El Plan Estratégico de Empleo 2021-2024 del Gobierno vasco destinará 2.071 millones de euros, de los cuales casi 463 se ejecutarán este mismo año, a incentivar la creación de 80.000 empleos, apoyar a 23.000 empresas y recualificar a 48.100 desempleados.
Así lo ha anunciado la vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, tras el Consejo de Gobierno que este martes ha aprobado un plan estratégico que no busca únicamente crear más empleo, sino que este sea de calidad, con menor temporalidad, parcialidad, siniestralidad y brecha salarial.
El plan pretende contribuir al relanzamiento socioeconómico de Euskadi tras la pandemia de covid-19, en la que se espera una "recuperación intensa del empleo", aunque la guerra iniciada por Rusia en Ucrania supone una "nueva amenaza" a estas previsiones.
En términos cuantitativos los retos más destacados del plan son mantener la tasa de paro por debajo del 10 %, crear 80.000 empleos, apoyar a 23.000 empresas, mejorar la cualificación de 43.000 personas, formar a otras 16.000 en capacidades digitales y a 5.000 en el sector de los cuidados, y mejorar la empleabilidad de 52.000.
En cuanto a los objetivos cualitativos el reto es reducir la temporalidad del 29,4 % que indicaba en 2020 la Encuesta de Población en Relación con la Actividad (PRA) hasta el 20 % en el mercado laboral en general y hasta el 30 % en el sector público (en 2020 el porcentaje era del 38,2 %.
Asimismo se aspira a situar la jornada parcial no deseada por debajo del 10 % (frente al 16,1 % de 2020), disminuir un 10 % la tasa de siniestralidad laboral y aumentar del 56,8 al 65 % el número de trabajadores protegidos con convenios colectivos.
En cuanto a la igualdad, los objetivos pasan por reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres del 19,5 % a menos del 10 %, la temporalidad femenina del 33,8 % a menos del 25 % y la tasa de parcialidad de las mujeres trabajadoras del 26,4 al 17 %.
En este mismo ámbito figura el reto de situar el desempleo juvenil en el 15 %, es decir 10 puntos menos que en 2020, y de reducir la tasa de paro de larga duración prácticamente a la mitad, del 4,8 al 2,5 %.
El plan recoge también otros objetivos como la formación de desempleados de cara a las transiciones digital, energética-climática y demográfica; el apoyo a colectivos vulnerables y a la red de centros de orientación, emprendimiento, acompañamiento e innovación en el empleo; el desarrollo de itinerarios personalizados de inserción, y la elaboración de la Ley Vasca de Empleo.
La dotación presupuestaria de 2.071 millones hasta 2024 podría ser incluso mayor ya que se espera incorporar el dinero que pueda llegar de los Fondos de Recuperación y Resiliencia que aún no están cuantificados ni asignados. Estos recursos extraordinarios "supondrán incrementos relevantes", según se apunta en el plan.
El plan enumera 149 acciones agrupadas en 8 ámbitos de actuación y otro "transversal", el de igualdad. El bloque que absorbe más de la mitad de los recursos es el de recuperación, mantenimiento y creación de empleo con 1.252,7 millones; seguido de empleo y formación resiliente e inclusivo con 510,3; y de empleo y formación en las 3 transiciones con 166,1.
El modelo vasco de formación para el empleo se lleva 72,7 millones; Lanbide Hobetzen, la evaluación de las políticas activas de empleo y la ley del sistema vasco de empleo contarán con 50,5 millones, y las iniciativas para la calidad en el empleo con 18,9.