Tiene un aforo para 400 personas por lo que hasta ahora no tenía obligación legal de contar con profesionales de seguridad privada. Las cosas, sin embargo, han cambiado para la discoteca Brutal, en Alameda Rekalde. Los numerosos atestados y las quejas de las comunidades de vecinos cercanas a la antigua discoteca Distrito han empujado al Departamento de Seguridad a exigir la contratación de ese personal especializado.
Una medida de carácter preventivo que fuentes del Gobierno vasco confían en que ayude a reducir la conflictividad y que, podrá tener réplicas en otros locales y en otros territorios históricos. El motivo para que el Ejecutivo vasco, a través de la Dirección de la Ertzaintza, haya adoptado esta decisión -comunicada hoy mismo a los responsables de este local- hay que buscarlo en la acumulación de expedientes policiales empadronados en el área de influencia de esta discoteca.
Y no solo fuera del citado local de ocio nocturno. Las intervenciones y requerimientos a Policía Municipal y Ertzaintza a lo largo de 2022 han sido suficientes para este local bilbaino sea apremiado a reforzar sus protocolos de seguridad. “Han pasado muchas cosas dentro, fuera y en los alrededores” -se ha limitado a subrayar el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka-, entre las que se pueden enumerar casos de lesiones y amenazas, pero también ataques sexuales. Y en todos ellos se esgrimieron armas blancas u objetos punzantes. También robos, desperfectos en vehículos aparcados en las inmediaciones....
Una ristra de delitos que no ha pasado desapercibida para el equipo de profesionales encargado de analizar la delincuencia y la criminalidad -nocturna en especial, y con uso de armas blancas en concreto-. Por todo ello, el Gobierno vasco ha optado por esta vía por considerarla “más correcta, precisa y ajustada” que optar por modificar el reglamento y rebajar el número de aforo de manera generalizada para requerir vigilantes, lo que podría afectar a locales de distinta naturaleza y que no acreditan situaciones objetivas de riesgo.
Algo de eso sugirió el propio Erkoreka hace un par de semanas cuando manifestó que “antes de debatir sobre poner o no detectores, igual lo que tendríamos que debatir es si tienen que poner o no personal de seguridad en esos locales”. La primera resolución en ese sentido se ha conocido hoy y afecta a esa discoteca de Bilbao. Y todo apunta a que no será la única que será requerida para adoptar esta medida. “Le seguirán más, fruto del análisis individualizado que está llevando a cabo la Dirección de la Ertzaintza para detectar si en cada caso hay motivos específicos para que estén obligados a contar con seguridad privada”, han avanzado a DEIA fuentes del Departamento de Seguridad.
Una intervención de precisión cirujana en materia de seguridad pública que no busca interferir en la actividad del sector hostelero. Más bien, reforzar la protección en el interior del local y disuadir a individuos problemáticos o grupos de alborotadores de estos locales de ocio nocturno. Algún que otro establecimiento de la capital ya dispone de detectores de metales en los puntos de acceso, lo que también contribuye a dar mayor confianza a la clientela y, al mismo tiempo, a los propios responsables de la discoteca.
La idea fue lanzada por el Gobierno vasco a comienzos de mes, después de un arranque de año empañado por varios sucesos ligados al empleo de armas blancas y objetos punzantes. Y ahora el Gobierno vasco ampara esta medida preventiva. Brutal será el primer local de ocio nocturno que se ve obligada a responder a este requerimiento de la Dirección de la Ertzaintza a fin de tratar de evitar trifulcas, robos y otro tipo de delitos. Y sobre todo, reducir la alarma social generada tras los ataques con arma blanca perpetrados en distintos lugares de la villa. Un dato: el 55,6% de los hechos delictivos con armas blancas y denuncias por portar este tipo de objetos gravita alrededor de los fines de semana, viernes incluido.