Fernando Amorebieta regresa a su casa

fERNANDO Amorebieta (Cantaura, 29 de marzo de 1985) regresa a casa. El exjugador del Athletic da por cerrada su etapa en América, en la que ha permanecido cuatro años, y ha cruzado de nuevo el charco para volver a asentarse en Bilbao. Lo hace ocho años después de su marcha por la puerta de atrás del conjunto rojiblanco, con el que el no quiso renovar en 2013 y en el que disputó 254 partidos oficiales, y después de completar una carrera en la que no llegó a dar el salto esperado para resignarse con ejercer en clubes de una enjundia mucho menor a la de la entidad bilbaina, en la que alcanzó su punto álgido como futbolista. Fulham (2013-15), Middlesbrough (2015-16), Sporting de Gijón (2016-17), Independiente (2017-19 y Cerro Porteño (2019-20) son los equipos que forman parte de su historial tras dejar Lezama en el verano de 2013, aunque podría calzarse de nuevo las botas para, a sus 36 años de edad, hacer realidad el deseo de militar en el equipo de su pueblo, el Iurretako. Por lo menos esa es su intención y la del club del Duranguesado, con el que entrena desde hace varias jornadas y al que quiere ayudar en su nueva andadura en la División de Honor vizcaina, o sea una especie de sexta categoría a nivel estatal.

Amorebieta, internacional con Venezuela, decidió retirarse el pasado noviembre como jugador del Cerro Porteño, aunque su último partido en el equipo paraguayo se remonta a febrero de 2020, para desempeñar en ese mismo club durante unos meses el cargo de secretario técnico. Nacido en Cantaura, pero criado en Iurreta, el central vuelve de América marcado, además de por una serie de lesiones, por sus enfrentamientos con la cúpula del Independiente, al que le reclama unos impagos avalado por una sentencia judicial favorable, y decidido a pasar página. Reside ya en el centro de la capital vizcaina, junto a su mujer Ainara y sus dos hijas de 9 y 4 años ya matriculadas en su nuevo colegio, ha retomado el contacto con antiguos compañeros de vestuario en el Athletic, en especial con Iker Muniain, y se ha puesto a prueba en un par de entrenamientos con el Iurretako en Larrakozelai, si bien aún tiene que decidir si se encuentra en las debidas condiciones para competir con el equipo rojinegro, que el curso pasado finalizó noveno en División de Honor, la máxima competición vizcaina.

El exleón conoce que tiene las puertas abiertas de par en par en el Iurretako, club que gestiona a más de cien chavales. Así lo declara su presidenta, Nagore Ereño, quien también fue jugadora del equipo femenino. "Estaría encantada de hacerle ficha hoy mismo. Es del pueblo y le conocemos desde crío. Yo le veo bien físicamente y si me preguntan por mis sensaciones, creo que jugará con nosotros", añade Ereño, para quien la posible presencia de Amorebieta "supondría un aliciente para los jóvenes, además de aportar músculo competitivo" en un equipo que tiene el objetivo de meterse ente los cinco mejores de su grupo y pujar por el ascenso a Tercera RFEF en la segunda fase.

La liga en División de Honor no echa a andar hasta el último fin de semana de septiembre, por lo que todavía resta tiempo para conocer la decisión que tome el propio Amorebieta. No en vano, el hecho de jugar en el Iurretako solo esta en sus manos. Jon Gurutz Vázquez, que encadena su décimo sexta temporada al frente del equipo rojinegro, lo ratifica: "Ha venido un par de ocasiones a entrenar y el sábado presenció el amistoso ante el Basurto. Tendría que coger rutina de entrenamientos, pero acaba de regresar de y está aterrizando. Yo estaría encantado de que decidiera venir por todo lo que aportaría, pero es pronto para saberlo. Él está fino, se cuida, aunque hay que ver cómo responde y qué sensaciones tiene. Si decide jugar con nosotros, sería una gran noticia. ¿Que quiere entrenar de vez en cuando o colaborar de otra forma?, también encantado". Esta tarde la plantilla del Iurretako vuelve a entrenar a la espera de que pueda reintegrarse Amorebieta, que mañana podría presenciar también el duelo del equipo de su pueblo ante el Zarautz. Él ya ha vuelto a casa.