Euskadi se sitúa a la cabeza europea en embarazos de mujeres mayores de 40

Las vascas que son madres con más de 40 años doblan a las menores de 25 porque hace ya tiempo que en Euskadi nacen más niños de madres añosas que de chicas jovencitas. El año pasado duplicaron el porcentaje, en concreto fueron el 11,8%, frente a las menores de 25 que apenas suponen el 5,8%, según datos del Eustat. Además, el 80% de las amatxus superaban de largo la treintena.

En ningún país europeo la edad al tener el primer hijo es tan alta como aquí. Todo ello con el agravante de que la natalidad continúa en mínimos y sigue acumulando drásticas caídas, como corroboraron ayer miércoles los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, en Euskadi apenas nacen 37 niños cada día. En los seis primeros meses de este año se contabilizaron 6.704 alumbramientos, una cifra que sigue a la baja, ya que cae un 2,35% en comparación con el primer semestre de 2021, cuando nacieron los niños concebidos en la primera fase de la pandemia.

El descenso de nacimientos está lastrado fundamentalmente por Gipuzkoa donde nacieron 2.174 bebés menos, lo que supone un retroceso del 8,37%. Por el contrario, en Bizkaia hubo un ligero repunte ya que nacieron en el mismo periodo 3.388 criaturas, es decir un 0,8% más que en los seis primeros meses del año pasado, mientras que en Araba también se produjo una remontada leve y los nacimientos ascendieron a 1.141, un 0,9% más.

La falta de natalidad podría obedecer a cuestiones económicas, y a que las mujeres esperan a tener más consolidada una posición laboral dado que el mayor número de partos se concentra entre los 40 y los 44 años desde 2019, cuando en fechas previas el mayor número de niños y niñas bajaba cinco puntos y se situaba entre los 35 y 39 años.

Debut tardío

Ser madre pasada la barrera de los 40 es una tendencia en alza en los últimos años y, por ejemplo, en Bizkaia los partos de mujeres mayores de 45 años se han triplicado en la última década.

Los ginecólogos corroboran que cada vez son más las chicas que esperan a debutar en la maternidad pasada la cuarentena. “Tienen un mayor estilo de vida, se cuidan y además no siempre se puede elegir ser madres cuando se quiere”, arguyen.

De hecho, cuánto más evolucionan las sociedades modernas, más se aleja la edad reproductiva social de la biológica, y el número de mujeres que tuvieron a su primer bebé después de los 40 se ha multiplicado por ocho en las últimas dos décadas. Todo ello comporta serias consecuencias para la salud de la gestante y su bebé, y también a nivel socio-económico.

Asi, recientemente se hizo pública la dimisión de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, embarazada de su primer hijo a los 43 años, que dejó el cargo por “cambios que exigen tranquilidad y reposo”.

Todos los expertos coinciden en que la edad materna avanzada es un factor de riesgo en el embarazo. Si la gestación se produce pasados los 35 años es considerado un factor de riesgo medio, mientras que la edad más segura para concebir se sitúa entre los 20 y 25 años.

Pero curiosamente, la edad paterna avanzada no afecta a la salud cromosómica del embrión, a diferencia de la edad materna avanzada. Así, en mujeres menores de 35 años un ciclo puede garantizar un embrión euploide, es decir, cromosómicamente sano con un 96% de probabilidades. Sin embargo, en el caso de las mujeres de más de 40 años, la posibilidad de conseguir este embrión sano caen hasta el 28% con una media de dos blastocistos por ciclo, por lo que para garantizar un embrión sin problemas sería necesario una media de 4 ciclos.