El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha ofrecido a los socios del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para abrir una nueva etapa tras las acusaciones vertidas contra el Ejecutivo y el PSOE por parte del presunto comisionista de la trama Koldo, Víctor de Aldama.
"Es evidente que no tengo los votos para acabar con el Gobierno, pero si alguno de los socios quiere acabar con todo esto, que sepa que estoy a disposición para abrir una nueva etapa en nuestro país", ha afirmado Feijóo en una comparecencia de prensa, sin preguntas, en el Congreso de los Diputados.
El líder de la oposición, que no ha aceptado preguntas, no ha concretado su ofrecimiento ni si podría traducirse en el registro de una moción de censura.
"Sánchez debe de dimitir y su Gobierno debe de irse con él", ha afirmado Feijóo, que considera que Sánchez y los suyos "no han venido a servir, sino a servirse".
Además, ha conminado tanto al PSOE como a sus aliados a preguntarse "qué ganan protegiendo esta podredumbre" y ha apuntado que "quizás piensen que le compensa el presidente más débil, más chantajeable y más bajo sospecha que ha tenido la democracia española".
Al jefe del Ejecutivo le ha exhortado, una vez más, a marcharse. "Si le queda algo de dignidad, váyase ya". Le ha enseñado la puerta de salida recordando su hemeroteca, cuando ha afirmado que "lo que haría cualquier persona con un mínimo de decencia es dimitir, marcharse y dejar en paz a los españoles", reproduciendo las palabras del líder del PSOE en su moción de censura contra Mariano Rajoy.
Feijóo ha reaccionado así a todo lo declarado por De Aldama ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, desde los supuestos pagos de miles de euros a diversos cargos del Gobierno y el PSOE al rescate de Air Europa, o gestiones sobre el paso por España de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez.
Ante los medios ha hecho un repaso de los titulares de prensa, para llegar a la conclusión de que en la Audiencia Nacional se ha confirmado que "el Gobierno apesta a mentiras y a corrupción". También lo dicen, ha apostillado, "las caras de los diputados socialistas y las de los miembros del Gobierno en los últimos días".
A Sánchez y a su gobierno les ha acusado de incurrir en corrupciones económicas, políticas y morales y les ha avisado: "La respuesta no puede ser de ninguna forma ventilar esto con un todo es mentira, así empezó el señor Ábalos y hoy está en el Tribunal Supremo".
Ha apuntado que "será la Justicia la que determine el grado de corrupción del Gobierno y cada uno de sus implicados", al tiempo que ha vuelto a augurar al Ejecutivo una "agonía judicial".
Y ha hecho dos alusiones a las riadas de Valencia, al pedir que Teresa Ribera retire su candidatura a vicepresidenta de la Comisión Europea y al afirmar que en días tan aciagos "duele comprobar que el Gobierno que debía darlo todo para salvar a los ciudadanos que sufren, lo está dando todo para amarrar como puede esta mayoría inoperante y para intentar salvarse a sí mismo".