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Euskadi se lanza a la codocencia sénior en los centros de Formación Profesional

Ejecutivos jubilados comparten su experiencia laboral con estudiantes de FP para acercarles a la realidad de las empresas
Carlos Gutiérrez y Jorge Luis Agirre, dos ejecutivos jubilados, charlan con estudiantes de Formación Profesional en un taller de Salesianos.
Carlos Gutiérrez y Jorge Luis Agirre, dos ejecutivos jubilados, charlan con estudiantes de Formación Profesional en un taller de Salesianos.

Euskadi se ha lanzado a la Silver FP. Se trata de un proyecto experimental de codocencia sénior en el que el alumnado de Formación Profesional se nutre de la experiencia de un grupo de ejecutivos que, llegado el momento de su jubilación, ha decidido retrasar su merecido viaje del IMSERSO para continuar aportando a la sociedad, acercando la realidad empresarial a quienes están a un paso del mercado laboral. A lo largo de este curso, más de 200 estudiantes de Salesianos, Zabalburu, Txorierri y Sopeña pertenecientes a la asociación HETEL han tomado parte en los más de 60 talleres, sesiones de mentoring y emprendizaje que han impartido los profesionales jubilados de SECOT. “ Y dado el extraordinario feedback que hemos tenido, el curso que viene el programa se extenderá a otros dos centros de Araba con la idea de ampliar a Gipuzkoa”, afirma Julen Elgeta, presidente de HETEL. “No se trata de clases magistrales, ni son acciones aisladas, sino que poco a poco las intervenciones de los séniors se han integrado en el currículum de los ciclos, aportando esa visión de la realidad empresarial”, asegura Elgeta.

Carlos Gutiérrez es uno de los sénior de SECOT. La vida de este profesional ha estado vinculada durante más tres décadas al sector industrial. Trabajó en diferentes empresas en las que pasó por casi todos los puestos, desde ventas y marketing a dirección comercial hasta convertirse en el gerente de la compañía Honeywell Life Safety. “Y empecé como técnico”, recuerda Gutiérrez.

Este exdirectivo explica que el programa “nace con el objetivo de trasladar nuestro conocimiento a la gente joven y hacer intergeneracionalidad. Y qué mejor lugar para hacerlo que en centros de FP que van a sacar a sus alumnos a la empresa en un breve periodo de tiempo”. Según puntualiza, los séniors “no venimos a sustituir nada, ni la formación teórica, ni la práctica que ya reciben los estudiantes en sus centros. Creo que complementamos su formación ofreciéndoles una imagen real de cómo es una empresa, cómo funciona y cómo aplicar los conocimientos que les acaban de impartir a una empresa. De alguna manera queremos reducir el GAP que separa la FP o la universidad del mundo laboral a través del conocimiento que hemos adquirido a lo largo de nuestras carreras”.

Según afirma Elgeta, “el alumno es el protagonista de su propio aprendizaje y el sénior la figura facilitadora de este proceso”. El programa propone actividades que simulan situaciones reales fomentando la reflexión del alumnado y la toma de decisiones. “El alumno percibe una utilidad real a esta actividad y aumenta su motivación y actitud ante el aprendizaje”, asegura Jose Luis Agirre Etxebarria (73 años). Agirre fue profesor de la Facultad de Elkano de la UPV/EHU y al mismo tiempo trabajó en la BBK, de ahí pasó a ser director financiero de la compañía de seguros Bihar ligada a las cajas de ahorro. Y la última parte de su trayectoria profesional la desarrolló como jefe del área de Emprendimiento de BBK Fundación Gazte Lanbidean, que surgió en medio de una profunda crisis económica, para ayudar a los jóvenes a buscar empleo y a crear empresas.

