La selectividad está a la vuelta de la esquina, que en Euskadi se celebrará los días 8, 9 y 10 de junio. Estos días los estudiantes que ya han aprobado Bachillerato en convocatoria ordinaria ponen a prueba su temple y apuran las clases de repaso en sus institutos. Mantener a raya los nervios no está de más para no pinchar a última hora en el examen que da acceso a la carrera deseada. No en vano, entrar en ciertas titulaciones se decide en milésimas. Pero el ogro no es tan fiero como lo pintan. De hecho, Euskadi fue la comunidad que mejor rindió en la evaluación de acceso a la universidad (EAU) del año pasado: el 97,6% del alumnado aprobó y la nota media fue de 7,2. La suavización de las reglas de la selectividad aprobadas en 2020 para no perjudicar a los bachilleres que sufrieron el confinamiento ha tenido un efecto claro ya que los resultados no han hecho más que mejorar.
Por tercer año consecutivo se celebrará un tipo de examen más flexible. La Orden ministerial que regula la EAU contempla "una única propuesta de examen con varias preguntas", pero los alumnos podrán elegir, dentro de un número determinado previamente por el órgano competente, qué preguntas contestar. De este modo, el número de preguntas se fijará de forma que "permita a todo el alumnado alcanzar la máxima puntuación en la prueba, con independencia de las circunstancias en las que este pudiera haber tenido acceso a la enseñanza y el aprendizaje en caso de que se hubiera producido una suspensión de la actividad lectiva presencial", recoge la Orden ministerial.
Con respecto al tipo de preguntas que contendrán los exámenes, se establece que cada una de las pruebas constará de "preguntas abiertas y semiabiertas que requerirán del alumnado capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez". Pero además de estos tipos de cuestiones, se podrán utilizar también "preguntas de opción múltiple", es decir, de tipo test, "siempre que en cada una de las pruebas la puntuación asignada al total de preguntas abiertas y semiabiertas alcance como mínimo el 50%". Como viene siendo habitual, la calificación final de calculará ponderando el 40% de la nota de la EAU y un 60% la puntuación de la etapa de Bachillerato. Este curso también se mantiene esta selectividad simplificada porque, según la Orden, aunque la "vacunación y el mejor conocimiento de la dinámica de la transmisión del virus han tenido un impacto positivo en la reducción de la morbimortalidad y en el control de la pandemia", la actividad en los institutos no ha recuperado del todo la normalidad.
SOBRESALIENTES POR DEBAJO DE LA MEDIA
Según los datos aportados por el Ministerio de Educación, la nota media obtenida por los estudiantes vascos en Bachillerato fue de 7,7, la misma que La Rioja, Castilla y León, Cantabria y Valencia. Esto sitúa a Euskadi en la parte alta de la tabla de las comunidades autónomas aunque cae varios puestos en cuanto a sobresalientes obtenidos en la EAU. De hecho, la CAV está por debajo de la media del Estado. El porcentaje de sobresalientes en la EAU se sitúa en el 6,5%, en un rango que oscila entre el 1,9% de las Illes Balears y el 12,9% de la Región de Murcia y el Principado de Asturias. En este ranking Euskadi tiene un 6,3% de sobresalientes, por detrás de nueve comunidades y por encima de Madrid (5,5%), Nafarroa (5,3%) y Catalunya (3,8%).
El rendimiento en selectividad tiene importancia porque, pese a que cada comunidad se encarga de organizar la EAU, todos los estudiantes compiten en un distrito único. Es decir, la nota vale para entrar en cualquier universidad pública del Estado. Esta realidad está fuertemente contestada por ciertas comunidades que desde hace años abogan, sin lograrlo, una prueba única. A estos exámenes se presentan cada año en más de 200.000 estudiantes. El año pasado, se presentaron 261.358 alumnos, de los cuales aprobaron 246.274, el 94,2%, mientras que en 2020, primer año de pandemia, fueron 266.117 los estudiantes que se presentaron a la EAU, con un 91,9% de aprobados.