Euskadi es la segunda comunidad autónoma, tras Andalucía, que más agresiones a profesionales de enfermería registró el año pasado, marcado por la pandemia, al contabilizarse un total de 184.
Según el último informe del Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeras del Consejo General de Enfermería (CGE), en 2020 estos ataques aumentaron un 12,5 % con respecto a 2019, al registrarse 185 más hasta alcanzar las 1.657.
Este organismo aclara que estas agresiones no son las únicas que se han producido sino que son las notificadas y registradas, por eso hace hincapié en la importancia de visibilizar este tipo de agresiones.
Las cifras corresponden a todas las agresiones, tanto físicas como verbales, que profesionales o colegios de enfermería han notificado al Observatorio y que, según el organismo que dirige Florentino Pérez, son superiores a las que notifica la Policía Nacional en su registro anual, ya que no se contabilizan únicamente las denuncias policiales.
El pasado mes de marzo el sindicato de enfermería Satse cifró en 651 las agresiones sufridas en 2020 por todo tipo de profesionales de la sanidad púbica vasca y también advirtió que al ser un año atípico, en el que la pandemia saturó los servicios de prevención, posiblemente esa cifra era menor de la real.
Por comunidades Andalucía es la que más agresiones ha notificado (583); le siguen Euskadi (184), Castilla y León (182), Baleares (173), Navarra (142), Galicia (135) y Castilla- La Mancha (124).
La Comunidad de Madrid ha notificado 62; Aragón, 28; Cataluña 16; Comunidad Valenciana, 15; Canarias, 8; Cantabria, 4; y Extremadura, 1.
La Rioja, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla han comunicado que ningún profesional ha notificado agresiones, en tanto que Murcia ni Asturias han aportado datos, cuando en 2019 sí lo hicieron.
"En la mayoría de las ocasiones, sobre todo en las agresiones verbales, las enfermeras y enfermeros no se atreven a denunciar. Muchos profesionales creen que las agresiones verbales no son motivo de denuncia", destaca Pérez, quien anima a todos los colegiados a poner en conocimiento cualquier actitud violenta.