La Euroliga entra esta semana de doble esfuerzo en el segundo tercio de su fase regular. Por ello, sin haber llegado aún a la segunda vuelta, nada es decisivo, pero sí importante, muy importante. Del quinto al décimo, seis equipos se encuentran empatados, con un balance de 6-5. Y no solo eso. El tercero queda a un partido. Y el decimocuarto, también. El batiburrillo es de aúpa, y el Baskonia, enfrascado en la pelea del Top8, afronta en el Buesa Arena dos envites de suma importancia. Hoy, a las 20.30 horas, está de visita el Fenerbahçe, y el viernes, con el mismo horario, el Estrella Roja, después de que juegue esta noche en Valencia.
El revés ante el Mónaco encontró su bálsamo en un fin de semana perfecto, que comenzó, precisamente en La Fonteta, con un claro triunfo sobre el equipo que entrena Álex Mumbrú. Los taronjas, en pleno bache tras ceder también ante Bilbao Basket, quedan a un partido, y los serbios a dos, por lo que no estaría de más vencerle para, así, meter más tierra de por medio.
Antes, y sin Matt Costello, toca recibir al campeón de Europa en 2017, algo venido a menos porque siempre está ahí pero lleva cuatro años seguidos sin Final Four. En todo caso, un auténtico equipazo, comandado técnicamente, por segunda temporada consecutiva, por el excoach del CSKA de Moscú, Dimitris Itoudis.
Con alto voltaje es todos sus puestos, los otomanos destacan por una excelsa dirección de juego, sobresaliendo nombres como el veterano Calathes, Dorsey, Guduric, Mahmutoglu y Wilbekin. Ha ganado sus cinco partidos en el Ulker Sports Arena, sobre Milán, Panathinaikos, Villeurbanne, Olympiacos y el apoteósico 100-99 de la pasada semana sobre el Real Madrid. No hay detalle que se le escape a Dusko Ivanovic, que le preocupa del equipo otomano "todo, es un equipo muy completo, uno de los mejores. El último mes ha tenido muchos lesionados, tiene excelentes tiradores, con soluciones al poste bajo, y juegan muy bien el pick and roll".
Puede que haya coincidido con que la enfermería ha estado ocupada, pero fuera de Estambul es otra historia. Solo ha salido triunfal de Múnich, y antes de derrotar a los merengues, había sumado cuatro viajes encadenados con sendas derrotas en sus dos presencias en Belgrado, Tel-Aviv y Bolonia. También, con idéntica suerte, pasó previamente por Valencia.
Baskonia vuelve a estar en la pugna por llegar al primer objetivo, el del play-off de cuartos de final, y lograrlo pasa por hacerse fuerte en casa con el apoyo del incondicional seguidor azulgrana. Zurbano, con más diez mil fieles, volverá a ser la caldera que acostumbra. Todo hará falta porque el montenegrino avisa de la acumulación de partidos. "Estamos ahora que no tenemos mucho tiempo para preparar y entrenar, y con la lesión de Matt vamos a sufrir, está claro".