Se reforzará la vigilancia de una pandemia que acumula 4.730 muertes
La ciudadanía vasca reconquistó primero las calles; después y poco a poco ha ido recuperando la presencialidad en sus puestos de trabajo y centros de estudio, y desde mañana mismo podrá volver a vivir del modo más parecido a como lo hacía allá por marzo de 2020. Era el momento de hacerlo. Así lo aconsejaban los datos y la evolución durante estas últimas semanas de los indicadores que han marcado la vida de niños, adultos y mayores a lo largo de este año y medio.
La presión hospitalaria ha bajado de forma progresiva –y sigue haciéndolo– en paralelo a la campaña de vacunación. El poder de contagio del patógeno también se ha ido debilitando gracias a esa estrategia para inmunizar al mayor número de personas. El único factor que en términos generales se ha mantenido estable –incluso ha crecido puntualmente– en todo este tiempo ha sido la responsabilidad ciudadana. Y eso, también cuenta.
La consecuencia de todo ello es que Euskadi deja atrás un escenario de emergencia sanitaria que en sus etapas más duras ha obligado a cerrar colegios, comercios y locales de todo tipo, suspender actividades culturales y deportivas,... Y lo hace sin bajar la guardia porque la experiencia es un grado en esta batalla inacabada contra el SARS-CoV-2. Cierto es que ya no se hablará de pandemia porque el impacto de la covid-19 ha dejado de ser crítico, pero el poder destructivo y mortal del patógeno y sus variantes sigue ahí.
El tratamiento de la situación, "en este momento y en nuestra situación", puede abordarse como cualquier otra enfermedad ya que el número de contagios parece estar bajo control. ¿Podría haber brotes ocasionales? Por supuesto, como ocurre cada año con la gripe o más puntualmente con otro tipo de infecciones. Por eso el lehendakari apeló por enésima vez a seguir haciendo valer la misma responsabilidad individual y colectiva que ha conseguido reprimir la incidencia del patógeno: 66 días en descenso.
"Sigue siendo necesario mantener una actitud de prevención porque puede ser necesario volver a adoptar medidas preventivas", advertía el lehendakari. No escondía su temor –compartido por buena parte de la sociedad– a un virus que ha matado personas y ha cerrado empresas. De hecho, esta nueva etapa en la que desemboca Euskadi tras año y medio de vaivenes estará marcada por la vigilancia sanitaria. Sin descuidar otros indicadores (ocupación de las UCI, incidencia, vacunación,...) se pondrá especial atención en la detección, seguimiento y aislamiento de casos y contactos.
Y además, la irrupción en este nuevo escenario se hará respetando las normas básicas inculcadas por esta pandemia: mascarilla obligatoria en interiores y al aire libre cuando no sea posible mantener la distancia social de seguridad, y la higiene de manos. Es decir, que con el adiós a los horarios de cierre y a los aforos limitativos, desde mañana regresan los empujones en las barras de los bares y ya hay permiso para aposentarse en un mesa sin tener que calcular antes el número de amigos ya sentados. Y las lonjas juveniles –cerradas a cal y canto desde julio de 2020–, los txokos y las sociedades gastronómicas, también abren sus puertas a sus socios.
Eso sí, salvo en el momento de comer o beber, la mascarilla seguirá siendo complemento obligado en interiores, insistían ayer las voces expertas. Es lo más conveniente, ilustraban, para mantener bajo control la circulación de un virus que durante año y medio ha puesto en jaque a los sistemas sanitarios y a las economías de todo el planeta. De hecho, sigue haciéndolo en aquellos países donde las vacunas apenas han llegado, como acertó a decir el lehendakari durante su intervención ante la comunidad de especialistas que a lo largo de estos 16 meses han recuperado para la vida a toda una comunidad.
"Esta indudable mejoría de la situación no disipa por completo las incertidumbres y amenazas latentes que se concentran en la imprevisibilidad del virus debido a su elevada capacidad de mutación, el déficit de vacunación en amplias áreas del planeta y la incertidumbre sobre la persistencia de la inmunidad", describió Urkullu. Porque Euskadi no es ajena a lo que ocurre en cualquier punto del planeta, tal y como ha evidenciado esta pandemia que ha saltado a su antojo; al menos hasta la aparición de las vacunas.
Es por ello que el lehendakari volvió a animar a esas personas que todavía no han recibido pinchazo alguno a que confíen en la ciencia. El ejemplo de Euskadi –con el 90% de la población mayor de 12 años inmunizada– está ahí para confirmarlo. Y no hay muchos países, regiones o comunidades que puedan presentar unos datos de esa trascendencia. De hecho, en palabras del lehendakari, la respuesta vasca a la pandemia ha estado al nivel de los países más avanzados del mundo, en virtud a los porcentajes de pautas completas administradas.
