Las instituciones vascas se han puesto como meta que la tasa de paro en Euskadi sea inferior al 6% en 2040 y que el territorio se sitúe entre las regiones europeas con menor índice de pobreza.
Estos son algunos de los retos que se han marcado las administraciones vascas durante el proceso de reflexión que han llevado a cabo durante los últimos meses para establecer las acciones a desarrollar hasta 2040 que se plasmarán en un documento sobre competitividad y bienestar.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha presidido este jueves en Gasteiz una sesión para analizar estos retos en la que han participado los diputados generales de los tres territorios, los alcaldes de las capitales vascas, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, y responsables del Instituto Vasco de Competitividad Orkestra.
El objetivo de este proceso, que se puso en marcha en 2021, es identificar los cambios que se están produciendo para construir un modelo de bienestar sostenible e inclusivo para la siguiente generación, ha informado tras el encuentro el Gobierno vasco.
Tras la puesta en común de las distintas reflexiones, se han acordado varias metas a alcanzar para ese año y además de la reducción de la tasa de paro por debajo del 6% (según los últimos datos oficiales actualmente es del 8,5 %) y de la pobreza, se pretende que Euskadi se sitúe entre las regiones europeas con mayor renta por habitante, además de ser líder en innovación y un territorio neutro en carbono.
Este debate continuará hasta finales de año y durante el proceso están previstas reuniones con todas las instituciones, representantes del tejido empresarial, del tercer sector, de la juventud y de otros agentes económicos y sociales para "construir una agenda compartida".