Nos damos una vuelta para recorrer casi en su totalidad la parte oriental de esta pequeña sierra que sirve de separación entre tres comunidades autónomas: Euskadi, Castilla y León y La Rioja. Joyas como la cruz de Motrico, la senda de los Tejos o las peñas de Jembres nos aguardan en esta exigente salida.
DATOS PRINCIPALES
· Kilómetros: 20,25 km
· Desnivel positivo: 1243+
· Duración: corriendo 3:00h / Caminar - correr: 4:00h / Senderismo 5:00h
LLEGADA AL PUNTO DE PARTIDA
· Desde Vitoria, salimos por la parte norte para acceder a la N-1 con destino Madrid. La seguimos hasta que ya en Miranda de Ebro después de atravesar brevemente su casco urbano cogemos la BU-735. En la primera rotonda ya cogemos la carretera de acceso a San Juan del Monte.
· Desde Bilbao, saliendo por la parte sur por medio de la AP-68 y después por la N-622 llegamos a las cercanías de Vitoria. Tomamos la N-1 sentido Madrid y seguimos las indicaciones del punto anterior.
· Desde Pamplona, salimos por la parte oeste de la ciudad para por medio de A-15 llegar hasta Alsasua. Allí mismo nos incorporamos a la N-1 que viene desde Donostia para seguir con destino Madrid. En Miranda seguimos tras atravesarla la BU-735 hasta nuestro destino.
· Desde Donostia saliendo por la parte sur de la ciudad tomamos la N-1 sentido Madrid. Pasamos Alsasua, Vitoria y al llegar a Miranda, tras cruzar su casco urbano por la BU-735 llegamos a San Juan del Monte.
DESCRIPCION
Cuando nos acercamos a La Rioja, sobre todo a la zona de Haro, en la Rioja Alta, nos encontramos una muralla natural defensiva que protege la entrada a dicho territorio; es una sierra que se prolonga a ambos lados del canal de Las Conchas de Haro. Este es el lugar por el que atravesamos dicha barrera natural. A la izquierda comienza la sierra del Toloño, anteriormente sierra de Cantabria.

Vista de los Obarenes desde el Mirador del Calero
Lo que nos ocupa en esta ruta es la sierra de la derecha, el inicio de los montes Obarenes que forma parte, junto con la cercana del Toloño, de la frontera que la naturaleza ha puesto entre Burgos, La Rioja y País Vasco (Araba). Vamos a descubrir, arrancando de la parte baja, donde se sitúan las casetas de San Juan del Monte –figura imprescindible en la cercana Miranda de Ebro–, todo lo que nos oculta esta modesta pero interesante sierra.

Estitxu en una de las preciosas sendas
Con el vehículo bien situado en el parking de tierra, cruzamos la carretera para coger la pista y llegar hasta unos depósitos de agua. Justo un poco más adelante el camino se bifurca y, aun llegando al mismo sitio, tomamos el más estrecho que va subiendo de forma pausada y sinuosa por la ladera. En el momento de unirse de nuevo los caminos, arranca una pequeña senda que nos pone debajo del mirador del Calero, primera parada. La subida, sobre todo en los metros anteriores al mirador, es bastante vertical, pero nos podemos ayudar de las cuerdas situadas allí. Las vistas desde arriba son impresionantes, con el monte detrás de nosotros y delante la Llanada alavesa con formaciones tan reconocibles como el Toloño, Gorbea e incluso Anboto.

Saliendo a terreno más abierto
Al bajar por la Senda de la Alpargata, el decorado cambia y las piedras recubiertas de musgo situadas en pequeños caminos se van a convertir en el paisaje recurrente de los siguientes kilómetros. La Senda Botánica, donde paneles informativos revelan las especies que habitan estos montes, nos conduce a un arbolado que nos deja en la Ermita de San Juan del Monte. Continuamos la bajada para, tras un breve paso por pista, encontrar un sendero que nos lleva a otro tramo exigente.
CONSEJOS PARA REALIZAR ESTA RUTA
Hidratación. Tendremos que ir bien aprovisionados de agua ya excepto en el merendero de las casetas no disponemos de fuentes de agua.
Calzado. Recomendamos un calzado capaz de adecuarse a diferentes terrenos ya que se nos presenta un poco de pista, sendero, algo de piedra. Puede haber barro en ciertos tramos con lluvia
Dificultad. Dificultad entre alta y moderada tanto por longitud del recorrido, siempre se puede acortar, como por el desnivel salvado, mas de 1200 metros positivos.
HACIA LA CRUZ DE MOTRICO
Estamos en la ascensión a la Cruz de Motrico, bien visible desde la pista por la que hemos comenzado a andar. La subida es dura por una senda a ratos incómoda, pero vamos ganando altitud con facilidad. En un momento determinado, al llegar a una zona rocosa, el cielo aparece sobre nuestras cabezas y es el momento de tomar otro giro a la izquierda para acometer el tramo final.

