Tener una pareja estable y para toda la vida está en desuso entre las nuevas generaciones. Porque el concepto del amor está cambiando entre los más jóvenes, tal y como reflejan los últimos datos. Así, Euskadi se está convirtiendo en una comunidad de singles con las tres capitales vascas a la cabeza en número de solteros ya que superan en porcentaje al resto de Euskadi que concentra un 34,5% de población sin emparejar. Donostia es donde más vecinos viven sin pareja, con el 38%, Bilbao tiene el 36,8%, y Gasteiz, el 36,3%.
De esta forma, las capitales vascas muestran una menor proporción de personas casadas o en unión registrada en comparación con la media vasca. En concreto, Bilbao destaca por tener la mayor proporción de viudas, mientras que Donostia y Gasteiz mantienen porcentajes más altos de divorciados o separados legalmente.
Si hace dos décadas la mayoría de las personas que decidían casarse lo hacían entre los 25 y los 29 años, ahora esa cifra se ha desplazado hasta la treintena. Así, la soltería predomina en la población entre 20 y 29 años (92,3%), aunque el porcentaje de personas casadas se cifra en el 7,4%. En el grupo de 30 a 39 años el porcentaje de personas casadas sube considerablemente (39%), mientras que aquellos que han decidido no pasar por el altar ni por el registro civil son el 57,8%. De hecho, cada vez está más implantado el concepto de que estar soltero no significa estar solo, ni tener pareja es garantía de tener apoyo diario, o acompañamiento cuando se necesita.
En los grupos de edad de 40 a 49 y 50 a 59 años, la mayoría de la población se ha rendido a las costumbres, y la gran mayoría está casada (57,2% y 62,9%, respectivamente) disminuyendo la soltería en estos grupos de modo notable.
Porque las relaciones tradicionales siguen primando en una sociedad marcada por los convencionalismos. El romanticismo parece guiar al 51% de la población vasca. 935.358 personas estaban casadas o en unión registrada, a 1 de enero de 2022. Le siguen, en importancia numérica, la población soltera, 634.326 personas; los vascos en estado de viudedad, 143.159; y, por último, los divorciados o separados legalmente, con un total de 123.716 personas, según datos dados a conocer esta semana por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat).
La realidad se encarga de demostrar que se puede tener una excelente red social y todas las necesidades afectivas cubiertas sin necesidad de vivir en pareja. Algunos incluso apuntan a que los solteros viven más felices. En cualquier caso, la nueva sociedad avanza hacia un modelo más individualista. Por ello, a cierre de 2023 había casi quince millones de personas solteras en España, casi un tercio de la población.
Por eso también la proporción de población divorciada o legalmente separada es similar en los tres territorios, oscilando entre el 6,5% de Gipuzkoa y el 6,8% de Bizkaia, con el 6,9% de Araba.
En cuanto al resto de los estados civiles, el 52,7% de los hombres mayores de 18 años está casado, en comparación con el 49% de las mujeres, y permanecen solteros el 38,5% de los hombres y solteras el 31% de las mujeres. Por último, las féminas muestran una proporción algo más elevada de divorcios y separaciones que los varones (7% y 6,4%, respectivamente).