El European Innovation Scoreboard 2022 confirmaba el lunes que Euskadi se mantiene entre los países europeos de alta innovación, un 10% por encima de la media de la UE-27 y muy por encima del Estado, que continúa entre los países de innovación moderada. Ayer fue el turno de bajar a tierra todo lo que el ecosistema I+D+i ha hecho a lo largo de los últimos 360 días para poder seguir trantando de tú a tú a potencias en el ámbito de la innovación y la tecnología, como Alemania, Austria o Francia.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, fue el encargado de desglosar los principales hitos protagonizados el último año por los y las miles de profesionales que integran la Red Vasca de Ciencia Tecnología e Innovación y el sector privado, aprovechando la inauguración de la XXII edición de Astea-La Semana de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación celebrada en el Parque Tecnológico de Miñano. Urkullu acudió a esta destacada cita tras presidir el Consejo Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación donde se debatió sobre dos elementos claves para el desarrollo del ecosistema vasco de innovación: el talento y la creación de startups bajo modelos de innovación disruptiva.
Durante la sesión del Consejo se informó de que durante 2022 se aprobaron 107 millones de euros de subvención para 120 proyectos de I+D+i a través de varios programas del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medioambiente (Hazitek estratégico, Elkartek y Azpitek). Asimismo, se repasaron algunos de los avances del Plan de Ciencia y los experimentados en el posicionamiento internacional del Sistema Vasco de Ciencia, Tecnología, vinculado a una mayor orientación hacia la sostenibilidad económica, social y medioambiental. En su intervención, el lehendakari reiteró que la ciencia “es motor de desarrollo humano y una búsqueda continua de conocimiento, y que mejorar la vida de las personas”.
En esta línea subrayó que la investigación “debe contribuir al progreso económico y a la resolución de los principales retos de la sociedad, como se ha demostrado recientemente con la pandemia”. Este principio, resaltó, sigue teniendo vigencia “cuando nos enfrentamos a nuevos retos y dificultades derivados de la situación geopolítica mundial, la guerra en Ucrania, las tensiones económicas y energéticas o el cambio climático”.
Urkullu recordó que, pese a la pandemia, la ciencia vasca no paró en 2022, tal y como dejó de manifiesto el último Informe sobre la Ciencia en Euskadi elaborado por Ikerbasque. Dicho estudio confirmaba a la CAV como la comunidad autónoma del Estado que lidera la inversión en I+D, con un 2,2% sobre el producto interior bruto. También lidera el retorno per cápita de fondos europeos, casi triplicando la media española. De acuerdo con este informe, la producción científica vasca creció un 16% respecto a la producción prepandemia, duplicando su valor en la última década. También se ha duplicado en este tiempo el porcentaje de publicaciones en revistas del primer cuartil, las de mayor prestigio internacional, hasta alcanzar el 60%.
Tras confirmar que el Gobierno vasco ha subido un 10% sus partidas de apoyo a la I+D+i en 2022 y que quiere hacerlo un 12% en 2023, el lehendakari finalizó su discurso apelando de nuevo, en estos momentos de alta exigencia, a la corresponsabilidad y al compromiso compartido. “Desde la filosofía auzolana todas y todos debemos aportar nuestro grano de arena a la construcción de un futuro mejor para Euskadi. Un futuro que necesariamente pasa por la innovación”, dijo.