La rueda de reconocimiento para tratar de identificar a agentes de la Policía Nacional que intervinieron en la emboscada de la bahía de Pasaia en la que cuatro miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas murieron acribillados en 1984 es esperada con una mezcla de expectación e incertidumbre por parte de las familias de las víctimas. Así ha quedado de manifiesto en la intervención de su abogado, Santiago González, en la rueda de prensa que han ofrecido en el salón de plenos del Ayuntamiento de Azpeitia este mediodía.
González ha valorado de manera positiva la actitud del juez del caso, pero ha reconocido que el tiempo que ha pasado desde los que hechos tuvieron lugar juega en contra del esclarecimiento de lo que sucedió en Pasaia aquel 22 de marzo de hace casi cuarenta años. ”Es importante que el caso se haya reabierto y es de valorar la voluntad que está mostrando el juez, pero lo cierto es que han pasado 39 años desde entonces. En ese tiempo la gente cambia y será difícil reconocer a alguien. No sabemos si al final esta rueda de reconocimiento saldrá bien”.
Al margen de lo que pueda suceder en la rueda de reconocimiento, González ha señalado que hay que seguir trabajando para superar los muchos obstáculos que han encontrado y los que van a seguir surgiendo en el camino para saber de una vez por todas lo acontecido aquel día. En su intervención, el abogado, que se reafirmó en la voluntad de los familiares y los allegados de seguir buscando la verdad, puso sobre la mesa el papel que el conjunto de la sociedad tiene que jugar a la hora de alcanzar ese objetivo. “No sabemos hasta donde podremos llegar a través de la vía judicial. Queda mucho por conocer. La familia y los amigos de las victimas vamos a hacer fuerza en los tribunales para seguir avanzando en la búsqueda de la verdad, pero fuera de ellos también hay trabajo por hacer. La implicación de las instituciones, los partidos políticos, los movimientos sociales y la de la ciudadanía en general es fundamental para conocer la verdad y hacer justicia, y apelamos a todos ellos para hacerlo posible”.
La reapertura del caso tiene su origen en el testimonio de Joseba Merino, único superviviente de la emboscada en la que murieron José María Izura, Pelu’, Pedro María Isart, Pelitxo, Rafel Dela, ‘Txapas’, y Dionisio Aizpuru, que afirmó haber reconocido a algunos de los agentes que intervinieron en la celada en una grabación de RTVE que vio a través de internet. Rosa Jimeno, componente del mismo grupo y detenida antes de que se produjera la emboscada, y Joseba Merino deberán tratar de identificar ahora a los agentes que participaron en la matanza de Pasaia en la rueda de reconocimiento que el juez ha fechado para el próximo 28 de marzo.
Los siete agentes convocados a la rueda de reconocimiento participaron en una investigación llevada a cabo de raíz de un atentado de ETA contra un militar y entre ellos podrían estar algunos de los que acabaron con la vida de Izura, Isart, Delas y Aizpuru, según el relato de Merino. En un principio, iban a ser incorporados al caso como testigos pero los abogados de las familias recurrieron la decisión al considerar que esta calificación cerraría la puerta a su posible inclusión como investigados en el caso. El recurso fue aceptado por el juez, por lo que los policías han pasado a tener ahora la condición de investigados.
"No tenían intención de detenerlos"
La rueda de prensa contó también con la participación de los familiares, que leyeron un escrito en el que revisitaron lo que sucedió aquella noche. Fue un relato crudo de la forma en la que se fraguó la trampa y de su trágico desenlace. “No tenían ninguna intención de detenerlos. Cuando nuestros familiares llegaron al puerto les dispararon. Mataron a Pedro Mari Isart y José Mari Izura en el primer tiroteo. Rafael Delas y Dioni Aizpuru sobrevivieron a esos disparos, pero luego los fusilaron allí mismo. En los cuatro cuerpos se contabilizaron 113 impactos de bala”.
Las trabas que han encontrado por parte de distintas instituciones del Estado en este largo proceso para esclarecer el caso también coparon buena parte de su intervención, lo que les llevó a reclamar una vez más la necesidad de sacar a la luz las trágicas circunstancias que desembocaron en la muerte de sus familiares. ”Llevamos cerca de 40 años denunciando estos hechos. La convivencia en nuestro pueblo tiene como bases la verdad, el reconocimiento y la justicia. Estamos de acuerdo con ese planteamiento, pero lo cierto es que nosotros aún estamos en la fase de saber la verdad o, mejor dicho, en la fase de reclamar que se haga una investigación en condiciones que ayude a conocer lo que sucedió en Pasaia. Ya han pasado 40 años; es suficiente”.
Aiert Larrarte, abogado de la acusación popular que ejerce el ayuntamiento azpeitiarra, ha remarcado que ha quedado acreditado que en la bahía de Pasaia se cometió un delito que desembocó en la muerte de cuatro personas pero, en la misma medida, afirmó que no era suficiente y que aún quedaba mucho por hacer. “Ahora el problema es ver a quién responsabilizar de ese delito. Este es el reto al que se enfrenta el juez y al que nos enfrentamos nosotros. Nos dicen que no hay registros, que se han perdido documentos por unas inundaciones. También nos enfrentamos a testimonios personas que, en su derecho a la defensa, dicen que no se acuerdan, mienten o no quieren recordar. Es una barrera que debemos de superar. También cabe preguntarse ¿cuántos policías tomaron parte en aquel operativo? ¿100? ¿150? ¿200? ¿Nadie en este país conoce a ninguno de esos policías? Nos encontramos ante un muro. Nadie nos va a decir quiénes eran. Pero pensamos que en Euskal Herria hay instituciones e instancias suficientes que lo saben, lo supieron o que lo podrán saber. Pueden ayudar a dar pasos para avanzar en la investigación judicial y por eso pedimos su colaboración”.