El Gobierno vasco continuará con la localización e identificación de víctimas desaparecidas de la Guerra Civil "mientras haya un vasco o una vasca en una trinchera, en una fosa o en una cuneta".
"Mientras haya un vasco o una vasca desaparecido en la guerra y en la posguerra, mientras haya indicios razonables que permitan su localización, exhumación e identificación, seguiremos trabajando", ha destacado consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, en la inauguración del Columbario de la Dignidad de Orduña (Bizkaia).
En este columbario, el segundo de Euskadi, se han inhumado los restos de 15 víctimas sin identificar, 14 de ellos prisioneros de la que fue la Prisión Central y campo de concentración de Orduña, según ha informado el Gobierno vasco.
Se ha colocado una placa conmemorativa con sus nombres, además de una serie de paneles explicativos de este proyecto para dignificar la memoria de las víctimas de la guerra.
A la inauguración del columbario han asistido el director de Memoria Democrática del Gobierno español, Diego Blázquez, y decenas de familias de las, al menos, 225 personas fallecidas en lo que primero fue un campo de concentración (1937-1939) y más tarde una prisión (1939-1941).
Se han desplazado hasta Orduña para participar en este acto familiares de represaliados llegados desde Andalucía, Extremadura, Asturias, Castilla-La Mancha, Catalunya y otros puntos del Estado, además de dos familias que en la actualidad residen en Gipuzkoa.
"El símbolo de la memoria y de la dignidad de todo un país"
La consejera Artolazabal ha subrayado que este columbario "es mucho más que una construcción funeraria, es el símbolo de la memoria y de la dignidad de todo un país".
Ha reiterado su compromiso con la localización e identificación de víctimas desaparecidas de la Guerra del 36. "Mientras pueda existir la posibilidad de localizar e identificar en tierra vasca los restos de un represaliado republicano, sea vasco, andaluz, asturiano, extremeño o de cualquier otro origen, no vamos a cejar en nuestro empeño", ha asegurado.
La consejera ha señalado que espera que estas labores puedan llevarse a cabo "muy pronto" en el marco de la Ley de Memoria Histórica y Democrática actualmente en tramitación en el Parlamento Vasco.
Ha expresado su deseo de que "estas 15 personas anónimas cuyos restos hoy inhumamos sean símbolo del compromiso de todas y todos con la dignidad y el reconocimiento de las víctimas y con la memoria democrática de este país".
De las 15 personas, 14 de ellas murieron en la Prisión Central de Orduña, presumiblemente entre febrero y junio de 1941, y sus restos fueron exhumados del cementerio de la localidad en 2014. En el caso de la víctima número 15, dos fragmentos de cráneo fueron hallados en la campaña de excavación arqueológica de las trincheras en el entorno de la ermita de San Pedro, Amurrio (Araba), en 2018. En este último caso no existe ningún indicio que permita identificar los restos.
En los otros casos se conoce, a través del testimonio oral de vecinos de Orduña y de la documentación existente, que los restos de las 14 personas exhumadas en el cementerio municipal pertenecen a prisioneros de la cárcel, si bien los cotejos de las muestras de ADN realizados hasta la fecha no han arrojado un resultado positivo.
El Columbario de Orduña está preparado para acoger los restos de 60 personas y pensado para poder ser ampliado. De este modo se inhumarán los restos que se puedan recuperar en futuras exhumaciones y no puedan ser identificados, así como los de aquellas víctimas cuyas familias decidan inhumarlas en él.