¿Cómo han sido estos seis meses en el Parlamento Europeo?
Muy intensos. Aquello es muy pero que muy intenso.
Ya conocía las instituciones europeas por su etapa trabajando en la Comisión. Aun así, ¿hay algo que le haya sorprendido?
Hombre, te sorprende que seamos tan diversos los europeos. Por eso, el lema de la Unión Europea que hace referencia a la unidad en la diversidad me parece que encaja a la perfección con la experiencia que tienes incluso en tu propio grupo parlamentario, que siendo de la misma familia política, también somos muy diversos.
¿Se percibe en la eurocámara especialmente el peligro de la extrema derecha?
“ En Europa, el Partido Popular ya ha demostrado que está dispuesto a votar junto a la ultraderecha ”
Sí, porque ellos procuran hacerse notar, pero, sobre todo, porque el Partido Popular ha hecho manifiestas demostraciones en estos primeros meses de arranque de que tienen una mayoría alternativa en el Parlamento Europeo con la ultraderecha y que no les importa ejercerla. De hecho, ya la han ejercido en varias votaciones, y el riesgo que eso tiene, en mi opinión, es que puede llevar a la parálisis a la Unión Europea.
Al final no se ha podido evitar que en la Comisión Europea entren populistas de extrema derecha.
En realidad, eso se debe a los mecanismo de funcionamiento de la UE. Al final, los Estados miembro tienen derecho a tener representación. Sí es verdad que no nos ha gustado que, en el caso de Italia, Von der Leyen otorgara a Fitto el rango de vicepresidente.
¿Va a poder esta Comisión afrontar los retos de la Unión Europea, que son una lista larga, con posturas de sus miembros enfrentadas en cuestiones fundamentales?
Las comisiones europeas en el pasado también han estado compuestas por socialdemócratas y populares. La saliente, de hecho, era mixta. Lo que han cambiado son las mayorías en el Parlamento. En esta ocasión, el Partido Popular tiene una mayoría alternativa con la ultraderecha, que, insisto, ya ha ejercido.
Entremos en la política vasca. ¿Cómo está viendo desde fuera el Gobierno de coalición liderado por lehendakari Pradales?
“ Veo un Gobierno vasco de coalición muy fuerte, con las ideas claras y también con un horizonte claro ”
Es un gobierno que responde a una hoja de ruta pactada entre las dos grandes fuerzas políticas que conforman el centro político en Euskadi. Y yo creo que esa hoja de ruta la tiene muy clara, con prioridades que están muy cercanas a las preocupaciones de los ciudadanos, es decir, la sanidad, una educación pionera o las políticas de empleo. Yo veo al gobierno fuerte, le veo con las ideas claras, que es lo importante, y con un horizonte también claro.
¿Qué diferencias percibe respecto al Ejecutivo en el que usted fue vicelehendakari?
Hombre, las personas son diferentes, así que seguro que habrá diferencias, eso está claro. Quiero decir que la forma de liderar que tenía el lehendakari Urkullu seguro que no se parece en nada a la que tiene Imanol Pradales. Y los miembros del Ejecutivo son distintos, así que cada uno marca su impronta y sus impulsos.
A veces se transmite la idea de borrón y cuenta nueva o de enmienda a la totalidad de lo hecho hasta ahora, como si se partiera de cero...
Yo creo que enmiendas a la totalidad en un sistema democrático nunca hay, ¿no? Quiero decir que al final, siendo los mismos partidos los que forman el gobierno, son herederos de lo que se venía haciendo. Lo que pasa es que les toca navegar una etapa distinta, lógicamente, con unos problemas más acuciantes y con un momento geopolítico diferente.
¿Le sorprendió la redistribución de algunas materias? Por ejemplo, que el PSE se encargue de memoria o de la gestión penitenciaria.
“ Es bueno que PNV y PSE se alternen en la gestión de las políticas de memoria porque se oxigenan y enriquecen ”
No, yo creo que la memoria es un tema troncal para los socialistas vascos. A mí me parece que hay mucha tarea que hacer en Euskadi y en general en todos los lugares, porque ahora vamos a vivir una etapa en este año en la que se va a tratar de hacer pedagogía sobre lo que supuso el franquismo. Pero creo que en Euskadi necesitamos conocer no solo el sufrimiento que supuso la falta de libertad desde la dictadura franquista, sino también la dictadura que luego nos impuso ETA a los que pensábamos diferente. En ese sentido, creo que es bueno también que haya alternancia en la gestión de esa materia entre el PNV y el PSE, porque creo que eso también contribuye a oxigenar y a enriquecer las políticas de memoria.
¿Qué le pareció que el secretario general de su partido, Eneko Andueza, prefiriera no entrar al Gobierno? Usted compatibilizó las dos responsabilidades.
