“Estos cuatro años son vitales para decidir si queremos ser pioneros de las grandes transformaciones o si queremos quedarnos atrás”, advirtió ayer miércoles el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi. Según explicó, Euskadi necesita cuadruplicar su producción de energía renovable los próximos ocho años para pasar del 7,3% actual al 32% que plantea la Ley de Cambio Climático. Lo hizo en su turno en el Parlamento Vasco para detallar las principales líneas de actuación de su departamento para esta legislatura, que resumió en tres líneas de trabajo: “Más industria, mejor industria y menos emisiones”.
Jauregi incidió en la necesidad de “una reflexión como país” y un debate sereno sobre energía renovable para evitar una “importación masiva foránea”. “Tenemos un reto muy grande”, insistió. Y van dos datos que ilustran el desafío: el autoabastecimiento energético presenta un porcentaje del 8,7%, muy por debajo del 41,8% de la media europea y del 28,2% de la media estatal, y el 7,3% de la energía que consumimos procede de fuentes renovables, frente al 63,2% del Estado y el 53,2% de Europa.
“Nuestra producción renovable está a la cola de Europa. La única manera de cumplir con la Ley de Cambio Climático, que señala que el 32% del consumo sea renovable en 2032, sería importando masivamente energía renovable foránea. Esto invita a una reflexión como país”, apuntó, por lo que abogó por emprender “un debate sereno y racional para encontrar soluciones equilibradas y ponerlas en marcha de una manera ordenada”.
También habló sobre el impulso a la reindustrialización de Euskadi. “Queremos ser destino atractivo para proyectos internacionales y para ello es imprescindible poner en valor la industria actual haciendo que sea más atractiva”, explicó Jauregi, que enumeró varias iniciativas para ello, como recuperar 1,2 millones de metros cuadrados de parcelas industriales en desuso y de otros 2,5 millones para ampliar los Parques Tecnológicos existentes, así como el desarrollo de los nuevos (Miñano, Zamudio, Zorrotzaurre, Abanto, Ortuella, Donostia, Hernani u Hondarribia), todo ello con una inversión de 123 millones de euros hasta 2026.
Plan para la descarbonización
En materia de lucha contra el cambio climático y de descarbonización de la industria, el consejero anunció un nuevo programa de 260 millones de euros para la eficiencia energética y el autoconsumo: 100 millones serán para impulsar la eficiencia energética industrial y la reducción de emisiones y los otros 160 millones, para promover el autoconsumo industrial y doméstico. “Tenemos que dar un salto cualitativo para tomar ventaja de las oportunidades que generan las grandes transformaciones, en especial la energética y la digital”, defendió. Y, en esta línea, destacó que Euskadi tiene capacidad para “ser punta de lanza” del cambio industrial que se está produciendo en Europa ante una situación económica de incertidumbre a nivel mundial. “Queremos dar un salto cualitativo para que nuestras empresas tomen ventaja de la transformación energética y digital como palanca de competitividad y crecimiento”, añadió.
Fondo soberano
Para desarrollar esta transformación industrial, según explicó el consejero, las políticas de su departamento van a estar alineadas con la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, el nuevo Plan de Desarrollo Industrial 2028 y un fondo vasco soberano, destinado a la generación de nuevos proyectos industriales y al arraigo de empresas tractoras en el país.
A esto último se refirió el día anterior también el consejero de Hacienda y Finanzas, Nöel d’Anjou, cuando abogó por “activar nuevos instrumentos financieros”. “El momento exige canalizar parte de los recursos disponibles para generar nuevos proyectos industriales, apoyar el crecimiento de iniciativas empresariales de futuro y arraigar las empresas líderes en Euskadi”, apuntó. “Para ello, se debe acertar a sumar los recursos públicos con la iniciativa privada y los agentes que demuestran capacidad financiera y de inversión como las fundaciones bancarias, family offices, las EPSV o el sector bancario de Euskadi y, de esta forma, contar con el suficiente músculo y articular una estrategia financiera al estilo de un fondo soberano vasco”, explicó D’Anjou.
En su intervención de ayer, y a preguntas de los grupos parlamentarios, el consejero de Industria Transición Energética y Sostenibilidad precisó que, cuando se habla de fondo de estilo soberano, “el Gobierno no solo quiere arraigar a empresas tractoras, sino crear y expandir proyectos industriales nuevos”. Y dejó claro, una vez más, que el modelo del Gobierno vasco es el de la colaboración público-privada porque “hacen falta las dos cosas”.