Excesivo castigo para el San Juan el que vivió en la Agrupación contra el Gernika, cuyos jugadores se sirvieron de un único tiro a puerta en la recta final del partido para llevarse los tres puntos. Los de Bebeto también dispararon una vez entre los tres palos, aunque acosaron constantemente el área de Altamira.
Ambos equipos salieron enchufados, protagonizando una pugna constante por la posesión del esférico. El Gernika fue el primero en acercarse al área contraria, con un centro que sacó Iñigo Morte, el defensa central del San Juan que fue providencial. Aparte de estar intratable en la zaga, Morte protagonizó el primer disparo del encuentro con un balón muerto en la frontal del área vizcaína, que no logró coger puerta.
La primera media hora de partido no se caracterizó por un excesivo movimiento en áreas contrarias, pero el San Juan lo intentó una y otra vez por la banda de Lezaun y Mañeru, quienes se asociaron a la perfección para colgar balones.
Tuvo que llegar el minuto 37 para ver el primer disparo a puerta del encuentro. Lezaun puso un centro que dejó solo ante el portero a Iriguibel, quien remató duro y obligó a Altamira a lucirse para marcharse al descanso sin goles.
Tras la reanudación, la tónica del partido no cambió. En el primer minuto vino la primera ocasión del San Juan con un centro de Recalde que no encontró la cabeza de Eder Iribarren, pero se envenenó y obligó al guardameta vasco a estirarse para salvar a su equipo.
Los centros laterales fueron el arma principal del San Juan. Intentaron buscar un testarazo que marcase diferencias, pero no consiguieron más que un cabezazo de Morte a centro de Lezaun que se marchó fuera.
Cuando parecía que el partido se iba al empate, en una llegada solitaria, el lateral gernikarra Agirrezabala puso un centro raso para Aguirre, quien no dudó en colocar el balón en la parte inferior izquierda de la meta de Aldave y poner el 0-1 en el luminoso.