Buscar
Araba

¡Felicidad a los 104 años!

Pilar Jurio celebra su centenario cumpleaños, rodeada de familiares y amigos en la residencia de Gardelegui
¡Felicidad a los 104 años!
¡Felicidad a los 104 años!

No todos los días se cumplen años y por ello hay que celebrarlo como se merece. Y más si la cumpleañera celebra un siglo y cuatro años de vida. Pilar Jurio Berrade cumple este miércoles 104 años y la residencia Betania Garden de Gardelegui ha querido festejarlo como se merece con una fiesta por todo lo alto, con globos, tartas, regalos, e incluso, música en directo a cargo de un conjunto musical.

Mañana es su cumpleaños, pero al ser día de fiesta, lo festejará con sus familiares fuera de la residencia y por eso hoy ya ha tenido un buen anticipo de mano de sus compañeros de centro y acompañada por Purificación López de Viñaspre, quien cumple 97 años. Entre las dos suman 201 años, más de dos siglos de vida, casi nada al aparato. Normal que la felicidad haya impregnado cada rincón de la residencia.

Nació en 1918

Pilar nació en 1918 en Ujué (Uxue), un pequeño pueblo medieval de la comarca de Tafalla en Navarra, donde vivió su infancia y parte de su juventud, antes de desplazarse con su marido por motivos de trabajo a Sueca, una localidad de Valencia. En los años 50, y también por trabajo, se establecieron en Vitoria, donde su pareja montó un almacén de suministros, Iruñako, en clara referencia a sus orígenes navarros; mientras ella laboraba en casa. Ya no se movieron de Gasteiz donde lleva más de siete décadas viviendo.

Curiosa e inquieta, rememora que ella quería salir del pueblo e ir a la ciudad. "A la salida de Ujué había una cruz. Al llegar, mi hermana decía que le entraba dolor de cabeza. A mi también, pero a la vuelta", ríe. "Siempre he querido salir y ver cosas", añade.

Es “la tercera” de nueve hermanos, de los cuales solo queda ella, y cuenta con una amplia prole familiar; dos hijas y un hijo, ocho nietos y 18 biznietos. Precisamente, uno de sus nietos, Rubén Sánchez, le anuncia que va a ser su cumpleaños el Día del Pilar. “104 años abuela”, a lo que ella responde frunciendo el ceño y con cara de pilla, “Buu, son muchos ¿eh? Son muchos”.

Y la verdad es que sí. Su historia daría para varias novelas al vivir dos guerras mundiales, la Restauración borbónica, la dictadura de Primo Rivera, la Segunda República, la Guerra Civil española, la dictadura franquista, la Transición, la democracia, las crisis económicas y hasta la pandemia de coronavirus. Una enciclopedia completa de los siglos XX y XXI.

Alegría de vivir

Pilar es una mujer feliz, altiva y muy sociable. Utiliza silla de ruedas, pero mantiene su movilidad y no necesita de ayuda externa para comer. Preguntada por el secreto de su longevidad, su nieto lo tiene claro. “La alegría de vivir que tiene. Dentro de lo que puede disfrutar por su edad, lo sigue haciendo”. “Es como un crío de 1 año”, compara. “Sabe algunas palabras, reconoce las caras y disfruta y se ríe como un niño”. “Eso y, como buena navarra, el amor propio, tesón y carácter que tiene para afrontar las cosas”, añade Rubén.

Pilar, posiblemente sea la residente más mayor en ingresar en una residencia, ya que entró las pasadas Navidades con 103 años. “Teníamos miedo de que pudiera perder la cabeza al venir aquí, pero no ha sido así. En su caso, se ha activado mucho más. Igual al estar con más gente y realizar actividades”.

Con la ayuda de su nieto, repasa perfectamente su lugar de origen, ‘Casa Isa’, que toma su apelativo de su abuelo Isaac, así como los nombres de sus padres y hermanos. La tercera de ellos es “una que está aquí sentada”, responde sonriente. Le gusta jugar a las cartas, “a la brisca y a los seiseis”, y le hace trampas a Rubén jugando al calienta manos para que se golpee su mano con la otra.

Presumida, y es que “hay que salir con la brocha y bien puesta de casa”, ha pasado por peluquería y manicura para estar bien guapa para la ocasión. Es más, le apremia a Rubén a que se recorte la barba y se quite los pelos blancos que, sino así, parece "un mendigo".

Canta canciones de los juegos de su infancia y se entretiene ejercitando su mente con trabalenguas y refranes antiguos que sigue su nieto, quien asegura que "lo que más recuerda en su infancia y su pueblo".

“Ahora ya no, pero de joven salíamos los sábados a bailar”, rememora. Los que ha bailado y los que todavía le quedan por bailar gracias a su buen carácter y felicidad. Zorionak Pilar y gracias por tu ejemplo y alegría.

2022-10-12T15:50:02+02:00
En directo
Onda Vasca En Directo