Ezkurdia y Rezusta tiran de experiencia en las semifinales del Parejas

Más tensión que en una reunión entre Zelenski, Trump y Vance en el Despacho Oval. Ambiente cargado en el frontón Ogueta de Gasteiz. Joseba Ezkurdia y Beñat Rezusta, supervivientes en el caos de Jon Ander Peña –animador absoluto de la segunda mitad de partido– y un errático Albisu, muy alejado de la versión brillante demostrada hasta el momento. Los de Aspe: pescadores enhebrando anzuelos. A río revuelto...

Joseba y Beñat sumaron este domingo su primer punto de la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas de Primera y están a un paso de la final del 30 de marzo en el frontón Navarra Arena de Iruñea. Los veteranos hicieron justicia a su experiencia. Muchos tiros en el ala, más que una bandada de perdices. Muchas batallas. Diez finales de Primera entre los dos. Siete txapelas, cuatro de ellas del Parejas, dos por barba. Once semifinales. Mucho tiempo en la cancha, casi siempre en contra. Pasan la treintena y la década en el campo profesional. Con sus idas y venidas. Con vaivenes. Con dolores, satisfacciones, entusiasmo y decepción. Toda una vida cocinada en el cráter de la Liga de Empresas, un dechado de loas cuando todo va sobre ruedas, pero también una losa tremenda si pintan bastos sobre el tapete. Los veteranos fueron eso, veteranos. Expusieron ADN. Les bastó para desmontar a una combinación que volvió a montarse en una montaña rusa para acabar estrellándose en el Ogueta. De los 22 tantos que realizaron los colorados, la mitad corrieron a cuenta de Albisu, algunos forzados, pero muchos de ellos en situaciones no demasiado comprometidas. Accidente del ataundarra, cuyo buen Parejas no se ve eclipsado por el choque de este domingo. Tensión en la Casa Blanca. Pánico global.

La montaña rusa azul

Ocurre que Ezkurdia y Rezusta mostraron de nuevo la versión que les funciona. Fue estelar, especialmente, la primera decena, en la que Joseba, cuyo compromiso es innegable –suceda lo que suceda trabaja hasta perder el físico y este domingo superó en 40 los pelotazos de su compañero Rezusta, que dio 126–, expuso una imagen agresiva y dominadora, pero a la vez práctica, moviendo la pelota con criterio con voleones profundos que pusieron a bailar a Peña II en defensa. En ese tramo, en el que los de Aspe llegaron a acumular un 8-1 y un 14-6 que fue, a la postre, clave en la gestión del conato de remontada azul, Beñat asomó con la eléctrica zurda fresca, bien pertrechada tras una semana de descanso una vez alcanzado el objetivo de pasar directamente a las semifinales.

Ezkurdia-Rezusta superan a Peña II-Albisu en la primera jornada de la liguilla de semifinales del Parejas en el frontón Ogueta de Gasteiz. Alex Larretxi

La cita, nerviosa, perdió brillo por el cúmulo de yerros y, aunque fría y desangelada la grada, Peña II trató de prender la lumbre. Se les esfumó a los azules desde el descorche. El tolosarra, de menos a más, activo sobre todo en la segunda mitad, salió a tumba abierta para poner algo de pimienta al partido. Fueron estertores.

La revolución de Peña II

Llegó la reacción de los de Baiko cuando ya navegaban a contrapelo, a ocho tantos de distancia, un océano. Ezkurdia pasó de dominar a tener problemas a la hora de ponerse a la pelota en la bella anarquía de Peña II. El de Arbizu estuvo activo, pero adoleció de violencia en el pelotazo, su principal ariete. Sólido Rezusta, superior a un Albisu que combinó algunos buenos pelotazos con errores, trató de sujetar al experimental tolosarra. El 15-8 fue un error de Peña II, que luego inventó una apertura. La incomodidad atravesó el sotamano de Ezkurdia. Un saque azul apretó el partido. El 15-12 fue un yerro de Rezusta, el único del bergararra en juego. Peña asumió protagonismo con otro primer disparo, escorado claramente a la diestra del zaguero de Aspe, que encajó dos cerca de la línea de contracancha. Se les complicó el asunto.