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Polideportivo

Exprimidos hasta la última gota

Balance
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Dentro del notable rendimiento ofrecido por el Baskonia en varios tramos de la campaña recién finalizada, ha habido muchas más luces que sombras. Pese a la evidente decepción que ha supuesto quedarse fuera del Top 8 de la Euroliga y de las semifinales de la ACB, no cabe duda de que el escuálido grupo comandado por Dusko Ivanovic compitió en muchos momentos por encima de sus posibilidades y dio prácticamente todo lo que tenía dentro.

Privado del fondo de armario de otros transatlánticos y lastrado por la falta de un escolta anotador tras la fallida apuesta por Khadeen Carrington, que no convenció en los primeros entrenamientos y dejó el Baskonia en plena pretemporada sin que ningún sustituto acudiera al rescate por culpa de las limitaciones económicas, el técnico montenegrino delegó su confianza en un reducido grupo de jugadores. Entre el agotamiento físico y mental de una temporada con 76 partidos oficiales y el brote de covid-19, la mayoría acabó con la aguja de la gasolina en la reserva.

Por encima de todos, han destacado con luz propia Pierria Henry y Achille Polonara. El base americano, con sus desconexiones y ese punto de locura tan característico en ciertos momentos, ha engrosado ya por méritos propios la lista de los mejores bases de la historia del Baskonia. Un guerrero incansable con todas las virtudes para liderar el timón azulgrana: visión de juego, personalidad, despliegue físico, carácter y carisma.

Impagable también ha sido la contribución de Polonara, otro increíble descubrimiento de Alfredo Salazar que dejará un vacío muy difícil de rellenar en Vitoria. El temor a que la sombra de Toko Shengelia pudiese ser alargada tras su marcha a Moscú se desvaneció a las primeras de cambio gracias al sobresaliente rendimiento del cuatro italiano, un gladiador no exento de calidad al que el bautizado carácter Baskonia le sienta como anillo al dedo y que en el Buesa Arena superó todas las expectativas.

Otra de las noticias positivas que ha dejado la temporada es el crecimiento de Tadas Sedekerskis. Tras varias cesiones que parecían infructuosas a la hora de asistir a su versión más punzante, el lituano se ha asentado por fin como un jugador de élite que debería capitanear al Baskonia en los próximos años. Ivanovic ha conseguido modelar a un joven con un físico prodigioso que, eso sí, necesitará exhibir un mayor descaro en ataque si quiere hacerse de oro con el baloncesto.

Entre las luces también cabe ubicar a Rokas Giedraitis, quien pese a su discontinuidad en algunos tramos de la temporada ha refrendado su etiqueta de anotador compulsivo. Un francotirador de primer nivel al que no se le puede dejar ni medio metro. Lo mismo sucede con Alec Peters, otro soldado perteneciente al núcleo duro de Ivanovic que, tras dos discretos años en Moscú y Estambul en cuanto a presencia continuada sobre la cancha, ha vuelto a recuperar la sonrisa merced a su consabida facilidad anotadora.

Tonye Jekiri y Zoran Dragic, dos jugadores made in Dusko por su espíritu guerrillero, también han acabado con buena nota una campaña en la que también ha habido aprobados raspados y algún suspenso. Antes de su millonario traspaso a los Knicks de Nueva York, Luca Vildoza se quedó bastante corto a la hora de asumir el liderazgo del Baskonia.

El argentino, cuyo compromiso fue puesto en tela de juicio por la afición mientras se gestaba su salida a la Gran Manzana debido a una misteriosa lesión en el pie y del que se esperaba mucho más, no acabó siendo ese factor desequilibrante que el club esperaba. Tan solo en momentos muy puntuales ha dejado fogonazos de calidad un base eclipsado siempre por Henry, de ahí que se le abriera la puerta en cuanto trajo una gran oferta.

Las mayores desilusiones fueron, sin duda, Youssoupha Fall e Ilimane Diop. Dos cincos con un protagonismo testimonial y de difícil encaje en la filosofía de Ivanovic, cada vez más cómodo con jugadores móviles y dinámicos en su puesto. Para el canterano, decisivo en la conquista del título en la burbuja de Valencia, ha sido la peor temporada que se le recuerda en el plano individual, mientras que el gigante de 2,21 metros rara vez aprovechó sus oportunidades para erigirse en un bastión en la pintura.

Por último, el protagonismo de los jóvenes no fue tan relevante como las altas esferas azulgranas confiaban. Sander Raieste se vio relegado al ostracismo tras un prometedor arranque de curso, mientras que el irreverente Arturs Kurucs también puso de manifiesto que todavía está muy verde para competir al más alto nivel. De los últimos en subirse al tren para el play off por el título, Quino Colom cumplió en el timón con sus limitaciones mientras que Frantz Massenat pasó con más pena que gloria.

