Fernando Etxeberria Mariezkurrena (Ezkurra, 1942) ha publicado recientemente el libro Ezkurra herri paregabea; villa de ensueño. No es la primera publicación sobre su villa natal, ya que anteriormente también ha recopilado acontecimientos históricos, fotografías, partidas de nacimiento o artículos de prensa. Según se desprende de la conversación, tampoco será su último trabajo.
Etxeberria tiene claro lo que encontrará la persona que lea este libro. "Ante todo mi cariño al pueblo donde nací, donde di mis primeros pasos y tras muchos años fuera volví y tuve la suerte de acceder al ayuntamiento donde hallé o en el archivo municipal. Quien lea el libro verá el origen de Ezkurra y un desarrollo histórico muy interesante", afirma.
Como se ha señalado anteriormente, no es la primera obra que publica sobre Ezkurra y aun siendo una localidad tan pequeña y con tan poca población siempre consigue nueva información y datos. Según señala Etxeberria, "es verdaderamente sorprendente es la cantidad de datos existentes sobre Ezkurra, no solamente en el archivo municipal, sino también en el archivo general de Pamplona, en el diocesano y en el de los mormones. La mayoría de las fotos fueron entregadas por los vecinos y otras muchas realicé para enviarlas a la revista Ttipi-Ttapa como corresponsal de Ezkurra durante muchos años".
Haciendo referencia al título de su última obra, Fernando Etxeberria tiene claro por qué Ezkurra es un pueblo incomparable, una villa de ensueño... "Es evidente que amo a mi pueblo como criatura del mismo -comenta orgulloso- y como tal lo considero igual que un hijo a su madre: paregabea. Durante dos años consulté los distintos archivos y al leerlos detenidamente me di cuenta de que mi pueblo sin duda alguna era incomparable en muchos aspectos".
Dentro de la cantidad de información que ha recopilado, le sorprendió de manera especial "la historia de los jauntxos porque hay una casa a la que la gente denomina Casa Palacio o Hamarrendegia. Desconocía el motivo y al consultar el archivo municipal encontré innumerables datos de la existencia de la familia que vivió allí y sus continuos enfrentamientos con los vecinos a quienes consideraban vasallos o siervos suyos.
También hallé bastantes monumentos prehistóricos, la existencia de más de 70 bordas de ganado que explican un poco la vida de los vecinos durante varios siglos y el origen y desarrollo de la Cofradía del Rosario, siendo socios la mayoría de los vecinos. También me sorprendieron los datos que hallé en el libro de Raquel Idoate sobre la emigración de vecinos de Ezkurra a América entre 1840 y 1874. En 34 años nada menos que 158 vecinos cruzaron el charco. Increíble. Recojo los datos de todos ellos".
Más que conocer Etxeberria cree que todavía le falta conocer mejor datos de las partidas de nacimiento, "pues me faltan muchas de los siglos XVII y XVIII. Además, siguiendo la sugerencia de mi amigo Martín Urrutia, las ordenaré alfabéticamente para mejor consulta. Me gustaría profundizar más en la historia de las ferrerías y minas de Ollín, pero mis conocimientos técnicos sobre esa materia son escasos y necesitaría la ayuda de algún especialista".
Etxeberria agradece sinceramente "la respuesta de los vecinos que han adquirido el libro. Al leerlo podrán sentirse orgullosos de ser miembros de esta preciosa villa de ensueño. Agradecido también a David Mariezkurrena y Xukun de Leitza por su ayuda en la confección del libro y a Ttipi-Ttapa por su elaboración".