Exigente reactivación para el Bilbao Basket

SI el Surne Bilbao Basket esperaba que el parón competitivo de febrero no le trajera nuevos contratiempos en forma de lesiones y sí tiempo para recuperar los cuerpos doloridos por tanto desgaste, sus deseos solo se han cumplido a medias. La lesión que tendrá a Jeff Withey alejado de las canchas durante las próximas seis u ocho semanas –esguince moderado del ligamento lateral externo del tobillo izquierdo y fractura de la base del quinto metatarsiano– es un duro golpe para sus aspiraciones deportivas. La dirección deportiva se ha movido con celeridad y ha reclutado a Georgios Tsalmpouris, pero el interior griego de 2,16 metros y 26 años, cortado recientemente por el Betis y que llegó en la noche de ayer lunes a la capital vizcaina, supone un perfil muy distinto al del pívot estadounidense, a quien su entrenador, Jaume Ponsarnau, definió recientemente como “el jugador que tiene un impacto más positivo en nuestra capacidad competitiva”.

Con los internacionales regresando de sus respectivos compromisos –Álex Reyes y Francis Alonso con España, Denzel Andersson con Suecia y Agustín Ubal con Uruguay–, el conjunto vizcaino se prepara para amoldarse a la vida en las canchas sin la capacidad intimidatoria y resolutiva de Withey en una reactivación de la competición muy exigente que vivirá su primer capítulo el domingo en la cancha del Gran Canaria. Y es que los hombres de negro deberán jugar siete encuentros en un plazo de 22 días y el calendario que asoma en su horizonte a medio plazo es de armas tomar. De sus nueve próximos compromisos en la Liga Endesa, seis serán contra rivales que han competido en la reciente Copa de Badalona

En su futuro más inmediato, el Surne Bilbao Basket jugará tres de sus cuatro próximos partidos lejos del Bilbao Arena y en canchas difíciles de conquistar para los equipos visitantes, incluso para los de rango elevado en la tabla clasificatoria. Después de rendir visita a los de Jaka Lakovic (balance de 8-2 como locales y uno de los desplazamientos malditos del conjunto vizcaino), tocará jugar en la cancha del Real Madrid (9-1), posteriormente llegará el Bàsquet Girona a Miribilla y, a continuación, derbi vasco en el Buesa Arena frente al Cazoo Baskonia (9-1). Además de estos cuatro enfrentamientos, los otros tres que tendrán que afrontar los de Jaume Ponsarnau en el plazo de 22 días son los que pondrán fin al Last 16 de la Basketball Champions League, donde todavía existen opciones de clasificación aunque muy complicadas debido al balance de 1-2 que figura a día de hoy en el casillero bilbaino. Por Miribilla pasarán el líder Lenovo Tenerife y el UCAM Murcia, mientras que habrá que rendir visita al Darussafaka turco.

Una vez que acabe este maratón de duelos, llegará otro bloque con citas frente a dos equipos inmersos en la lucha por la salvación –en casa contra el Casademont Zaragoza (25ª jornada) y fuera frente al Carplus Fuenlabrada (27ª)– pero también con adversarios de primerísimo nivel en el camino, ya que por el Bilbao Arena pasarán el Barça (26ª) y de nuevo el Tenerife (28ª) y tocará desplazarse para medir fuerzas con el Valencia Basket de Álex Mumbrú (29ª).

Con la salvación, objetivo principal, muy bien encarrilada, Rafa Pueyo, director deportivo de la entidad, habló la pasada semana de los retos del equipo hasta final de curso, ambos complicados y más aún tras la lesión de Withey: intentar superar el Last 16 de la BCL y lograr una buena clasificación en la competición doméstica para repetir participación continental el próximo ejercicio. Sus opciones dependerán en enorme medida de los resultados que consiga firmar en esta exigente reactivación competitiva.