Feijóo admite errores del PP en el pasado con Catalunya y la sitúa como una prioridad

El independentismo parece avenirse a encontrar fórmulas para recuperar la unidad de acción ante la posible llegada de PP y Vox a La Moncloa, que Pere Aragonès da por hecha. “El adversario es el que tenemos delante y no el que tenemos al lado”, proclamó ayer el president, que ya ha comenzado a reunirse con Junts y la CUP, que le piden que su apuesta no se deba solo a los malos resultados obtenidos por Esquerra el 28-M tras apostarlo todo durante largos meses a la mesa de diálogo y la bilateralidad. En este contexto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, planteó que en caso de llegar a la presidencia en julio “vamos a abrir una nueva etapa política” en la que quiere que “Catalunya y los intereses de los catalanes sean prioritarios”. Fue su manera de enmendar la estrategia del PP con Catalunya en los últimos años, admitiendo que se habían cometido errores y lamentando que el conflicto se asumiera como “un tema que no podíamos abordar, crónico”.

Así se pronunció en la reunión anual del Cercle d’Economia, apelando Feijóo a “dejar de hablar de los problemas de los políticos y a empezar a hablar de los problemas de los ciudadanos”. La tarea es “titánica”, sostuvo, precisando que “los catalanes son los que más impuestos pagan de España, son unos patriotas sin duda”. Sobre la financiación autonómica y el incumplimiento continuado en las inversiones presupuestadas, el líder del PP propuso que el modelo se tiene que revisar “en base al coste efectivo de los servicios” y reconociendo la falta de dinero en Rodalies, lanzando en este terreno un dardo a Pedro Sánchez por la gratuidad en el transporte cuando las infraestructuras necesitan inversión. Ya en un plano más general, Feijóo afirmó que buscará un gobierno unitario y no pactar con Vox tras el 23-J, aspirando a obtener la mayoría absoluta y preguntándose si Sánchez convoca las urnas en julio para que haya menos participación.

En defensa de un país

Pero el soberanismo parece dispuesto a impedir que la doctrina de la derecha española penetre en Catalunya. “No se trata de una papeleta de un día”, dijo Aragonès, convencido ahora en que toca emprender “una alianza de fondo, un trabajo constante”, apelando a crear espacios de diálogo y de trabajo compartido desde el respeto a todas las opciones. En respuesta a la intervención del presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet, el Jefe del Govern compartió que las elecciones “no fueron bien” para el independentismo, ante lo cual llamó a construir un camino compartido con generosidad y respetando las posiciones de los actores políticos del espacio secesionista. Según Aragonès, es Sánchez quien da las elecciones generales por perdidas y un hipotético gobierno PP-Vox, por lo que cree que Catalunya debe defenderse: “No se trata de salvar a un gobierno, se trata de defender a un país”. Quien dio portazo a este frente democrático fue la líder de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, ya que con Junts no irán “ni a la vuelta de la esquina”. El socialista Salvador Illa ve difícil un frente común sin el PSC.