Yo lo entiendo perfectamente porque yo he hecho las dos cosas. En mi primer mandato no entré en el gobierno. Me mantuve en el partido. Y en el segundo momento entré porque también eran unas circunstancias muy especiales. Yo creo que la pandemia y las circunstancias de crisis económica muy profunda que vivía Euskadi requerían de un compromiso político muy grande que iba más allá de quedarte en el parlamento y no entrar en el Ejecutivo.
¿Cómo ve la salud del pacto?
Es un pacto de dos partidos que nos entendemos bien, que sabemos pactar los desacuerdos, que son tan importantes como buscar el suelo común. El acuerdo de gobierno y la hoja de ruta de gobierno es el suelo común de ambos partidos. Para nosotros, es muy satisfactorio porque vemos reflejado ahí nuestros compromisos electorales en el programa de gobierno. Por lo tanto, estamos muy satisfechos del pacto.
¿Se va a volver a poner a prueba cuando se aborde de nuevo el debate sobre el nuevo estatus?
Yo creo que se puso a prueba en el pasado, cuando estábamos Urkullu y yo y llevamos adelante el tema de la comisión de expertos y alcanzamos un gran acuerdo en un 90% del estatuto. Hay un pequeño porcentaje en el que no vamos a estar de acuerdo ni entonces, ni ahora, ni después porque forma parte del ideario nacionalista, que es respetable, pero que no es nuestro ideario político y porque tampoco queremos que el estatuto acabe en un callejón sin salida. Todos hemos aprendido bien la lección de lo que ha ocurrido en Catalunya y, por lo tanto, creo que Euskadi se merece un estatuto que blinde a los ciudadanos los derechos que hemos conquistado durante todos estos años y por los que nos miran con mucha envidia desde otras zonas de España. Ese estatuto también debe dotar al gobierno de herramientas para poder gestionar mejor.
¿Cuáles son las líneas rojas del PSE? ¿El reconocimiento de Euskadi como nación? ¿El derecho a decidir? ¿Ambas?
El derecho a decidir es una, que no la única, de las diferencias más profundas. Lo del reconocimiento como nación, no, porque, de hecho, yo soy de las que opina que eso ya está en la Constitución española. En Derecho constitucional, nacionalidad y nación es lo mismo. Pero si se quiere avanzar más, y nosotros lo pusimos en la exposición de motivos, los socialistas no tenemos ningún inconveniente en que aparezca Euskadi como nación, en el sentido que el Consejo de Europa ha hablado –y no ha hablado hace poco; habló hace ya unos años– que es en el sentido cultural. Otra cosa es que el PNV siga queriendo clasificar a los ciudadanos en nacionales y vecinos administrativos. Ahí ya hemos dicho que no estamos de acuerdo en crear ciudadanos de primera y de segunda y que nos opondremos, Tampoco estamos de acuerdo en hacer un tribunal constitucional ad hoc para Euskadi. Y algunas discrepancias más, pero yo creo que eso es una cosa mínima en comparación con todo el acuerdo alcanzado en la Comisión de Expertos, que va de lo que le importa verdaderamente a la gente, desde empleo, vivienda, salud...
Hay quien sostiene que en las cuestiones que afectan a la identidad el PSE tiene una postura mucho más conservadora que el PSOE y que sería más fácil negociar con Ferraz que con los socialistas vascos.
Quien diga eso es que no conoce ni al PSE ni al PSOE. En esto, como en todo, la postura de los secretarios generales del PSE y del PSOE es la misma.
Hablando del PSE, afronta su próximo congreso con total placidez. No hay ruido interno y les ha ido muy bien en las últimas citas electorales. Ya no es aquel partido que usted cogió en uno de sus peores momentos.
Sí, aquella época fue un momento muy duro para todo el socialismo, para el vasco y para el español, que nunca han estado tan abajo como en esos años. Yo creo que lo importante en aquel momento, cuando asumí el compromiso con mi partido, fue la templanza, no perder ni la cabeza ni los nervios por la situación política tan complicada que atravesábamos, y mantener un rumbo fijo. Quiero decir que había mucha gente en el partido que pensaba que había que podemizarse, porque así igual nos votaban más. Y yo siempre he sido de la opinión –y esto sirve para mi casa pero también para casa ajena– de que si te travistes y te conviertes en el otro, la gente siempre vota más al original que a la copia. Creo que la gente, con el tiempo. ha sabido entender para qué sirve votarnos a nosotros en Euskadi y en España. Y por eso ahora estamos en muy buen momento.
Comparte ese buen momento con EH Bildu. ¿Qué le parece la forma de actuar de la coalición soberanista en la política vasca en los últimos tiempos? ¿Ve novedades?
