDIDAS PREVISTAS
- Activación de tomas de agua de emergencia, como camiones o barcos cisterna.
- Limitación del agua para usos no esenciales, como riego de jardines, baldeo de calles y llenado de piscinas.
- Reducción de la presión nocturna en redes urbana.
- Cortes de agua temporales durante la noche.