2023 está siendo un año negro para los motoristas y en menos de dos meses las carreteras guipuzcoanas han dejado cuatro víctimas mortales. La última de ellas es el conductor herido de gravedad este pasado sábado en la carretera N-634 a la altura de Orio, que falleció el domingo a causa de las heridas causadas por el siniestro. Esta muerte se suma a la ocurrida el pasado día 1 en Irun y a las del 31 y el 17 de marzo en Donostia.
El motorista fallecido la semana pasada era un joven de 30 años y residente en Andoain. El joven fue trasladado al Hospital Donostia el sábado con lesiones de gravedad producidas tras colisionar frontalmente contra otro automóvil. Por causas que todavía se investigan, la motocicleta de la marca KTM que pilotaba el fallecido y un turismo Mercedes C-200 chocaron en la N-634 en torno a las 11.30 horas.
El motorista salió despedido del impacto y tuvo que ser trasladado al Hospital Donostia, donde finalmente el domingo falleció. Los conductores del otro automóvil, por su parte, resultaron ilesos.
Cuatro muertes en dos meses
Con esta muerte, son ya cuatro las sucedidas este año en Gipuzkoa, todas ellas en menos de dos meses. Hace poco más de una semana, el pasado día 1, falleció otro joven, de 20 años, en la entrada al parque ecológico de Plaiaundi, en Irun. El siniestro se dio a última hora del día, a las 23.45 horas, cuando el motorista, que conducía una moto de gran cilindrada, chocó contra un árbol perdiendo la vida.
En marzo, por su parte, se dieron otros dos accidentes mortales. El último día del mes, el 31, Pablo Alcorta, de 20 años, falleció en el Alto de Miracruz, en Donostia, tras colisionar contra otro coche; mientras que el día 17 murió otro hombre, de 51 años, en la GI-20, a la altura de Garbera.