Euskadi registró el año pasado 6.153 solicitudes de protección internacional, 2.067 más que en 2022, el máximo histórico registrado hasta el momento en la comunidad autónoma, según un informe de Ikuspegi, que ha constatado que un 93,1% de la población vasca se muestra a favor de la acogida a solicitantes de asilo.
El Observatorio Vasco de Inmigración- Ikuspegi, que ha elaborado este estudio a partir de datos del Ministerio del Interior, ha afirmado que, con las cifras de 2023, se revierte la tendencia que se había dado desde 2020 a consecuencia de la pandemia y la guerra en Ucrania.
Los datos para 2023 publicados por el Ministerio del Interior apuntan a que se realizaron 6.153 solicitudes de protección internacional en la CAV a lo largo del pasado año. Este dato indica que sigue aumentado el número de solicitudes realizadas respecto al año anterior, con 2.067 más que en 2022.
La evolución durante los últimos 17 años en el número de solicitudes de protección internacional se caracteriza por un número menor de solicitudes entre los años 2006 y 2015, situándose alrededor de las 100 solicitudes por año, para luego pasar a una clara tendencia alcista a partir de 2016, cuando la cifra alcanza las 500 solicitudes.
Durante los siguientes años se produjo un rápido aumento que llega a 4.827 solicitudes en 2019. El impacto de la pandemia provocó un cambio de tendencia, por el cual durante dos años (2020 y 2021) el número de solicitudes cae significativamente, hasta las 1.725 en 2021. Sin embargo, la cifra para el mencionado año sigue manteniéndose por encima de los datos correspondientes a los años anteriores a 2019.
En 2022 se registró una nueva inversión de la tendencia, con un importante aumento de peticiones(2.361 más), que sigue creciendo hasta alcanzar las 6.153 solicitudes en 2023, su máximo histórico hasta el momento.
El número de solicitudes se ve claramente afectado por distintos acontecimientos que se han dado a lo largo de los años. Ikuspegi ha recordado que la pandemia de 2020 fue un elemento disruptivo que trastocó tanto los flujos migratorios como la propia tendencia en materia de solicitudes de protección internacional, así como el aumento del desplazamiento forzado a nivel global.
Sin embargo, los datos para 2023 no ofrecen información sobre el lugar de procedencia de las personas que las realizan. Para analizar los datos en mayor profundidad, es necesario remitirse a los disponibles para 2022, los más completos en estos momentos, y que permiten ahondar en las características de las personas que han realizado dichas solicitudes.
PROCEDENCIA
En 2022, Latinoamérica fue el área de procedencia más frecuente entre las personas solicitantes de protección internacional, con un 92%. Magreb, a gran distancia, fue la segunda área de procedencia por número de solicitudes, con un 2,6%. Por detrás se situó Asia, con un 1,9% y, finalmente, África Subsahariana y Europa no comunitaria, con un 1,7% en ambos casos.
En comparación con el año anterior, se percibe mayor presencia de solicitudes de población latinoamericana -de 74,2% en 2021 a 92% en 2022-, y un descenso generalizado en el resto de áreas geográficas, concretamente en el caso del África Subsahariana la caída es de 8,3 puntos -de un 10% en 2021 al 1,7% en 2022-.
Desde 2006 hasta 2015, la mayor parte de las solicitudes de protección internacional eran realizadas por personas procedentes de África subsahariana, pero a partir de 2016 se dispararon las solicitudes realizadas por personas procedentes de Latinoamérica. Ikuspegi ha indicado que la crisis política y económica en Venezuela, la de Nicaragua a partir de 2018, o la de Perú, así como el clima de desprotección y violencia en Colombia, explican gran parte del aumento de solicitudes producido por personas de origen latinoamericano en esos años.
Del mismo modo, se da también un importante aumento de solicitudes de protección internacional de personas procedentes de Europa no comunitaria a partir de 2015, multiplicándose por seis respecto al año anterior (7 en 2014 frente a 42 en 2015). El máximo número de la serie para Europa no comunitaria se da ya en 2019, con 310 solicitudes. Por otra parte, en el último año se registró el crecimiento de solicitudes de Latinoamérica, que desde 2019 ha visto descender sus peticiones hasta 2022, cuando volvió a crecer, llegando a las 3.760 solicitudes.
Venezuela y Colombia destacan sobre el resto como los países con mayor número de solicitudes de protección internacional en 2022, con un 39,2% y un 33,8%, respectivamente. Les siguen, a gran distancia, dos países latinoamericanos más, Nicaragua (7,3%) y Perú (4,4%). Georgia es el primer país no latinoamericano en cuanto a procedencia de las personas que realizan las solicitudes, con un 1,2%.
Ikuspegi analiza también la evolución del número de solicitudes desde 2013 por país de procedencia para los cinco casos más frecuentes en 2022, todos ellos de Latinoamérica. En lo que respecta a las razones que subyacen detrás de estas salidas, los motivos están relacionados con contextos de violencia -Colombia y Honduras-, así como a crisis de naturaleza político-económica -Venezuela, Nicaragua, Perú-.
En este sentido, estos cinco países latinoamericanos han seguido una tendencia similar de ascenso entre 2015 y 2019. Desde entonces, las solicitudes de estos se han visto reducidas, pasando de 3.868 solicitudes -en conjunto- en 2019 a 1.185 en 2021, un retroceso del 69,4% en un periodo de dos años. Sin embargo, el crecimiento en el último año superó a los datos de 2019, con 1.602 solicitudes de personas venezolanas y 1.380 colombianas.
Respecto a la denegación o aceptación de las solicitudes de protección internacional, a partir de los datos publicados por el Ministerio del Interior para el conjunto de España, el 59,6% son denegadas, en una proporción similar para los distintos países. En el caso concreto de Venezuela, la Comisión Interministerial de Asilo y Refugio -CIAR- propuso en marzo de 2019 conceder la autorización de residencia por razones humanitarias a todas las personas de nacionalidad venezolana, cuyas solicitudes de protección internacional hubieran sido denegadas.
De esta forma, se observa que el 66,3% de solicitantes de origen venezolano en 2022 obtuvieron el permiso de residencia por razones humanitarias. El dato es inferior al de 2021, cuando ascendía hasta el 82%. Del mismo modo, las denegaciones a población venezolana ha aumento hasta el 33,6%, frente al 17,9% del año anterior. Más allá del caso venezolano, la tasa de denegación para el resto de países de procedencia se sitúa en porcentajes entre el 75,6% de Nicaragua y el 95,9% de Perú.
PERCEPCIÓN
El Barómetro de Ikuspegi recoge todos los años las percepciones que la población vasca tiene sobre las personas de origen extranjero, incluyendo entre sus preguntas cuestiones sobre las personas solicitantes de protección internacional.
Los datos de señalan un alto grado de aceptación de la acogida de personas solicitantes de protección internacional. Según este análisis, un 37,4% de los ciudadanos de Euskadi aceptaría acoger sin restricciones a las personas solicitantes de protección internacional. Por otra parte, el 39,8% de la población vasca afirma que las acogería si se demuestra que están perseguidas.
No obstante, el 15,9% solo acogería a un número limitado de personas refugiadas, mientras que el 1,5% no acogería a ninguna. Ikuspegi ha destacado que la acogida de personas solicitantes de protección internacional "está aceptada por la población vasca", ya que un 93,1% de la población vasca se muestra a favor de la acogida.