Euskadi lidera la tasa de absentismo en todos los sectores menos en la construcción

Euskadi vuelve a ser líder en absentismo laboral en el Estado pese a la reducción experimentada el último año. Según el último informe trimestral de Adecco, relativo a los meses de abril, mayo y junio, la tasa se ha situado en el 7,6%, casi un punto por debajo de la registrada en el mismo periodo de 2023, aunque continúa a la cabeza y por encima de la media estatal (6,9%). Acompañan a Euskadi en lo más alto de la lista La Rioja, con un 7,5% de absentismo, y Canarias, con un 7,3%. La CAV lidera el absentismo en todos los sectores menos en la construcción, que tiene la segunda tasa más elevada.

Servicios es el que registra los índices más elevados, con una tasa del 7,7%, aunque hay que destacar que también ha tenido la caída más pronunciada, del 1,1% respecto al año pasado. En industria también se ha reducido la abstención, en esta ocasión un 0,5% y se queda en una tasa del 7,5%. La más baja se da en construcción, un 5,9%, superada en esta ocasión por la de La Rioja (6,6%). Según revela el análisis, el absentismo por incapacidad temporal es el más importante, aunque su tasa también ha bajado un 0,6% en el último año y se ha quedado en el 5,9%.

La radiografía del conjunto del Estado muestra, en cambio, que el absentismo ha crecido un 0,2% respecto a las cifras del año pasado y se coloca en el 6,9%, más cerca de las cifras de Euskadi que hace un año. El de incapacidades temporales, también el más importante, ha sido del 5,5%, con un ligero aumento del 0,3%. Teniendo en cuenta estos datos, las horas no trabajadas por la ausencia de trabajadores equivalen a que más de 1,2 millones de asalariados en el Estado no hubieran trabajado durante los meses de abril y junio.

Por sectores de producción, la industria encabezó el absentismo en el Estado, con el 7,5% (-0,5 puntos interanuales), seguido de los servicios, con el 7,7% (-1,1 puntos) y de la construcción, con el 5,9% (+0,1 puntos). Este nuevo informe de Adecco se ha dado a conocer en pleno debate sobre las bajas flexibles que planteó la semana pasada la ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, una propuesta que llega en un contexto de creciente preocupación por el gasto público en bajas médicas y que plantea la posibilidad de que un empleado que está de baja por incapacidad pueda reincorporarse a su puesto de manera gradual.

En su anuncio, la ministra puso como ejemplo los tratamientos de cáncer o los supuestos de pluriactividad, cuando una persona no puede realizar una actividad física por sufrir una patología, pero sí otro tipo de actividad: “Determinadas patologías donde una reincorporación paulatina pueda beneficiar la recuperación”, señaló. Se trata de casos en los que las personas que se encuentren de baja puedan incorporarse de nuevo a su puesto de forma más flexible “siempre desde la decisión personal y la voluntariedad en cada caso”. Según Saiz, puede haber supuestos en los que el médico recomiende al paciente una reincorporación progresiva que sería más beneficiosa.

Siniestralidad

El análisis de Adecco también estudia la siniestralidad, que en Euskadi registró en el segundo trimestre una incidencia en jornada de trabajo de 256 accidentados por cada 100.000 trabajadores (+1% interanual) y de 32 in itinere, el séptimo registro más elevado del conjunto de comunidades autónomas (+12% interanual).

En el Estado, la incidencia se sitúa en 216 accidentados por cada 100.000 trabajadores en jornada de trabajo (-1% interanual) y en 35 in itinere (+3% interanual). Al observar el número de accidentes, se ve que estos han aumentado en jornada de trabajo hasta los 138.694 (+1% interanual), así como in itinere, donde llegan a 22.295 (+5% interanual).

Las comunidades autónomas más afectadas son Baleares, con una incidencia de 316 accidentes, y Castilla-La Mancha, con 271. Por contra, los niveles más bajos se localizan en la Comunidad de Madrid, con 164 y Galicia con 199. Si se evalúa la incidencia de accidentes in itinere, las Comunidades más afectadas son Baleares, con 56; seguida de Catalunya, con 41; mientras los niveles más bajos son para Extremadura, con 32, y Castilla-La Mancha con 21. l