Los centros de protección a la infancia (incluidos los de menores migrantes no acompañados) cuentan en Euskadi con una media de 11 plazas, una de las ratios más bajas de todas las comunidades autónomas, junto con Nafarroa y La Rioja.
En el conjunto del Estado español hay 1.345 centros de este tipo con 20.057 plazas, lo que supone una media de 15 plazas por centro, aunque existe gran diferencia entre territorios y cinco comunidades autónomas superan ese promedio.
Murcia (28 plazas), Canarias (26), Madrid (19), Cataluña (18) y Asturias (16) son las regiones que están por encima de la media nacional, según el "Estudio de los centros de acogimiento residencial para menores en el ámbito de la protección en España", elaborado por la Asociación Nuevo Futuro y la Cátedra Derechos del Niño ICADE-Comillas, con el respaldo del Ministerio de Derechos Sociales.
En el lado contrario están los centros de protección de Nafarroa con una media de 7 plazas, y los de Euskadi y La Rioja, con 11 plazas por centro en cada uno de esos territorios.
La comunidad con mayor número de centros de protección es Catalunya, con 262 centros (85 de ellos para menores extranjeros no acompañados), lo que supone un 19 % del total nacional. Le sigue Andalucía, que tiene 211 centros (32 para migrantes), un 16 % de los que hay en todo el territorio nacional.
Del total de los centros registrados en este estudio el 10,4 % son recursos gestionados por las administraciones públicas, un 86,5 % son de gestión privada sin ánimo de lucro, y del 3,1 % restante se encargan entidades privadas con ánimo de lucro.
El análisis sobre la estructura de los centros, así como de los programas de atención se ha realizado sobre 1.098 centros de todas las comunidades, sin contar los 247 de atención a menores extranjeros por la alta variabilidad de sus características, precisa el estudio.
En este sentido, el trabajo muestra la heterogeneidad de las tipologías de centros que se dan entre las distintas autonomías, pero también la tendencia a favor del acogimiento en centros de pequeña escala, como son los pisos de protección con 10 plazas máximas.
Predomina este tipo de centros en España (el 63 % del total), seguidos de los que disponen de 17 a 30 plazas (17 %) y los de capacidad entre 11 y 16 plazas (12 %), mientras que las estructuras de gran escala, con más de 30 plazas, suponen el 6 % y los centros de protección con hogares independientes (hasta 10 plazas) son sólo el 2 %.
Más de la mitad de las comunidades tienen pisos de protección como estructura mayoritaria de sus centros, con un alto porcentaje en Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, La Rioja, Nafarroa y Euskadi. Por contra, Murcia y Madrid son las regiones que cuentan con más centros de gran escala.
Para la directora de Nuevo Futuro, Miriam Poole, estos datos ponen de manifiesto la urgencia de "hacer desaparecer" los centros de gran escala y reducir antes de 2031 el número medio de plazas hasta 15 en toda España, e ir hacia un modelo basado en hogares de protección.
"Es necesario, como reconoce el nuevo Plan de Acción estatal (contra la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes del sistema de protección a la infancia) una atención individualizada para prevenir y actuar ante cualquier tipo de violencia, y algo así sólo es posible con el modelo de pequeño hogar que es el que marcan las directrices nacionales e internacionales", asevera.