Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo aprovechan cualquier escenario para medir sus fuerzas y echarse los trastos como si la campaña electoral estuviera ya al caer. Mientras el líder del PSOE clausuraba este fin de semana el congreso de la Internacional Socialista poniendo en valor la estabilidad y la agenda social que su Gobierno logra sacar adelante en el Congreso frente a la ofensiva de la derecha; el presidente del PP presumía ayer en un desayuno informativo de la paz interna que ha conseguido hilvanar en el seno de su formación frente a lo que acontece en otras fuerzas políticas, acreditando su proyecto como alternativa. “Enredado en polémicas diarias autogeneradas, Sánchez se olvida de los problemas de las personas de a pie”, le espetó el dirigente gallego. El jefe del Ejecutivo español, por contra, había aprovechado su intervención final en el cónclave socialista para celebrar el empujón tanto a los Presupuestos Generales del Estado, con la “mayor inversión en políticas sociales de la historia”, como a los nuevos impuestos a las entidades financieras, corporaciones energéticas y grandes fortunas. “Justicia social y justicia fiscal”, esgrimió Sánchez frente a la oposición feroz del PP y de la ultraderecha.
“Frente a su ruido, sus insultos y sus bloqueos, España avanza”, se jactó el líder socialista, quien, en el homenaje a la escritora Almudena Grandes en el Ateneo madrileño, aseguró ayer que él pasará a la historia por haber exhumado a Franco del Valle de los Caídos guiado por el “legado de luz” del republicanismo, una decisión que enmarcó en la resistencia. Y explicó lo que le llevó a tomar esa decisión: “no fue tanto eso, que también, no fue solo, por supuesto, por la deuda pendiente que tenemos con los familiares que aún buscan los restos de sus seres queridos, sino también para reivindicar un pasado luminoso del republicanismo que quedó oscurecido y por desgracia fue segado por el golpe y la dictadura”.
Un día antes Sánchez se deshizo en elogios hacia la labor de su Ejecutivo. “España avanza porque protegemos a la gente. Porque gracias a los fondos europeos, se mantiene el crecimiento económico y la creación de empleo. Y porque a las grandes empresas les pedimos un mayor esfuerzo, mientras se lo aliviamos a la mayoría social de españoles. Y porque damos estabilidad en el momento que más se necesita”, había argumentado en el ideológico discurso ante el plenario de la Internacional Socialista para poner en contraste los valores y principios de la socialdemocracia con “el neoliberalismo y el nacionalismo reaccionario”.
Desde otra tribuna, Feijóo le replicó sacando pecho rodeado de varios presidentes autonómicos del PP: Alfonso Fernández Mañueco, Castilla y León; Fernando López Miras, Murcia; Isabel Díaz Ayuso (Madrid), o responsables municipales como el alcalde de Madrid, José Luis Matínez Almeida. Una unidad que quiso contrastar con la foto de la reunión de la Internacional Socialista, “donde dirigentes autonómicos socialistas han rehuido a su líder, evitan fotos con él”. Una situación que no solo afecta al PSOE, según el presidente del PP: “Hay también partidos con escisiones –en referencia a Vox, a quien no citó–, y otros –en referencia Unidas Podemos– en los que se ponen en marcha proyectos alternativos”. “Tanto se han empeñado en vivir enfrentados que han acabado enfrentando a los ciudadanos”, porque “los enfrentamientos siempre generan enfrentamientos más graves”, acusó Feijóo al Gobierno de coalición, citando la aprobación de las cuentas, “que no solucionan los problemas de todos los ciudadanos, solo los del Gobierno y sus socios”, sin importarle –a su juicio– a Sánchez los problemas que han generado con los acuerdos a los que ha llegado con ERC, a cambio de abolir el delito de sedición, o con Bildu, dejando “a la democracia española desprotegida” para beneficiar “a los que han atacado al Estado”. La situación de la inflación, la carga impositiva, el elevado endeudamiento, son asuntos a los que el presidente del PP da la mayor importancia y a los que dice que piensa dedicarse en su camino hacia el poder.
El coordinador general del PP, Elías Bendodo, fue más allá en la soflama dialéctica al considerar que Sánchez está preparando su salida de Moncloa en la “agencia de colocación” de la Internacional Socialista. A su entender, todo su futuro tendrá que ser fuera del Estado español por “el estropicio que ha cometido en el país”. Y todo esto, a medio año para la cita electoral de mayo.