En la ermita de San Juan del Monte
Tras un duro repecho la senda nos deja en la imponente Cruz de Motrico, de diez metros de altura (851m). Construida por los trabajadores de Fefasa, es el lugar más característico por los mirandeses, sobre todo en Año Nuevo. La verdad es que el lugar lo merece, ya que las vistas sobre el valle son inmejorables, con una visión casi en 360 grados de todo lo que nos rodea.

En la Cruz de Motrico
Podríamos bajar por el mismo sitio, pero lo hacemos por la pista que nos lleva a un cortafuegos sinuoso que, después de una bajada, nos vuelve a situar en otra senda, en este caso la de las Ferreras. Dura subida pero el entorno hace que se haga corta. Verde, verde y más verde, junto con el sonido de la hojarasca, hace de esta ascensión un tramo precioso.

En la senda de las Ferreras
CAMINO VERTICAL HACIA LAS PEÑAS DE JEMBRES
Salimos de nuevo a pista y dejando la silueta picuda del monte Rave, bordeamos el mirador de la Rioja para, por esta comunidad, llegar al siguiente tramo. Bajamos mucho, por pista, por sendero y por camino, lo que significa que dentro de poco toca subir. Tal cual, vamos a subir, y mucho. Lo que no somos conscientes es por dónde, no se intuye camino alguno. Lo que sí vemos es la majestuosidad de las dos peñas de Jembres. Pues bien, según nos acercamos a las dos palas de piedra aparece el camino. Por medio de las dos hojas pétreas, un sendero sinuoso se abre camino casi en vertical. Es dura la subida pero más corta de lo esperado.

Al fondo las Peñas de Jembres y su ascensión vertical en medio de las dos
En todo momento las vistas de La Rioja se sitúan a nuestras espaldas. Llegados arriba, bajamos, mejor dicho, llaneamos, para llegar a otro plato fuerte como es el transitar por la Senda de los Tejos. Es un tramo de algo más de un kilómetro, pero si todo lo anterior nos había gustado, este kilómetro nos va a dejar con la boca abierta. Árboles pequeños, rocas verdes cubiertas de musgo situado entre ellas, hojas... y todo ello recorrido por un mínimo sendero que apenas se ve, pero que seguimos por intuición, abriéndonos paso entre todas estas maravillas de entorno.

El chozo de los Pastores
Salimos de la magia de los Tejos por otra nueva senda –prácticamente no tocamos pista en 20 kilómetros– y accedemos al área recreativa de San Juan del Monte, donde se sitúa una de las pocas fuentes que tenemos en todo el recorrido. De aquí hasta el coche, un kilómetro de otra nueva senda en bajada nos lleva al final de esta espectacular salida.

El area recreativa de San Juan del Monte
Como se puede ver, una excursión cercana en la que descubrir cruces majestuosas, bosques y sendas con magia, y sobre todo, lugares donde poder disfrutar de unas vistas impresionantes. Esto y mucho más –porque nos hemos dejado varias zonas espectaculares por recorrer– es lo que nos ofrece los Obarenes en su vertiente más oriental.
PLANES ALTERNATIVOS
Aquí presentamos un par de opciones extras con las que completar nuestra jornada de montaña:
· Visita a Sajazarra: se trata de un bonito pueblo de la Rioja Alta, en la comarca de Haro, en torno a la confluencia de los ríos Aguanal y Ea. Envuelto en un paisaje de extensos viñedos y otros cultivos se entremezclan edificios de un alto valor arquitectónico y cultural, que sorprenderán con sus secretos. Su larga historia ligada al vino será conocida a lo largo del mundo gracias a la reciente acreditación del municipio como uno de los Pueblos más Bonitos de España. No perderse su puerta del Arco, la iglesia, el arte contemporáneo por sus calles y el castillo.
· Descubrir el Castillo de Portilla: es uno de los patrimonios históricos más importantes de Araba. Esta edificación defensiva es el mayor representante del Conjunto Monumental de Portilla. Un complejo, que, hoy en día rehabilitado con paneles informativos y mejoras de accesibilidad y antaño represento uno de los enclaves más importantes de Euskadi. Sin duda alguna, nos encontramos ante uno de los espacios con mayor riqueza histórica y paisajística de Araba. Y es que, con tan solo apreciar las vistas que se obtienen desde el castillo y la historia que se esconde tras sus muros es imprescindible su visita. Además, forma parte del escudo de Álava.
Para reponer fuerzas tenemos dos opciones, disfrutar de los merenderos situados en San Juan del Monte o acercarnos a la cercana (5 minutos) Miranda de Ebro donde disfrutar de gran variedad de opciones, tanto para comer bien como para beber.