Queda una semana de campaña y todos los argumentos se van recrudeciendo. También en la derecha, que en Navarra libra dos batallas: contra Sánchez, y dentro de sí misma, entre tres siglas –PP, UPN y Vox– que pelean por hacerse con dos escaños tras año y medio de crisis como pocas veces se ha visto. Y las visitas de los primeros espadas y los actos principales solo agrandan esa brecha.
Se ha visto esta tarde, en una visita fugaz del presidente del PP y candidato a la presidencia –en caso de que gane las elecciones, ha dicho–, Alberto Núñez Feijóo, a Pamplona. Aquí ha pedido votar sin “intermediarios, rodeos ni chantajes” para echar a Sánchez, una crítica velada al calculado equilibrio que trata de mantener un partido, UPN, que por un lado no para de meterse con el PP –diciendo que votarles es inútil– y por otro asegura que quieren que Feijóo sea presidente.
Lo ha hecho en un acto breve, pasadas las siete y media de la tarde. El sitio: un txoko bonito de la Media Luna, arbolado y fresco, demasiado fresco, con ese aire de final de verano que si te pilla sin chaqueta te deja tieso. Hasta Feijóo ha bromeado con que en Pamplona “habían encendido el aire acondicionado” y que aquí ha sido el primer sitio donde ha tenido que ponerse algo de abrigo en toda la campaña.
La gente –algo más de un centenar– estaba helada. Pero aguantó porque el votante popular mantiene cierta ilusión por la victoria. La sigla, por primera vez en solitario aquí, aspira a un escaño. Todas las encuestas lo contemplan, como recordó el candidato, el exupn Sergio Sayas. Pero el escaño está con alfileres y se entiende que Feijóo haya venido a apuntalarlo con su presencia.
Con su presencia, y también su mensaje. Porque entre mil proclamas contra el sanchismo, Feijóo ha dejado una serie de mensajes, velados pero inequívocos, hacia un destinatario: UPN. El candidato popular, sin decirlo claramente, ha cargado contra la campaña de los regionalistas, muy crítica con el PP aunque al mismo tiempo digan que quieren a Feijóo de presidente.
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El gallego ha aprovechado la incoherencia para tirar de retranca e ironizar. “Si quieren que sea presidente, ¿por qué no votan al PP? Si quieren echar a Sánchez, ¿por qué no votan al único que puede sacar a Sánchez?”, ha lanzado, cómodo a la hora de señalar contradicciones. “Eso he aprendido en mis cinco visitas a Navarra. Cualquier papeleta que no sea la del PP es una papeleta para que siga Sánchez, sin trampa ni cartón. Y no se les puede engañar a los navarros”, ha considerado. "Se presentan para hacerme presidente, pero me critican más que a Sánchez, piden los votos de los votantes del PP para votar a otro partido y rechazan pactar conmigo como debiéramos haber pactado"
A por el espacio de UPN
Pasó casi desapercibido y ningún informativo lo recogerá entre tanta vorágine electoral. Pero Feijóo ha utilizado su visita para volver a deslizar una idea que ya formuló en la campaña para las autonómicas.
Esa por la que el PP de Navarra aspira a construir, poco a poco, un proyecto sólido que vaya cada vez robando más votos a UPN y llegue a ser hegemónico. La cita del 28-M dejó reforzado a UPN –que aguantó bien– y cortó el entusiasmo del PP –que se quedó lejos de sus perspectivas–.
Pero que Feijóo aprovechara para decir que quiere que “el PP sea el partido mayoritario del centro derecha en Navarra” porque “lo necesita Navarra” es sintomático de que la línea es esa. En el acto también intervino el candidato navarro.
Sayas también amasó esa idea principal del mitin en clave interna –todo aquello que está al margen de las críticas al sanchismo, a EH Bildu, a ERC...– al decir que “no es tiempo de rodeos”. “No es tiempo de atajos ni de caminos indirectos que no sabemos a donde nos van a llevar”, insistió. Y ha compartido un mensaje crudo: “Si agrupamos el voto en torno al PP, el mapa de Navarra será azul. Pero, si no lo hacemos, será rojo”. “Estamos en un momento de excepción; no es momento de matices, es momento del camino directo, de no coger ningún rodeo”.
El encargado de dar paso al presidente fue el dirigente del PP navarro, el parlamentario Javier García. Fue una intervención corta pero en la que sí que quiso dejar claro, como el resto de sus colegas, que el escenario no es el que pinta UPN. “Aquellos que tratan de engañar a la sociedad navarra diciendo que estas elecciones no van de Sánchez o Feijóo, mienten”. Un nuevo mensaje con destinatario claro –UPN– y que anticipa una semana de recrudecimiento de la guerra que la derecha navarra arrastra ya desde hace más de un año.