donostia – La Asociación del Corredor Vasco del Hidrógeno (BH2C), un proyecto de colaboración público-privada que tiene como objetivo impulsar el hidrógeno como industria energética, advirtió ayer de que "hoy más que nunca" hay que impulsar la descarbonización y la reducción de la dependencia energética "en aras de una seguridad del suministro". Y para lograrlo, según esta asociación, el hidrógeno verde es "un actor de relevancia por dos razones estratégicas": la primera de ellas porque "aporta una solución para la incorporación masiva al sistema eléctrico de las energías renovables (fundamentalmente solar y eólica) que por su naturaleza no son gestionables y necesitan del apoyo del almacenamiento para casar la oferta y la demanda".
Y la segunda, porque ofrece una solución al reto de la descarbonización de sectores con dificultades para eliminar las emisiones de CO₂ a la atmósfera "y que tienen un peso importantes de nuestra industria, como por ejemplo la siderurgia".
La Asociación del Corredor Vasco del Hidrógeno hizo esta valoraciones tras mantener una reunión en Gasteiz con el lehendakari Iñigo Urkullu y la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. La asociación añadió, asimismo, un tercer argumento a favor del impulso de esta fuente de energía en Euskadi: "Su contribución a reducir la dependencia de países productores de combustibles fósiles, como el petróleo y el gas".
El Corredor Vasco del Hidrógeno cuenta con la participación de 78 organizaciones –ocho instituciones, doce centros de conocimiento y asociaciones empresariales y 58 empresas–. Este proyecto se fundamenta en una estrategia integral, que incluye 34 proyectos de toda la cadena de valor y pretende ser una palanca para transformar el tejido productivo y conseguir mantener el peso de la industria en la economía.
El corredor cuenta con proyectos que supondrán una inversión de más de 1.500 millones de euros hasta 2026 y la generación de más de 2.000 puestos de trabajo directos y 6.700 indirectos, según informó en un comunicado difundido ayer. Las inversiones se repartirán en tres grandes ámbitos: producción de hidrógeno verde, con una capacidad instalada de 112 MW; desarrollo tecnológico e industrial en toda la cadena de valor y a la digitalización; y a la investigación de aplicaciones del hidrógeno en movilidad, sector residencial e industria.
la cifra
78
organizaciones conforman el Corredor Vasco del Hidrógeno, de las que 58 son empresas.