FRANTZ MASSENAT

Un refuerzo de última hora que ha pasado por Vitoria con más pena que gloria. La contribución del ex del Andorra ha sido simbólica al Baskonia. No ha aportado su granito de arena ni en defensa ni especialmente en ataque. En los contados minutos de que ha dispuesto, su puntería desde el 6,75 brilló por su ausencia.

SANDER RAIESTE

También era su primera oportunidad al más alto nivel y el estonio ha pagado la novatada. Ivanovic le fue retirando la confianza con el transcurrir de la temporada hasta acabar fuera de las convocatorias en el 'play off' por el título. Posiblemente le venga bien una cesión para saber cuál es su techo como jugador.

TADAS SEDEKERSKIS

La gran revelación del curso. Tras varias cesiones que parecían infructuosas, Ivanovic ha hecho de él un todoterreno capaz de amoldarse a varios puestos y elevar el tono físico del Baskonia. Su inclusión en la lista de Lituania para el Preolímpico es un premio merecido. La única pega, su timidez en ataque.

ROKAS GIEDRAITIS

Pese a sus tramos de discontinuidad, el lituano ha sido el principal foco de peligro del Baskonia en la cuerda exterior confirmando su etiqueta de anotador compulsivo. En algunos partidos, eso sí, se ha echado de menos algo más de acierto desde el 6,75. Otro de los nominados para dejar su taquita en el Buesa este verano.

ALEC PETERS

Ha vuelto a sentirse un jugador importante y recobrar la confianza tras dos oscuras campañas en Moscú y Estambul donde apenas dispuso de protagonismo. El clásico 'cuatro' abierto con una capacidad innata para abrir el campo y perforar el aro rival desde la larga distancia. Atrás no ofrece las mismas garantías.

achille polonara

Tras una primera temporada donde dejó muestras de lo que era capaz, definitivamente ha explotado en la segunda hasta erigirse en uno de los jugadores más cotizados del momento. Nadie se ha acordado de Shengelia ante el espectacular rendimiento del italiano, a quien el 'carácter Baskonia' le sienta como anillo al dedo.

TONYE JEKIRI

El 'cinco' más estable y consistente a las órdenes de Ivanovic. No es una estrella ni un superdotado a nivel técnico bajo los tableros, pero ha cumplido con creces en su primer ejercicio como azulgrana. Su lesión de rodilla en Miribilla, por la que permaneció seis semanas de baja, hizo mucho daño al equipo.

ILIMANE DIOP

Sin duda, la peor temporada que se le recuerda en el plano individual. Tras ser una pieza clave en la conquista de la cuarta ACB de la historia en Valencia y su posterior renovación, el protagonismo del canterano ha descendido en picado. En las pocas oportunidades de que dispuso, su aportación fue escasa.

youssoupha fall

Otra de las decepciones. Una campaña para olvidar y con un futuro incierto dado que no parece un pívot con capacidad de amoldarse a la filosofía de Ivanovic. Hay que reconocerle su mejoría en el tiro libre, pero por lo demás se mantiene como un gigante estancado. Pese a sus 2,21, no marca diferencias.

PIERRIA HENRY

El corazón y el alma del Baskonia en los últimos tiempos. Pronto pasará a la historia como uno de los mejores bases de la historia del club azulgrana. Con su punto de locura y sus desconexiones, se ha ganado la admiración de todos. Visión de juego, despliegue físico, capacidad anotadora, personalidad...

luca vildoza

Debía ser la temporada en la que diera un paso al frente tras la marcha de Shengelia y demostrara su liderazgo. Pues bien, estuvo lejos de dicho objetivo cargando de razones al club para su traspaso a los Knicks. Calidad a raudales, pero también un base inconstante que ni mucho menos ha alcanzado la excelencia.

QUINO COLOM

Su aterrizaje en la recta final no despertó un gran entusiasmo en la afición teniendo en cuenta que venía de una campaña difícil por la falta de continuidad en Valencia y Belgrado o que había sufrido el covid-19. Cumplió en algunos partidos, aunque sus limitaciones para competir en un grande ya son evidentes.

zoran dragic

Un guerrero 'made in Ivanovic' que ha estado a la altura de lo esperado por el Baskonia. Con sus limitaciones en cuanto a talento, el esloveno ha vuelto a dejarse la piel sobre la cancha. Además, su compromiso estuvo fuera de toda duda ya que compitió durante muchos meses con un dedo de la mano 'tocado'.

ARTURS KURUCS

Lo esperado en una primera campaña de aprendizaje. No ha quedado claro muy claro si es más un base o un escolta, aunque todavía se encuentra bastante verde para competir al más alto nivel. Le sobra descaro pero debe pulir muchos aspectos si quiere ser un jugador más importante en el futuro.

El base estadounidense y el 'cuatro' transalpino tiraron del carro y exhibieron su personalidad en los tramos más comprometidos

El fondo de armario siempre fue escaso ante la ausencia de un escolta o la escasa confianza de Ivanovic en los canteranos, Fall e Ilimane

2021-06-08T05:43:06+02:00
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