Los exconsellers de Cultura Ferran Mascarell y Santi Vila aseguraron ayer jueves que “nadie” les advirtió de posibles irregularidades en la etapa en la que la presidenta de Junts, Laura Borràs, dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), entre 2013 y 2018, coincidiendo con sus mandatos en el departamento. Un posicionamiento que supone todo un capote a la presidenta suspendida del Parlament en el juicio por presunto fraccionamiento de contratos que se está desarrollando en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC). “Nunca nadie advirtió de que hubiera algo incorrecto. Ninguna persona, ningún interventor, nadie me dijo nada en esta dirección”, señaló el primero de ellos. En la misma línea se pronunció Vila, ratificando que nadie le puso de manifiesto que se podrían estar cometiendo irregularidades en materia de contratación cuando Borràs estaba al frente de la ILC, tampoco desde la intervención general. “Nunca, ni a mí ni a ninguno de los directivos del departamento”, recalcó el exconseller.
Mascarell y Vila comparecieron como testigos en el juicio a propuesta de la defensa de Borràs, que con sus declaraciones contrarrestaron el testimonio de dos técnicos de la ILC que declararon el miércoles. Contaron al tribunal que la interventora de Cultura alertó de que, en 2013, la institución había hecho toda su contratación en base a contratos menores y que debía usar otro tipo de contratación con concurrencia pública, y pese a ello la actual presidenta de Junts mantuvo los contratos menores.
Según Mascarell, Borràs informaba del contenido de actuaciones que llevaban a cabo en la ILC en su conjunto en las reuniones del consejo asesor y no entraba en aspectos relacionados con la contratación porque “ya hay interventores que garantizan que estos procesos se hagan de manera correcta”. Tras explicar su decisión de contratar a Borràs, apuntó que, desde el principio, acordaron dar un impulso y mayor proyección a la ILC con la creación de un “gran portal”, y justificó que el encargo se hiciera a alguien externo y no al Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació (CTTI) para dar respuesta a las necesidades del momento del sector. “No había una obligación de ninguna naturaleza. Siempre se afrontaba cada caso en función de la circunstancia”, subrayó Mascarell, que lamentó que este portal ya no exista.
Contratos menores
El exdirector de la ILC Francesc Parcerisas, que dirigió el organismo entre 1998 y 2004 y desde 2010 es su decano, puntualizó, como los exconsellers, que la interventora no le alertó de posibles irregularidades. “Si hubiera habido un problema, los interventores habrían dicho que no se podía hacer y no se habría hecho. Que yo sepa, la intervención nunca puso ningún obstáculo”, y calificó de exacta y precisa la forma de trabajar de la intervención. El exdirector de la ILC Oriol Ponsatí, que ejerció entre 2019 y 2021, después de Borràs, declaró como testigo que “toda la contratación de la ILC es contratación menor excepto en poquísimas excepciones”. “En la historia de la ILC debo haber sido la única persona que ha hecho una licitación basada en un acuerdo marco”, zanjó.
La defensa de Borràs le hizo referencia a un informe de la Sindicatura de Cuentas que señalaba que dos contratos de la ILC en 2018 podían haber sido fraccionados, y él recordó que respondió al organismo de control de cuentas que “es imposible considerar que estos dos contratos sean un fraccionamiento” porque hacían referencia a dos años distintos.
CIS catalán
l Suspenso al Govern. Los catalanes suspenden con una valoración de 4,4 la gestión de la Generalitat el pasado año y con un 4 la del Gobierno de Pedro Sánchez, según la nueva encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO), el llamado CIS catalán. En cuanto a los simpatizantes de los partidos, los de ERC son los únicos que aprueban al Govern de Pere Aragonès, con un 5,4 . Los votantes de los exsocios, Junts , le ponen un 4,8. Al gabinete de Sánchez solo le aprueban los simpatizantes del PSC (5,8) y los comunes (5,2).