Agirre explica por qué decidieron empezar a colaborar con la FP. “En SECOT –dice– tenemos varias líneas en el ámbito de formación a mayores. Por un lado, está el programa de Jubilación Activa, talleres para que la gente a punto de jubilarse organice el día siguiente de su jubilación. Y por otro, organizamos talleres para reducir la brecha digital entre las personas mayores para que le quiten el miedo y sepan usar a los smartphones”. Según Agirre, Carlos fue el primero de SECOT “en ampliar esta mirada para transmitir a los jóvenes experiencias que hemos adquirido a lo largo de nuestra vida que, bien organizadas, pueden ser muy interesantes para los chicos. ¡Ya me hubiera gustado a mí, en su momento, que me hubieran dado conocimientos de este tipo en la universidad!”.

Sesiones prácticas

Dos estudiantes en un taller de mecanizado.

Dos estudiantes en un taller de mecanizado. José Mari Martínez

SECOT ofrece talleres y sesiones en las que se facilita la elaboración del Currículum Vitae, simulación de una entrevista de trabajo, definición y análisis de los tipos de empresa, valor del emprendimiento como una competencia clave para el empleo, etc. Estos temas que, en general, los estudiantes ya conocen por su actividad curricular, se enfocan desde un punto de vista práctico, con actividades basadas en hechos reales y utilizando metodologías participativas. Todo ello gestionado por este grupo de 25 séniors que ponen al servicio de esta actividad su bagaje. Varias de las sesiones se centran en las competencias que buscan los empresarios y definen mejor a la persona que se esconde tras un currículum como la creatividad, la capacidad de liderazgo, la gestión de equipos, la innovación…

Gutiérrez considera que el proyecto de codocencia se ha demostrado que “es bueno para los empresarios porque van a poner a convertir en trabajadores productivos mucho antes a la gente joven. Es bueno para los estudiantes porque no van a sufrir traumas a la hora de incorporarse y adaptarse a procesos y modos de hacer de una empresa. Y es bueno para los centros de FP que nos han abierto las puertas. Y además del valor económico que logramos entre todos, hacemos un trabajo social importante promoviendo el envejecimiento activo”.

Fuente de la eterna juventud

Ambos séniors reconocen que su voluntariado también les ha enriquecido a nivel íntimo. “Nos ha quitado más de diez años de encina”, bromean. Y es que, el diálogo que se ha establecido ha logrado romper las barreras entre generaciones y ha generado un aprendizaje mutuo. Según Gutiérrez, “los chavales son geniales, nos lo pasamos bien, son ingeniosos y a veces dices, joder qué maravilla. O sea, te sorprenden porque de verdad son ágiles y muy creativos. La parte que más nos agrada es precisamente esa, compartir nuestras experiencias, con sus visión. Muchas veces te ponen en un aprieto porque ven cosas que tú no te planteas pero que son interesantes”.

En este sentido el exgerente de Honeywell Life Safety añade que “a veces, las personas mayores no comprendemos bien a los jóvenes y, a veces, tenemos una percepción un poco equivocada de ellos. De igual manera que ellos también tienen una visión distorsionada de las personas jubiladas. Por eso es tan interesante esta experiencia”.

Los estudiantes también resaltan su utilidad. “Las clases han sido muy fructíferas porque hemos aprendido mucho de su experiencia laboral y, sobre todo, nos han abierto la mente a la hora de formar una empresa, cómo funciona desde dentro, como canalizar tus ideas emprendedoras, lo cual es muy interesante por si en algún momento tengo que trabajar por mi cuenta”, afirma Yoel Sáiz Pazos (19 años), estudiante de Grado Superior de Mecanizado. Sofía Beatriz León Pineda (20 años) cursa el de Programación de la Producción en Fabricación Mecánica en dual. Respecto a la codocencia, esta estudiante considera que la experiencia “ha sido muy interesante y he aprendido sobre todo que hay que echarle ganas y actitud en el trabajo. Ves que su sabiduría viene de la experiencia adquirida durante años. A mí, fundamentalmente me ha aportado visión y que en un entorno laboral masculino no hay que achantarse y que una vale lo que vale su trabajo”.

2023-06-27T06:57:03+02:00
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