El expresidente socialista Felipe González reivindicó ayer lunes el espíritu de los Pactos de la Moncloa en un acto celebrado junto al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el que recalcó además la importancia de poner en marcha un proyecto “que sume a todos y comprometa a todos para sacar España adelante”. Ambos acudieron a la inauguración de una exposición fotográfica en la sede del PSOE en Ferraz que recuerda el 40 aniversario de la victoria de González en las elecciones generales de 1982 y a la que asistieron también el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero y el ex secretario general del PSOE Joaquín Almunia. Era la primera vez que González coincidía con Sánchez en un acto público desde el 40 Congreso Federal del PSOE, celebrado hace justo un año y donde ambos mostraron una imagen de unidad tras las fuertes discrepancias mantenidas con asuntos como los indultos a los líderes independentistas. Esta vez, González aprovechó para loar el espíritu de los Pactos de la Moncloa, firmados en 1977 entre el entonces presidente, Adolfo Suárez, y el resto de partidos políticos para comprometerse a la estabilización del proceso de la Transición. “Estamos en uno de los momentos más complejos, no solo de los últimos 40 años. Hay que pensar en qué pasaba con los gobiernos de Adolfo Suárez, cuando hicimos los Pactos de la Moncloa tan queridos hoy día, si se pudieran volver a repetir, o cuando hicimos el pacto constitucional”, consideró el expresidente, quien comentó que un gobernante tiene que hacerse cargo del ánimo de la gente, ya sea “malo, regular o peor”, si es que “tiene alguna capacidad para cambiarlo por un proyecto que sume a todos para sacar a España adelante”. Y recordó con gratitud cómo en su primer triunfo electoral, el 28 de octubre de 1982, la sociedad de todo el Estado español “se movilizó mucho más allá de la frontera” de los votos del PSOE.
González, con gesto serio
González, que mostró un semblante serio todo el acto, admitió que Sánchez está gobernando en el momento “más complejo” porque asegura que “aquí lo único previsible para los próximos meses es lo imprevisible y no hay certezas que se puedan afirmar”. Por ello, subrayó la importancia de que los gobiernos ofrezcan “certidumbre” a los ciudadanos en los momentos difíciles, “aunque se tengan dudas”, las cuales deberían ser resueltas “con la almohada”.
Por su parte, Sánchez calificó la victoria de 1982 como “el triunfo de una generación”, y aseguró que busca inspiración en el legado de la “mejor España” para seguir adelante sin miedo a los “retos” y “desafíos”. “Nos reconocemos en estas imágenes, Felipe, José Luis, Joaquín. Nos reconocemos en el legado de la mejor España, buscamos en ella la inspiración para seguir adelante”, valoró el líder del PSOE, quien recordó al exvicepresidente y ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba.
“No nos asustan ni los retos ni los desafíos, no nacimos para decirle a cada cual lo que quiere oír en cada momento, sino para tomar decisiones comprometidas desde el punto de vista social y también intergeneracional, muy duras en ocasiones”, declaró Sánchez, evocando aquel triunfo: “Fue el momento en que España decidió pasar al color de la modernidad desde el blanco y negro de la inestabilidad del proceso democrático que se vivió hasta 1982.