Consciente de que a partir de los 35 años la fertilidad comienza a caer en picado, Amaia es una de las muchas mujeres que ha optado por preservar su fertilidad congelando sus óvulos para usarlos más adelante, “cuando sea mi momento laboral y personal para poder ser madre”, comenta. Cree que este método es casi un milagro porque le permite detener el tiempo. Gracias a estas técnicas, este profesora, al igual que un gran colectivo de vascas, podrá disponer de sus ovocitos con la capacidad reproductiva del momento en que los congelaron y con las mismas posibilidades de éxito.
Esta tendencia es un fenómeno creciente que ya constatan muchas clínicas de reproducción. Así solo en los últimos cinco años, IVI, una de las marcas insignias en fertilidad, ha registrado un aumento del 63% en el número de pacientes que han decidido vitrificar sus óvulos. Los especialistas lo ven cada día en las consultas. “Cabe destacar la bajada progresiva de la media de edad a la que estas mujeres deciden preservar su fertilidad. Actualmente, en IVI Bilbao, las pacientes que se deciden por esta técnica apenas superan los 35 años de media, mientras que en 2014 superaban los 38 años. Esto refleja la creciente concienciación de las mujeres del declive de su fertilidad y de la importancia de tomar medidas para no renunciar a ser madres en el futuro con sus propios óvulos”, señala el doctor Marcos Ferrando, director de IVI Bilbao, Santander, Donostia, Vitoria y Logroño.
Amaia considera que el hecho de tener sus óvulos congelados le ha quitado mucha presión de encima, “y sobre todo de ese agobio de que si quiero ser madre, tengo que ser madre ya”, recalca a sus 33 años.
En un país, además, en el que la natalidad se encuentra en mínimos históricos, con un descenso superior al 37% desde 2008, estas técnicas pueden ser también muy útiles. “Es necesario mejorar la concienciación de las mujeres sobre las implicaciones que tiene el retraso de la maternidad”, señala Laura Blasco, ginecóloga de la clínica Ginevif.
“Conforme avanza la edad en la mujer, disminuye la reserva ovárica y aumenta el porcentaje de óvulos que tienen alteraciones cromosómicas, de forma mucho más marcada a partir de los 35 años. Éstos son los motivos principales por los que disminuye la probabilidad de embarazo y las tasas de aborto aumentan. Por tanto, si se quiere postergar el momento de ser madre, es recomendable recurrir a una técnica como la vitrificación de ovocitos”, aconseja. Además pone de manifiesto que en los últimos años, la población está mostrando más interés por el cuidado de su salud reproductiva, “aunque queda un largo camino por recorrer”, matiza Blasco.
Una encuesta reciente asegura que más del 48% de las mujeres estarían dispuestas a congelar sus óvulos. “Este es un aspecto que debemos celebrar ya que es la mejor forma para poder retrasar la maternidad manteniendo un buen estado de la salud reproductiva”, aplaude la especialista. Y es que la vitrificación de ovocitos permite a las mujeres disponer de óvulos que conservan la misma calidad que el día en que fueron congelados.
Junto al adelanto en la edad en la que se decide dar este paso, el perfil más común de paciente serían mujeres en torno a los 35 años de media, con profesiones liberales o relacionadas con la medicina, la educación o el derecho. Áreas de dedicación que suelen requerir muchos años de estudio, ya sea mediante oposiciones que obligan a retrasar la maternidad, o especializándose, e intentando afianzar sus carreras antes de tener descendencia.
El grupo IVI, importó al Estado español esta técnica de manera pionera en 2007 y desde entonces ha permitido a cerca de 20.000 mujeres preservar su fertilidad para ser madres en un futuro. Además de motivos sociales también tratan a pacientes diagnosticadas de cáncer o con patologías que pueden dañar su capacidad de ser madres.
“Son datos esclarecedores que reflejan la nueva realidad social a la que nos enfrentamos por lo que respecta a la planificación familiar. Y, sobre todo, el derecho de la mujer a elegir libremente cuándo y cómo ser madre, ya que, lamentablemente, la realidad es que biológicamente la fertilidad va decreciendo a medida que las mujeres cumplen años y van alcanzando sus metas personales. Por todo ello, siempre recomendamos que, si no se tiene claro, se valore la opción de vitrificar los ovocitos para contar con un plan B en el futuro”, concluye Ferrando.
Vitrificación
Alternativa
Los óvulos se conservan a 196 grados bajo cero En un proceso de vitrificación, los óvulos se conservan a 196º bajo cero en vapor de nitrógeno, lo cual garantiza la calidad de los gametos tantos años como se quiera mantenerlos vitrificados. “La conclusión es clara; el tiempo es clave por lo que respecta a la fertilidad femenina en general y a la vitrificación de ovocitos en particular”, resalta el doctor Marcos Ferrando.
Reproducción
Los bebés de madres de más de 40 años son ya el 11% del total
Gracias a estas técnicas se explica la explosión de embarazos después de los 40 años. Los bebés nacidos de madres mayores de 40 años suponen ya el 11% del total de nacimientos registrados en el Estado español, según el INE. Los contratos precarios, la falta de estabilidad económica o laboral, son los principales motivos por los que muchas mujeres retrasan la edad para convertirse en madres.