El Gobierno vasco cree que Euskadi se juega la recuperación económica tras lo peor de la pandemia, y que esta partida se va a jugar en buena medida en el exterior. Y, en este tablero, casi todas las fichas las va a colocar en el casillero de Europa, el centro de la estrategia vasca hasta 2025. Y no por azar o de manera caprichosa, sino porque más del 60% de los intercambios comerciales se realizan con el continente, así como el 70% de las relaciones institucionales. La secretaria de Acción Exterior del Gobierno de Iñigo Urkullu, Marian Elorza, ha ofrecido este lunes esos datos y ha apostado por refozar la presencia vasca por dos vías: una mayor participación de la comunidad autónoma en los órganos de la Unión Europea en ámbitos de competencia autonómica, y la apertura de tres delegaciones más en el continente dando continuidad al paso dado en diciembre con París.
Por un lado, quiere negociar con el Gobierno español "cómo ensanchar la participación" de la comunidad autónoma en todos los ámbitos de su competencia en la Unión Europea. En este punto, Elorza pidió una negociación al Estado, y lamentó que no se haya reunido una sola vez en diez años el órgano de coordinación con el Gobierno español, la Comisión Bilateral para la Acción Exterior y los Asuntos Europeos.
Ya es conocida la aspiración vasca de participar con un asiento propio en los consejos europeos que reúnen a los ministros del área de Hacienda (el Ecofin, donde Euskadi solo participa en los grupos de trabajo y no en el pleno a pesar de tener sus propias haciendas por la singularidad foral), o de Justicia y Asuntos de Interior, el Jai. En este último caso, el Gobierno de Sánchez únicamente se ha comprometido a informar previa y posteriormente a las autoridades vascas de los temas que se abordan, y Euskadi no cerró la puerta a pedir su participación en los grupos de trabajo como sucede con el Ecofin si la experiencia no resulta satisfactoria. Este es un acuerdo alcanzado en la presente legislatura, entre el consejero Erkoreka y el ministro Marlaska.
LAS NUEVAS DELEGACIONES
Por otro lado, en su comparecencia en comisión parlamentaria para explicar la Estrategia Euskadi Basque Country 2025 y el Plan de Acción Exterior, Elorza reiteró que, además de la delegación en París confirmada en diciembre (y las que ya existían en Bruselas y Madrid), se abrirán otras tres en los países europeos prioritarios. No concretó cuáles, pero todo parece apuntar a Reino Unido (tras su salida de la Unión Europea con el Brexit), Alemania e Italia, tres de los seis países clave para el Gobierno vasco en este terreno junto a Suecia, Dinamarca y Finlandia.
EL AVAL DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL
A la hora de desgranar esta apuesta por tener presencia y por reforzar la marca Basque Country para promocionar a las empresas vascas en el exterior, Elorza solo tuvo enfrente a la ultraderecha de Vox y a PP+C's, que apostaron por promocionarse bajo el paraguas de España o en coordinación con ella. Los aliados del PNV en el Gobierno de Urkullu, los socialistas vascos, no vieron ninguna veleidad nacionalista y coincidieron con Elorza en que "el País Vasco es un país con fuerte presencia y capacidad para llevar sus productos y su cultura" al exterior, y "gracias a eso existe este nivel de vida y de bienestar". "Hay que seguir buscando mercados y alternativas", zanjó Txarli Prieto.
La propia Elorza desactivó también a PP y Vox al esgrimir una sentencia del Tribunal Constitucional de 1994 sobre la acción exterior que concluye que "la comunidad autónoma vasca tiene capacidad en todos aquellos ámbitos de su competencia". Tampoco habría ni un solo atisbo de desafío al Gobierno español en el sentido de que este principio "fue reconfirmado por escrito" en la elaboración de la Ley de Acción Exterior del Estado, porque se admite la "autonomía" vasca. "No hay manera de hacer política de promoción económica sin mirar al mundo", recalcó Elorza.
En esta comparecencia sí sobrevoló la situación de incertidumbre por la guerra de Rusia contra Ucrania, un escenario al que el Gobierno vasco permanece atento por si hubiera que actualizar el plan, pero sin que ello signifique cruzarse de brazos y no seguir adelante. La estrategia, que ya fue aprobada en Consejo de Gobierno y estará dotada de 609 millones de euros hasta 2025, pretende favorecer las transiciones verde, sociosanitaria y digital, de ahí que también se haya dado el paso de abrir una oficina económica de Basque Trade & Investment en Japón y esté previsto abrir otra en Corea del Sur.
MARCA 'BASQUE COUNTRY': ELABORAR UN ESTUDIO
Teniendo en cuenta el perfil industrial de Euskadi, muy diferente del español, Elorza aboga por "reforzar la marca país, diferenciada e inclusiva", a través de un estudio que suponga un salto cualitativo con respecto a la estrategia que arrancó en 2013. Se van a analizar estrategias de marcas país de prestigio e identificar estrategias de marketing. Además, se va a apostar por una acción exterior que beba de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, la agenda europea y los fondos Next Generation, y el programa del Ejecutivo vasco sobre internacionalización.
En el centro estará Europa. "Europa es la piedra de toque de nuestra acción exterior y queremos participar de manera proactiva, liderar las iniciativas que busquen un nuevo encaje de los territorios con competencias legislativas como sucede con Rleg, y negociar con el Gobierno español cómo ensanchar la participación en todos los ámbitos de nuestra competencia", además de maximizar los actuales. Añadió que este año se darán pasos para una Ley de Colectividades Vascas y que la red Han Hemen Global Network para conectar a la diáspora ha alumbrado ya experiencias en Madrid y Barcelona.
PARTICIPACIÓN DEL PARLAMENTO
La oposición criticó que se haya presentado este documento como el resultado de un proceso participativo (con 80 agentes), sin contar con el Parlamento. Elorza aclaró que el Parlamento tiene sus propios cauces para realizar aportaciones y que ha querido distinguirlo de esos agentes. Elkarrekin Podemos-IU y EH Bildu realizaron algunas aportaciones sobre los objetivos de esta acción y, en el caso de la coalición abertzale, pregunto cómo se garantizará la coherencia, pero con una coincidencia de fondo sobre la necesidad de que Euskadi tenga voz.