Pero es que además, desde una mirada más cercana, también se ha actuado de un modo envidiable. "Sin rehuir la autocrítica ni las lecciones aprendidas" durante todos estos meses –enfatizó Urkullu–, pero es que "en Euskadi se han realizado más pruebas diagnósticas, ha habido menos personas hospitalizadas y el incremento de personas fallecidas en el periodo covid ha sido inferior al de nuestro entorno". Han sido 16 largos meses –con algún breve paréntesis durante el verano del año pasado– en los que la sociedad vasca ha atravesado por distintas fases, algunas más amargas que otras, que desde mañana quedarán disipadas por esa nueva normalidad. "Es el momento del relanzamiento de Euskadi", apostilló el lehendakari.
Otros apuntes
LABI
Reuniones, decretos,.... El LABI, que en los últimos meses ha estado presidido por el lehendakari, volverá a depender del Departamento de Seguridad, mientras que el Departamento de Salud coordinará los trabajos de vigilancia sanitaria. El Consejo Asesor del LABI, integrado por representantes institucionales y que decidía sobre las medidas adoptar en base a las recomendaciones del Comité científico-técnico, ha mantenido desde septiembre del pasado año, un total de 34 reuniones y ha aprobado 20 decretos. Por su parte, la mesa técnica, que ha realizado un seguimiento continuo de la situación epidemiológica y elevaba los informes al Consejo presidido por Iñigo Urkullu, se ha reunido en 66 ocasiones y ha elaborado 31 dictámenes.
5.147
Ayudas y coyunturas. Los recursos extraordinarios invertidos por las instituciones vascas en este tiempo han sido de 5.147 millones de euros. "Nos encontramos por encima de la media de nuestro entorno en el sector turismo, comercio y hostelería; también en protección social", describió el lehendakari al tiempo que destacó que "hemos aplicado menos medidas limitativas que en nuestro entorno en Cultura (abierta desde el 1 de junio); Hostelería (con 34 días de cierre), Comercio (abierto desde que se levantó el confinamiento) o Educación (99% de aulas con educación presencial)".
Estadísticas
Evolución. La pandemia deja 4.730 fallecidos, 4.137 de ellos mayores de 70 años, y más de 3,2 millones de PCR y casi un millón de test de antígenos realizados, con un total de 266.494 casos positivos detectados. Euskadi batió el récord de contagios el 21 de julio de este año, fecha en la que se contabilizaron 1.801 casos positivos, superando, de esta forma, los 1.547 registrados el 5 de noviembre de 2020 y los 1.583 del 20 de julio de 2021. Además, la Tasa de Incidencia Acumulada más elevada se alcanzó el pasado 30 de julio, con 873,16 casos positivos en 14 días por 100.000 habitantes. El último dato era de 62.
Hipótesis
Vigilancia activa. Si la situación lo requiere, puede ser necesario volver a adoptar medidas preventivas. Por eso, las voces expertas del LABI creen "imprescindible" seguir evaluando y analizando la situación día a día. En este sentido, la realización de pruebas diagnósticas, el rastreo de contagios y contactos, el cumplimiento de aislamientos y cuarentenas, así como la vigilancia de nuevas variantes seguirá siendo fundamental. "Aconsejamos mantener y optimizar estos sistemas adaptándolos
a las características de esta nueva etapa", manifestaban.
Público
Comer, beber,.... Los asistentes a eventos sociales, culturales o deportivos que se celebren tanto en recintos interiores como en exteriores, no podrán consumir alimentos ni bebidas, salvo agua, y solo se podrán vender y consumir alimentos y bebidas en los espacios destinados a hostelería y restauración.
Ventilación
Compromiso. Se determina que la ventilación, preferiblemente natural y mantenida, constituya una medida de "compromiso individual para todos los lugares de convivencia y contacto social para toda la ciudadanía, sin perjuicio de su aplicación en todos los establecimientos y locales de uso público".
Transporte
Con y sin mascarilla. Es obligatorio e imprescindible el uso de las mascarillas para mayores de 6 años al utilizar cualquiera de los medios de transporte de viajeros desde el inicio hasta la finalización del viaje, salvo en los supuestos legales de exención. No será exigible el uso de mascarillas en el transporte privado si las personas ocupantes conviven en el mismo domicilio.
"Esta indudable mejoría de la situación no disipa por completo las incertidumbres y amenazas latentes"
"Todo el mundo debería poder vacunarse y quien tiene la oportunidad debería hacerlo"
"La respuesta vasca a la pandemia ha estado al nivel de los países más avanzados del mundo"
Iñigo Urkullu
Lehendakari