Si el PP dijo del PSOE que estaba instalado en la “hipérbole” ante sus quejas por las protestas en Ferraz, la valoración que los dirigentes populares han hecho del acuerdo entre los socialistas y Junts raya el delirio. Para empezar, por boca de su jefe de filas, Alberto Núñez Feijóo, que no ha tenido otra ocurrencia que comparar la ley de amnistía con “el golpe del 23-F y el terrorismo de ETA”. E incluso casi le parece más grave porque en esta ocasión “el desafío a los valores de la Constitución está protagonizado por un candidato a la presidencia”. “El golpismo de antes tuvo enfrente a todos los presidentes de Gobierno de España. Y en esta ocasión, quien aspira a dirigir la nación, tras ser derrotado en las urnas, se confabula con los que quieren mutilar nuestra nación”, ha lamentado el líder de Génova, apelando a una “reacción” en las calles, “sin distinción de ideología”, ante este “proceso de capitulación” en el que “España ha perdido”. “Serena y sin ira”, ha matizado en una declaración sin preguntas.
A su juicio, este pacto es “un hito más en la erosión planificada de la democracia en España” e irá seguido de otras medidas que, a su juicio, “ya son posibles, como el referéndum de autodeterminación” y “en el momento que marquen los independentistas”. Feijóo ha indicado que esta “deriva no va a llevar al PSOE a buen puerto” porque esa formación “ha renegado a su historia y a sus principios y ha renunciado a defender lo que representa”. Por eso, se ha mostrado seguro de que “lo pagarán, más pronto que tarde”. Ya con anterioridad, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, había asegurado que “nos han colado una dictadura por la puerta de atrás y estamos al comienzo de ella”. “Han estado con el señuelo de que viene Franco o la ultraderecha, el blanco y negro, el nos van a meter a todos en casa, las mujeres en la cocina... y nos han colado una dictadura”, ha soltado sin ruborizarse. Muy en la línea del líder de Vox, Santiago Abascal, que ha completado esta réplica furibunda de la derecha instando a una “resistencia civil pacífica pero firme”. “No es el momento de los partidos” y no les corresponde a ellos convocar las movilizaciones, sino que es tiempo de que “los españoles aparquen sus diferencias partidistas para defender la convivencia y la nación”, ha expresado.
Por su parte, la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, cree que “la serenidad y la convivencia se han impuesto al ruido y al odio”. “El 23-J dijimos que íbamos a tener un Gobierno de coalición progresista. Seguiremos avanzando en la senda del progreso social. Más derechos, más futuro”, ha tuiteado, al tiempo que la portavoz de su formación, Marta Lois, rubricaba que es “una gran noticia” frente a las derechas que han mostrado “su expresión más violenta de carácter fascista y racista”.
Satisfacción en Bildu
Asimismo, EH Bildu ha expresado su satisfacción dado que se el acuerdo facilita una legislatura en la que se podrá “abordar el debate territorial del Estado español”, ya que vendrá “marcada por la agenda política de las naciones sin Estado”.