Euskadi pide un “cambio de chip urgente” para incorporar la igualdad a la ciencia

El lehendakari, Iñigo Urkullu, cree necesario “un cambio de paradigma” para que la igualdad se incorpore de forma sistemática en la ciencia y la tecnología, e invita a la ciudadanía a sumarse al Pacto de País por la Igualdad-Berdinaldia. Urkullu inauguró ayer en Donostia el Congreso Internacional Igualdad, Ciencia y tecnología, por un cambio de paradigma, organizado por el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales a través de Emakunde. Un evento para reclamar un cambio de chip urgente, a cuya inauguración acudieron la consejera de Igualdad, Nerea Melgosa, o la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, y que reúne a expertas de talla mundial de cara a abordar “la brecha de género existente y las transformaciones necesarias para incorporar de forma sistémica la igualdad de mujeres y hombres en el ámbito de la ciencia y la tecnología”.

En esa línea, el lehendakari indicó que este encuentro internacional “viene a recordar que la brecha de género en la ciencia y la tecnología no se limita únicamente a la menor presencia y visibilidad de las mujeres, sino también a la concepción todavía androcéntrica del mismo”.

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, por su parte, destacó que durante el Congreso se analizará “cómo dotar de herramientas concretas para incorporar la perspectiva de género en la práctica diaria de los actores de la ciencia y la tecnología”.

Machismo imperante

Asimismo, señaló que “se fomentará el reconocimiento del papel de las mujeres en la ciencia y tecnología y su vocación científica y se abordará la influencia que el modelo de masculinidad imperante tiene en el actual sistema científico-tecnológico, pero, sobre todo, se realizarán propuestas de futuro que busquen el compromiso de todos los agentes”.

La ponencia inaugural del Congreso corrió a cargo de Mª Ángeles Sallé, doctora en Ciencias Sociales y especialista en políticas públicas de desarrollo socioeconómico, Igualdad y sociedad digital.

Sallé señaló que “urge cambiar el chip porque representa un riesgo civilizatorio una tecnología que se desarrolle al margen de las humanidades y sin el protagonismo de quienes más conocen de la salud, de la educación, del cuidado, del medio ambiente, es decir, de la vida, que son las mujeres. El humanismo tecnológico solo puede construirse con grandes dosis de feminismo”.

En este sentido, puso de manifiesto que “el cambio ha de ser bidireccional: los sujetos del cambio no pueden ser exclusivamente las mujeres (sus actitudes, aptitudes, creencias y autoconfianza), sino el sistema en su conjunto (sus estructuras, tiempos, lenguajes, toma de decisiones, sesgos visibles e invisibles) para hacerlo más híbrido e inclusivo”.

Por su parte, la catedrática Londa Schiebinger, de la Universidad de Stanford, habló acerca de las innovaciones con perspectiva de género para mejorar la excelencia en ciencia y tecnología. Según apuntó esta especialista, “si se utiliza dinero público, la investigación debería beneficiar a toda la sociedad. Las innovaciones con perspectiva de género estimulan la ciencia y la tecnología con responsabilidad de género, mejorando así la calidad de vida de todas las personas en todo el mundo”.

La primera jornada del Congreso también contó con dos mesas redondas con expertas de la talla de Anne Pépin, representante de la Comisión Europea, Silvia Rueda, directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Ciencia e Innovación y con Cristina Uriarte, comisionada para la Ciencia, Tecnología e Innovación del Gobierno vasco.