Euskadi tiene el índice de paro más bajo del Estado entre las personas con discapacidad, un 16,5%, frente al 23,9% de media estatal, según datos de 2022. Por tercer año consecutivo, el empleo de este colectivo en los centros especiales de Euskadi de la asociación EHLABE superó los 8.000 empleados, con un total de 8.153 personas, 79 menos que en 2020.
Estos datos han sido dados a conocer este jueves en rueda de prensa en una comparecencia en Bilbao a cargo del presidente de la Asociación de Centros de Empleo Especial de Iniciativa Social de Euskadi (EHLABE), Asier Vitoria, en la que ha estado acompañado por la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia.
Ambos han dejado constancia del "esfuerzo y la colaboración público-privada" necesaria para mantener los puestos de trabajo del colectivo y "preservar y proteger la salud de estos trabajadores, han coincidido Vitoria y Mendia.
El presidente de EHLABE ha destacado que, en 2021, los centros especiales de iniciativa social de Euskadi lograron mantener el empleo de las personas con discapacidad, a pesar de la pandemia", hasta alcanzar las 8.153 personas empleadas en estos centros.
Además, los centros especiales de empleo generaron 99 empleos para personas con mayores necesidades de apoyo (trabajadores con enfermedad mental, discapacidad intelectual o discapacidad física y sensorial de más del 65%).
De esta forma, en total, el 59% de los trabajadores en los centros de EHLABE tienen discapacidad con mayores necesidades de apoyo, de las que el 30% son personas con discapacidad intelectual y un 25% tienen enfermedad mental.
MERCADO LABORAL ORDINARIO
EHLABE, además, mejoró en 2021 las cifras de trabajadores con discapacidad que se integraron en el mercado de trabajo ordinario, fuera de los centros especiales de empleo, y que es otro de los grandes objetivos de la asociación.
Así, 221 personas con discapacidad se integraron en el empleo ordinario, once más que el año anterior, y de las que, además, la gran mayoría, el 84,1%, fueron personas con discapacidad con mayores necesidades de apoyo.
Vitoria ha significado, asímismo, que los centros especiales de iniciativa social de Euskadi generan 8 euros por cada euro recibido de la Administración.
"El empleo de las personas con discapacidad en los centros especiales vascos se mantiene, a pesar de la crisis social y económica derivada de la pandemia", ha remarcado.
En este punto, el presidente de EHLABE ha resaltado que, "pese a los efectos de esta grave crisis social y económica, las entidades de iniciativa social asociadas a EHLABE han continuado realizando una intensa labor para mantener el empleo y la actividad; intenso trabajo colaborativo con el conjunto de administraciones públicas y resto de agentes referentes", ha explicado Vitoria.
MODELO EFICAZ E INCLUSIVO
Por su parte, en su intervención, la vicelehendakari Idoia Mendia ha asegurado que la mejor inversión pública que se puede hacer es "en cohesión social" y ha reiterado el compromiso de su departamento por este modelo "eficaz e inclusivo" que proporciona "oportunidades de empleo a quienes tiene dificultades".
Desde su perspectiva, las cifras de esos centros de empleo demuestran "la eficacia de un modelo para que todo el mundo pueda acceder a un empleo, para que las limitaciones físicas o psíquicas no sean una barrera".
En este punto, ha apuntado que su departamento tiene la convicción de que "la mejor inversión que podemos hacer es en cohesión social, porque generamos oportunidades para todas las personas", y ha recalcado que, además, esa inversión pública "supone un retorno para toda la sociedad en forma de salarios, cotizaciones y productividad".
En este sentido, ha recordado que esa visión de invertir en inclusión y en igualdad es parte de la Estrategia Vasca de Empleo 2030, y es la que llevó, en 2020, a aumentar un 5,5% el presupuesto para afrontar las consecuencias de la pandemia; y, en 2021, a "dar un nuevo impulso a los centros especiales de empleo con un incremento presupuestario del 9%, y en 2022 a abrir una nueva vía duplicando la apuesta por la inversión" ha enumerado.
En definitiva, ha proseguido Mendia, que "en estos dos años Lanbide ha incrementado un 16,6% su apuesta inversora por el empleo protegido hasta alcanzar los 66,8 millones de euros, casi diez millones más que cuando asumimos la responsabilidad del departamento", ha señalado.
A su juicio, esos recursos "se traducen en una comunidad en red, la que organiza EHLABE, que hace posible que más de 10.000 personas tengan un empleo, en su gran mayoría estable, y que cada año se consiga que también puedan encontrar su oportunidad en el empleo ordinario". Se trata, ha añadido la vicelehendakari, de una "experiencia de éxito de colaboración entre el Gobierno y esta parte de la economía social".
ORIENTACIÓN Y DESARROLLO
Los centros de trabajo integrados en EHLABE también proporcionan al colectivo de personas con diferentes discapacidades otros servicios para apoyar la empleabilidad y facilitar el desarrollo sociolaboral o fomentar la autonomía personal y, con ello, favorecer el reconocimiento y la valoración social.
En este sentido, EHLABE orientó a un total de 2.878 personas con discapacidad, que adquirieron competencias sociolaborales necesarias para el desempeño de un trabajo.
Además, incorporó a otras 2.061 personas a los servicios ocupacionales, donde participan en actividades productoras reales y donde ponen en práctica esas competencias.
Asier Vitoria ha apuntado que EHLABE ha monetizado por vez primera el valor social integrado que generan tanto las actividades empresariales como las acciones dirigidas a mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad a través de la contabilidad social. En concreto, las entidades de EHLAB generaron el año pasado 8 euros por cada euro recibido de la Administración.
En este estudio de valor social se incluyen los salarios, formación y orientación laboral de las personas con discapacidad, el impacto en la competitividad y el tejido empresarial, el ahorro en pensiones no contributivas, así como en gastos sanitarios o de tiempo de cuidado y conciliación que correspondería a las familias, entre otros conceptos.
Las entidades de EHLABE facturaron el año pasado un total de 303 millones de euros y se van acercando, así, a las cifras previas de la crisis derivada de la pandemia.
EHLABE, en la actualidad, está integrada por las siguientes entidades: Gureak, Sutargi y Katea Legaia, en Gipuzkoa; Fundación Lantegi Batuak, Taller Usoa Lantegia, Taller Ranzari Lantegia, Talleres Gallarreta, Bidaideak, Bizgorre, Fundación Eragintza y Apnabi, Asociación Rafaela María en Bizkaia; y Indesa y RAEP, en Araba.
De cara a este año, EHLABE se marca el objetivo de seguir protegiendo la salud de las personas trabajadoras, mantener el empleo, reforzar los servicios de empleabilidad y recuperar la actividad por medio de nuevas oportunidades laborales.