Exhibición en el jardín de los Williams

El Athletic, abonado a las goleadas como visitante, presumió de pegada en el Martínez Valero para espantar fantasmas. Los mismos que alejó de un plumazo Nico Williams en una tarde que jamás olvidará el extremo rojiblanco. Imparable, trajo por la calle de la amargura al debutante Nicolás Fernández, desquiciado desde el pitido inicial hasta el punto de firmar en propia puerta el primero de los cuatro tantos del Athletic en su intento de evitar que el menor de los Williams embocara en línea de gol y, no contento con ello, se adjudicó su primera diana en Primera División con un penalti forzado incluido en el mismo escenario en el que su hermano Iñaki se estrenó también como goleador en la máxima categoría en mayo de 2015.

No encontró el cuadro ilicitano la manera de frenar a Nico, indetectable para su tocayo en una banda derecha del ataque bilbaino que se convirtió en una autopista sin peaje con destino al área local. Por allí percutió una y otra vez, sin pausa, el 11 del Athletic, protagonista absoluto en una primera mitad en la que, después del citado 0-1, retó a Enzo Roco para sacarle un penalti que dio pie al 0-2 previa intervención del VAR. No indicó la pena máxima en primera instancia el colegiado Melero López, quien interpretó la acción como falta en ataque de Nico. Con el juego detenido, sin embargo, fue advertido por sus colegas de profesión y acudió al monitor para corregir su error y señalar los once metros. Oihan Sancet fue el encargado de batir a Edgar Badía, quien nada pudo hacer tampoco por evitar el 0-3 en una auténtica obra de arte de un desatado Nico.

Recibió el pase de Óscar de Marcos pegado a la banda derecha, retó Nico en el uno contra uno a Nicolás Fernández, lo superó con holgura atacando el carril central y conectó un misil teledirigido a la escuadra ilicitana para adjudicarse así su primera diana en la máxima categoría. La celebró con suma alegría el navarro, si bien tuvo que esperar para que Melero López la validara definitivamente debido a un posible fuera de juego de su hermano en el origen de la jugada. La tensa espera no trajo malas noticias al joven extremo, que ya vio semanas atrás contra el Valencia como el asistente de turno le anulaba otro gol por fuera de juego.

No lo celebró en balde esta vez el iruindarra, felicitado por Iñaki y por el resto de compañeros minutos antes de que llegara el cuarto de la tarde. Siguió a lo suyo Nico, omnipresente, y se sumó a la fiesta Alex Berenguer, autor del 0-4 antes del paso por vestuarios. Tras la reanudación, más de lo mismo. A pesar de que el Athletic levantó el pie del acelerador, Nico dejó un par de detalles más en forma de internadas por banda antes de tener que pedir el cambio con calambres pasada la hora de partido.

Valverde le pide más

Cuestionado al término del encuentro por su primer gol en Primera en su cuadragésimo primer partido en la competición, Nico aseguró que “para mí significa mucho meter un gol aquí delante de todos los aficionados que han venido a vernos. Los compañeros siempre me dicen que haga esa jugada, Óscar de Marcos me lo ha dicho también, le he hecho caso y ha salido bien”. Ernesto Valverde, por su parte, apuntó respecto a su pupilo que “es un jugador desequilibrante que pensamos que todavía lo puede ser más. Tiene buen disparo y se tiene que prodigar más en esa faceta, porque le pega bien con las dos piernas y tiene regate. Pensamos que puede mejorar mucho, tiene ambición y este ha sido su primer gol en Primera. A ver si no es el único y continúa”.