Euskadi registró hasta julio en sus cuentas un superávit de 18 millones de euros, el equivalente al 0,02% del PIB, en contraposición con el mismo período de hace un año, cuando la CAV arrojó un déficit de 95 millones, el 0,12 % del Producto Interior Bruto.
Según los datos publicados este viernes por el Ministerio de Hacienda, el déficit del conjunto de las administraciones públicas, salvo las corporaciones locales, se disparó en los siete primeros meses hasta los 31.513 millones de euros, un 17,6 % más que en el mismo periodo de 2022 y equivalente al 2,21 % del PIB.
Los datos muestran un incremento de los gastos públicos del 7,4%, superior al repunte de los ingresos (6,5%), que crecen por el impulso de los nuevos impuestos.
El repunte de los gastos, detalla Hacienda, se debe al mayor gasto en pensiones tras su revalorización, así como a los mayores recursos dedicados a consumos intermedios, remuneración de asalariados y coste de la deuda.
La administración central disparó su déficit entre enero y julio en un 54%, hasta los 34.663 millones (un 2,43 % del PIB), debido al impacto de la liquidación definitiva del sistema de financiación autonómica de 2021, realizada este año y que ha sido negativa para el Estado.
Este mismo factor explica que las comunidades autónomas hayan reducido en un 76,5 % su déficit, hasta los 1.142 millones, un 0,08 % del PIB. Siete regiones cerraron julio con superávit: Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla y León, Galicia y Euskadi.
Por lo que respecta a la Seguridad Social, entre enero y julio multiplicó por ocho su superávit, hasta situarlo en 4.292 millones, un 0,3% del PIB. El déficit de todas las administraciones baja un 5,7 % en el primer semestre
Hacienda también ha publicado este viernes los datos de ejecución presupuestaria de todas las administraciones públicas, incluyendo las corporaciones locales, del primer semestre, un periodo en el que acumularon un déficit de 32.876 millones de euros, un 5,7 % menos que en el mismo periodo de 2022 y equivalente al 2,3 % del PIB.
La administración central cerró junio con un déficit de 21.536 millones, un 12,1 % menos y un 1,51 % del PIB; las comunidades autónomas, con 12.110 millones, un 34,2 % más y un 0,85 % del PIB, y las administraciones locales, con 2.357 millones, un 2,2 % más y un 0,16 % del PIB.
La Seguridad Social multiplicó por tres su superávit hasta situarlo en 3.127 millones, un 0,22 % del PIB. El déficit del Estado crece entre enero y agosto un 42,4 %
Junto a estos datos agregados, Hacienda ha avanzado la ejecución presupuestaria del Estado hasta agosto, ocho meses en que sumó un déficit de 36.313 millones, un 42,4 % más que en el mismo periodo de 2022 y equivalente al 2,54 % del PIB.
Hacienda justifica este repunte por el impacto de la liquidación del sistema de financiación autonómica de 2021, que se refleja tanto en los ingresos, ya que recibe menos transferencias de otras administraciones, como en los gastos, ya que realiza mayores transferencias.
Así, entre enero y agosto, el Estado ingresó 163.379 millones de euros, un 2,4 % menos, a pesar de que la recaudación tributaria continuó al alza, con un total de 133.961 millones, un 1,6 % más.
La recaudación creció gracias a la aportación de los nuevos impuestos sobre la banca, las energéticas, las grandes fortunas y el plástico (2.285 millones) y los mayores ingresos por impuesto de sociedades (11,8 %), ya que cayeron los ingresos por IVA, en un 1,8 %, e IRPF, en un 7,1 %, en este caso por efecto contable de la liquidación autonómica.
Los gastos alcanzaron los 199.692 millones, un 3,6 % más, debido principalmente a las mayores transferencias a comunidades autónomas, corporaciones locales y la Seguridad Social para financiar la contribución de nacimiento y cuidado del menor.
Aumentaron también los gastos en consumos intermedios (un 12,2 %, en parte por el coste de los procesos electorales), remuneración de asalariados (un 3,8 %) e intereses de la deuda (1,6 %).