En esto, tengo la perspectiva del tiempo. Cuando hicimos el primer acuerdo presupuestario con el PNV, Bildu nos echó sapos y culebras. Nos decían que no éramos la izquierda auténtica. Para terminar el otro día leyéndole a Iker Casanova en una entrevista fantástica que había que escuchar a la ciudadanía, que la ciudadanía quiere acuerdos y que acordando no alcanzabas todo lo que querías pero avanzabas. ¡Bienvenidos a las sociedades democráticas plurales, donde, estés en el gobierno o en la oposición, tienes que conseguir que la gente te vote porque entiende que ese voto va a mejorar su vida! Han llegado 44 años tarde, pero nunca es tarde si la dicha es buena. La democracia siempre la miro como una ciudad de murallas abierta y todo aquel que entre en ella y que respete las normas será bienvenido. Que hagan política, que siempre va a ser mucho mejor que volver al pasado.
“Hay jueces que ponen muy difícil creer en la independencia judicial en España”
Mendia está convencida de que Pedro Sánchez seguirá en La Moncloa sorteando el frente judicial contra él y los avisos de los partidos que lo sostienen.
Seguimos con EH Bildu, pero ahora, mirando a Madrid, donde, en palabras de la diputada Mertxe Aizpurua, se muestran como “un socio sólido” del Gobierno de Pedro Sánchez.
Sí, yo creo que ellos han hecho una apuesta por centrarse en las políticas sectoriales que tienen connotaciones sociales y de izquierdas, que son las políticas que normalmente propone el gobierno de España, y las apoyan de una manera firme y cerrada. Ahí sí, es verdad, son fiables, o sea, buscan tratar de alcanzar un acuerdo y lo apoyan con claridad.
¿Cómo está viendo la actuación del PNV en Madrid?
El PNV también es un socio fiable. Lo que pasa es que a veces tiene que defender algunas cuestiones que tienen que ver, por ejemplo, con políticas energéticas, y ahí discrepamos bastante.
Pero eso pasa con más formaciones del llamado ‘bloque de la investidura’, que son muy diferentes entre sí.
Los socialistas somos conscientes de que la mayoría de la investidura es una mayoría que tiene contradicciones entre sí porque son partidos muy distintos. En esa cuadratura del círculo tenemos que andar. Y a veces es como la manta, que te tapas los hombros y te destapas los pies y otras veces, te tapas los pies y destapas los hombros.
¿Acabará rompiéndose la cuerda? Últimamente, sobre todo, Junts y Podemos están lanzando avisos muy serios.
“ Podemos ha vuelto a la tesis de Pablo Iglesias de que les da rédito electoral ser duros contra el PSOE ”
Yo creo que Junts no aguantaría unas elecciones en Catalunya habiendo apoyado al Partido Popular en una moción de censura. Y Podemos ha vuelto a la tesis original de Pablo Iglesias de que lo que más réditos electorales les da –que ya veremos, yo lo dudo– es ser extremadamente duros y extremadamente críticos con el PSOE.
¿Hay motivo para temer un pacto de PP con PNV y Junts como últimamente desliza Feijóo?
“ No veo ni a PNV ni a Junts haciendo política en Euskadi y Catalunya tras apoyar una moción de censura del PP ”
Yo no veo al Partido Nacionalista Vasco, a quien conozco más que a Junts, ni a Junts haciendo política, uno en Euskadi y el otro en Catalunya, tras apoyar un gobierno de Feijóo con la ultraderecha.
El otro frente abierto para el Gobierno español es el judicial. ¿Temen que el Ejecutivo caiga en los juzgados?
No, en absoluto. No hay más que ver que quienes ponen la mayoría de las demandas y querellas son grupos de ultraderecha. Yo siempre he sido una gran defensora de la independencia judicial en España, pero realmente hay algunos jueces que lo ponen bastante difícil, ¿no? Porque sin absolutamente ninguna prueba, con recortes de periódico, grupos de ultraderecha presentan querellas que son admitidas a trámite.
Esto se lo pregunto a la política pero, sobre todo, a la jurista. ¿De verdad me está diciendo que hay jueces que actúan guiados por su ideología?
“ La actuación del juez Peinado no es propia de una democracia que se tiene estima a sí misma ”
Bueno, a la vista está que hay algunas cosas que no son muy comunes que han hecho los jueces, ¿no? El juez Peinado, por ejemplo. Hace una investigación prospectiva, alguien va a testificar y le preguntan por cuestiones que no estaban en los autos. Se inventan declaraciones de testigos previos, se manipulan para tratar de sacar otras declaraciones de otro testigo o de un encausado... O sea, no es propio ni de una democracia ni de una carrera judicial que se tiene a sí misma en alta estima
¿No les preocupa el caso Koldo, que afecta a una persona que fue clave en el PSOE y en el Gobierno, como José Luis Ábalos?
Si en el caso de Ábalos y de Koldo García hubiera habido actividades delictivas, pues que caiga todo el peso de la justicia sobre ellos. Al final para eso están los procesos judiciales.