José Morales Marín, sacerdote y profesor emérito de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y uno de los pioneros de este centro, ha fallecido este martes en Pamplona a los a los 88 años. Natural de Madrid, se incorporó al Instituto Teológico en 1967. Dos años más tarde (1969) el Instituto fue erigido en Facultad y formó parte del núcleo de jóvenes profesores que lo pusieron en marcha. Asimismo, fue secretario del primer equipo de dirección de la revista Scripta Theologica que comenzó a publicarse ese mismo año y director del departamento de Teología Fundamental y DogmáticEl profesor César Izquierdo recuerda que era un hombre de ingenio agudo y directo, que le permitía llegar pronto al núcleo de los temas y expresar sintéticamente tanto los juicios sobre las cuestiones que abordaba como su propio pensamiento: “No era amigo del razonamiento prolongado y excesivamente analítico, sino que trataba de llegar pronto a la síntesis con gran apertura al pensamiento ajeno. Sabía acoger las intuiciones de otros y completarlas con las suyas”.
Licenciado en Derecho en la Universidad Central de Madrid (1956) y doctorado en la Universidad de Barcelona (1960), se ordenó sacerdote el 13 de agosto de 1961, tras haberse formado en Roma en el Colegio Romano de la Santa Cruz. Posteriormente, se doctoró en Teología en la Universidad Pontificia Lateranense (1962), donde el último curso disfrutó de una beca de la Fundación Juan March.
Entre 1964 y 1967 José Morales vivió en Filipinas, país al que se había trasladado para trabajar en las tareas apostólicas del Opus Dei. Allí fue consiliario. En 1967 regresó a España y comenzó su dedicación a la teología en la Universidad de Navarra. En 1972 hizo un paréntesis en la docencia y se trasladó a Bilbao donde se centró en exclusiva en su labor pastoral durante diez años.
“Una faceta del espíritu sacerdotal de José Morales era su preocupación por las personas necesitadas, no en general, sino de manera concreta con algunas personas con las que se cruzó. Aún le recordamos acompañando a una persona con una enfermedad mental, a quien dedicó mucho tiempo y apoyo, o cuando invertía horas extra en ayudar a un sacerdote con dificultades para aprender español, para que superara las dificultades de la lengua”, cuenta el profesor Izquierdo.
En 1982, Morales volvió a Pamplona para trabajar de nuevo en la Facultad de Teología donde permaneció hasta su jubilación en 2005. Durante estos años fue director del Departamento de Teología Fundamental y Dogmática, y desempeñó una intensa actividad docente e investigadora en diversos campos. Dirigió 16 tesis doctorales, publicó una veintena de libros, además de una gran variedad de artículos científicos.
Hay dos ámbitos en los que el profesor se empleó a fondo. En primer lugar, la figura y el pensamiento de John Henry Newman; y en segundo lugar, la teología de las religiones y todo lo relacionado con el diálogo interreligioso, especialmente con el Islam