Familia, amigos y organizaciones en defensa de Pablo González, el periodista vasco encarcelado en Polonia desde hace dieciséis meses, pidieron este martes al Parlamento Europeo que presione a Varsovia para que respete los derechos básicos del reportero, como las visitas y llamadas regulares de su familia, y se le libere hasta que haya juicio.
En una rueda de prensa antes de unas jornadas para dar a conocer el caso de González en la Eurocámara, su pareja Oihana Goiriena denunció unas condiciones en prisión "que no se justifican sin haber presentado cargo o acusación concreta" y "sin fecha de juicio a la vista".
"Pedimos que se haga presión a Polonia para que se le respeten unos derechos mínimos: visitas regulares, llamadas regulares con la familia y un proceso judicial justo, lo antes posible y con garantías", señaló Goiriena, que relató que el reportero no ha podido hablar con sus tres hijos por teléfono en los dieciséis meses de encarcelamiento y sólo ha recibido tres visitas familiares.
González, añadió su pareja, está en una celda sin luz natural ni ventilación y sólo se permite salir a pasear una hora al día; en la celda ha estado casi un año aislado y sólo ahora tiene un compañero.
"Ante la inacción del Gobierno español nos vemos obligados a venir aquí. No hay una acusación que diga por qué tenemos a Pablo en el Guantánamo europeo", lamentó Juan Teixeira, cámara y compañero del periodista, que pidió que se le permita salir de prisión en libertad condicional hasta que haya una fecha de juicio.
También los periodistas Teresa Aranguren y Paco Audije subrayaron que el contexto de la guerra rusa en Ucrania "no puede ser excusa para perder derechos fundamentales" y consideraron que a González se le está prolongando el procedimiento jurídico como castigo antes siquiera de fijarse fecha de juicio.
El objetivo de la visita del grupo al Parlamento Europeo es "que se conozca el caso" de González, sobre el que han percibido aún mayor desconocimiento en Europa que en España, para insistir en un mayor "apoyo político" desde diferentes instancias y que el ministerio de Exteriores español vaya "más allá de un apoyo consular básico".
Aunque han solicitado una reunión sobre el caso a la Comisión Europea, no han recibido respuesta; este martes esperan verse con eurodiputados de los grupos socialdemócrata, liberal, Verdes, de La Izquierda y otros no adscritos a ningún grupo político.