Euskadi registra más de la mitad de los 110 casos de sarampión diagnosticados

Actualizado hace 9 minutos

Los casos de sarampión registrados en lo que va de año han alcanzado los 110, más del doble de los reportados en todo 2023. Las infecciones se han detectado principalmente en Euskadi, que concentra más de la mitad, seguido de Andalucía, Castilla-La Mancha y Melilla. Ante la expansión global de la enfermedad, las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de mantener altas tasas de vacunación.

El mayor brote hasta ahora se ha producido en Euskadi, con 57 casos confirmados, seguido de Andalucía (24) y Castilla-La Mancha (9), según datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica. En total, entre enero y febrero se notificaron 186 posibles casos, de los cuales 74 fueron descartados y dos siguen en investigación.

Últimos brotes registrados

En febrero, se han registrado brotes en varias provincias. En Toledo, se han confirmado seis casos, dos de ellos en trabajadores sanitarios. En Málaga, un brote en una guardería de la Costa del Sol ha provocado 10 contagios, mientras que en un instituto de Mijas, dos estudiantes de 13 años sin vacunar han contraído la enfermedad. En Melilla, el número de afectados en febrero ascendió a siete.

El perfil de los contagiados es diverso: desde adultos mayores que nunca han pasado la enfermedad hasta niños pequeños y personas sin antecedentes de viaje a Marruecos.

El repunte de casos se enmarca en un aumento global del sarampión, atribuido a la reducción en las tasas de vacunación tras la pandemia de covid-19 y la falta de acceso a las vacunas en países con menos recursos. En Europa, los casos se dispararon de 941 en 2022 a 42.200 en 2023.

Riesgo de infección

A pesar del incremento de contagios, el riesgo de infección en la población general del Estado sigue considerándose bajo, gracias a unas coberturas de vacunación que rondan el 95 %.

El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a niños. Se caracteriza por fiebre alta, síntomas catarrales y la aparición de manchas rojas en la piel. Se transmite a través del aire, por la tos o estornudos de una persona infectada, así como por contacto con superficies contaminadas.

Aunque en la mayoría de los casos la enfermedad se resuelve sin complicaciones, puede derivar en problemas graves como neumonía, encefalitis, infecciones del oído e incluso pérdida permanente de visión.