La legislación social de la presente legislatura se encuentra en el desfiladero. Una victoria de la derecha el próximo 23-J supondría la derogación de la Ley de Memoria Histórica y de toda la normativa que sustenta los avances sociales pergeñados por el Ejecutivo de coalición y sus socios parlamentarios. Alberto Núñez Feijóo tiene planeado derogar la Ley de Memoria Democrática y la Ley Trans, al tiempo que revisará o hará “ajustes” en otras normas aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, como la ley de Eutanasia o la de Educación. Además, el líder del PP utilizaría los cien primeros días de su mandato para bajar el IRPF a las rentas de menos de 40.000 euros y aprobar una modificación de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que los jueces elijan a los jueces. “Yo lo que voy a derogar es la mentira. Voy a derogar el engaño, la soberbia, el sectarismo, voy a derogar el sanchismo”, se ha explayado Feijóo en Onda Cero, bajo la justificación de “volver a la dignidad política”. Para ello, se ha refugiado en que desea que Bildu no sea “autor” de normas como la de Memoria Democrática, que “es un disparate histórico”.
El argumentario del presidente del PP se fundamenta en que la Ley Trans “atenta contra los menores, los médicos, los colectivos feministas y el sentido común”. “Es mucho más fácil cambiarse legalmente de sexo que aprobar la selectividad. Es mucho más fácil cambiarse de sexo que sacar el carnet de conducir”, se queja. Tras puntualizar que Sánchez ha “indultado” a personas que no se han “arrepentido tras dar un golpe a la Constitución en Catalunya”, el líder de la oposición se afanará en “reponer el delito de sedición en el Código Penal y tipificar el referéndum ilegal”. Al ser preguntado sobre si bajará impuestos y qué garantía hay de que no le pase como a Mariano Rajoy, que los subió, Feijóo ha evocado que el expresidente se topó “con un pufo” de muchos millones. En este terreno se compromete a rebajar el IRPF a las rentas de menos de 40.000 euros para amortizar el impacto de la inflación. “Y lo haré”, ha zanjado. En el caso de la reforma laboral, indicó que “es la reforma del PP con ciertas modificaciones”, si bien precisó que hay cambios que, a su juicio, “van en contra de los trabajadores y en contra de la competitividad de las empresas”.
Feijóo ha reiterado su compromiso de formar un gabinete con menos ministerios, que cifra en unos 13 o 14, e interpelado sobre si habría Ministerio de Igualdad, ha matizado que cuando él estuvo en el Ejecutivo de José María Aznar hay ministerios actuales que entonces eran “subdirecciones generales”. “El Ministerio de Consumo era una subdirección general en el Ministerio de Sanidad. El Ministerio de Igualdad era un departamento dentro de otro ministerio. El Ministerio de Seguridad Social fuera del Ministerio de Trabajo no lo entiendo. El Ministerio de Universidades, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación en un momento con este gasto público desorbitado que tenemos bien merecen una consolidación”, ha verbalizado el líder del PP, que meterá mano también al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
Críticas desde la izquierda y movimientos sociales
Toda una enmienda a la gobernanza de la izquierda, cuyas críticas no han tardado en arreciar. “No es solo una reacción al Gobierno de coalición: es un nuevo intento de disciplinar al movimiento feminista y LGTBI, que está a la vanguardia del avance de derechos en todo el mundo”, ha advertido la ministra de Igualdad, Irene Montero. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha acusado a Feijóo de tener como proyecto político la derogación de los avances, “un proyecto destructivo”. “¿Qué le puede molestar a un demócrata de la Ley de Memoria? ¿Que se declare ilegal un golpe de Estado y una dictadura? ¿Que las familias puedan recuperar restos de sus seres queridos? ¿Que se homenajee a las víctimas de todos los bandos de aquella guerra?”, ha manifestado. Desde la Federación Estatal LGTBI+ denuncian que “un candidato que apuesta por retroceder, que cree en una sociedad peor y considera a las personas trans como enfermas, no está capacitado”.