No ha pasado ni un mes desde que, en una reunión a las familias de los alumnos del colegio Jesús María de Bilbao, la dirección del centro les anunció que se fusionaban con el colegio Jesuitinas, creando así un centro que se denominará Zabalbide -también de la capital vizcaína- ante la imposibilidad de continuar con las líneas educativas actuales por la falta de niños y niñas. "Se nos habló de fusión pero no nos lo esperábamos, fue de repente", explican y reconocen que fue muy "traumático". Además afirman que no es una fusión sino una verdadera absorción. 

Se confiesan agobiados porque tendrán que tomar la decisión de dónde estudian sus hijos en tan sólo dos semanas y temen que se les aboque a ir a Jesuitinas cuando no es el centro que quieren para la enseñanza de sus hijos. Junto a esto, temen que las familias que tienen más de un hijo no puedan matricular en el mismo centro a los hermanos.

"Todo son dudas, me piden un salto al vacío", critica Carmen, que ha visitado varios colegios pero en ninguno le aseguran que sus dos hijos puedan estar matriculados por la falta de plazas en algunas líneas. Y critican que todo esto se haya hecho sin contar con las familias. Por ello piden ayuda al Gobierno vasco. "Me veo con tres niños en tres colegios diferentes", lamenta Jennifer que considera que el Ejecutivo tiene la opción de abrir línea y dar el concierto al centro que las familias prefieran. 

En Onda Vasca con Txema Gutiérrez han expresado sus dudas y temores ante una realidad, la de fusión o cierre de colegios a la que debemos ir acostumbrándonos teniendo en cuenta que la natalidad en Euskadi va cuesta abajo y sin frenos.