Elena Martín es presidenta de la patronal SEA Hostelería y gerente del hotel Jardines de Uleta, una voz más que autorizada para analizar la situación actual del sector en Vitoria.
¿Cuál es la posición actual del sector hotelero en Vitoria? Me gustaría pedirle una fotografía de su estado actual.
–Ahora mismo estamos inmersos en nuevos proyectos con nuevas camas, lo que quiere decir que el sector se va a reactivar cada vez más en la ciudad. El Ayuntamiento habla de 600 camas más y ahora hay que llenarlas los 365 días del año por lo que habrá que tener confianza en que se organicen más eventos tanto de turismo corporativo como en el ámbito cultural. Esa es la parte positiva, pero la negativa es que no tenemos personal y se está convirtiendo en un problema para los hoteles. A la falta de personal cualificado se suma que la gente no quiere trabajar los fines de semana y los 365 días del año. La digitalización está ayudando mucho a suplir la falta de personal, ya que las reservas entran online al sistema de gestión. Desde la pandemia, además, ya no hay papeles en recepción, el DNI se escanea, se establecen las firmas digitales y la factura se realiza por correo electrónico lo que acorta los tiempos y ayuda a paliar la falta de personal.
¿Con cuántas plazas hoteleras cuenta la ciudad en la actualidad?
–Según los últimos datos del INE del pasado mes de mayo, Álava cuenta con 4.444 camas y 435 empleados. Me parecen pocos trabajadores, pero son los datos que fija el INE.
El Ayuntamiento dice que Vitoria ha sumado más de 600 plazas hoteleras en los últimos tres años, ¿le salen las cuentas?
–Creo que no son tantas. No sé si suman también los futuros apartamentos passivhaus de la plaza del Renacimiento, aunque la cifras pueden dar sumando las camas de habitaciones dobles, triples...
Le parecen muchas, pocas...
–Hay mayor oferta que demanda. Necesitamos que la ciudad empiece a resurgir otra vez con el tema del turismo y que venga gente de fuera. Tener más congresos y más eventos grandes como el Azkena y el triatlón que atraen a mucha gente. Por lo menos uno al mes y, sobre todo en invierno, habría que apostar por los congresos profesionales. El turista congresual viene al congreso y se marcha, pero lo cuenta a sus conocidos, a sus amigos y vuelve porque se sorprenden con la ciudad. Vitoria es una gran desconocida.
Teniendo en cuenta esto que me está explicando, no parece que se necesite ampliar la oferta hotelera.
–No hay ninguna necesidad, pero ya que las tenemos hay que darle la vuelta y organizar más eventos. Falta empuje. Las instituciones ponen empeño en hacer cosas, pero necesitamos un poco más, sobretodo de actividad congresual. El Palacio Europa está necesitado y tiene capacidad de sobra para albergar congresos de tipo medio.
¿Qué políticas o iniciativas plantea usted?
-Apostar por la red de destinos turísticas inteligentes y apoyar al sector en la sostenibilidad y promoción. Personalizar la experiencia turística con nuestra gastronomía y oferta de pintxos. Tenemos la suerte de que Vitoria no es una ciudad masificada y el visitante disfruta de los mismos sitios de los que disfrutamos nosotros. Quiero decir que no hay unos espacios solo para turistas y eso gusta, ya que disfrutan de la calidad de nuestros sitios. También están nuestros bosques y espacios verdes que sorprenden muchísimo.
-Va cumplir en julio tres años al frente de la presidencia de SEA Hostelería, ¿qué balance hace de este periodo, imagino duro, marcado por la pandemia?
-Me ha tocado y no ha sido sencillo la verdad (ríe). El personal de SEA Hostelería lo ha dado todo, al pie del cañón, con reuniones constantes con el Gobierno Vasco. Hemos tenido una colaboración con las instituciones y, aunque siempre hay aspectos por mejorar, creo que se han hecho bien las cosas. Queríamos impulsar al sector, pero es lo que nos ha tocado vivir.