Ha costado más de lo esperado, pero ya lo ha conseguido. Después de varios meses en la sombra, y un segundo traspaso de por medio, Fernando Pacheco parece haber puesto fin a su travesía por el desierto. El histórico guardameta babazorro debutó el pasado domingo con el Espanyol, que visitó el Martínez Valero para enfrentarse al Elche, y logró mantener su portería a cero, lo cual solo habían conseguido los pericos tres veces esta temporada.
Además, el buen hacer tanto de Pacheco como de sus defensores le sirvió al equipo dirigido por Diego Martínez para sumar tres puntos importantes (0-1) en la lucha por la permanencia, protagonizada, en la actualidad, por todo aquel que se encuentra por debajo de Osasuna, décimo clasificado. En concreto, el portero pacense jugó los 90 minutos y realizó cinco intervenciones, mostrándose muy seguro en todas ellas, como se esperaba.
Su competencia por el puesto, tras el regreso de Benjamin Lecomte a Francia, es Álvaro Fernández. Un guardameta riojano, formado en las categorías inferiores de Osasuna, que en las filas del Huesca destacó como una buena apuesta de futuro. Tanto que, aún en propiedad de club oscense, jugó cedido en el Brentford de la Premier League el curso pasado, aunque sin demasiado éxito, y se encuentra también a préstamo en el RCDE Stadium.
Ahora, sin embargo, es el momento de Pacheco y, si este se muestra al nivel con el que brilló en Mendizorroza, debería ser una pieza fundamental para el Espanyol durante la segunda vuelta. Ganas no le faltan al extremeño, eso seguro, pues, tras siete temporadas siendo indiscutible en el Alavés, su experiencia en las filas del recién ascendido Almería, donde ha permanecido poco más de cuatro meses, ha sido de auténtico terror.
Durante los primeros meses del campeonato, el exalbiazul ha estado a la sombra de Fernando Martínez, capitán y pieza clave en el regreso a la élite de los indálicos, y su única oportunidad, en la que, además, ofreció una buena actuación, llegó en el mes de octubre, cuando formó bajo los palos en la visita del cuadro andaluz al Ciutat de Valencia, feudo elegido por el Villarreal para actuar como local mientras acababan las obras de La Cerámica.
Desde entonces, al igual que en las anteriores diez jornadas, Rubi no volvió a alinearle y eso llevó a que Pacheco empezase a buscar un nuevo destino. Algo que, por cierto, no sentó nada bien a la propiedad almeriense, la cual, representada por su director deportivo, Mohamed El Assy, comentó en una rueda de prensa que ficharían un nuevo portero, Diego Mariño, para que el pacense “no tuviera presión” por ser el segundo.
PRÓXIMA PRUEBA
Afortunadamente para Pacheco, su estancia en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ya es cosa del pasado y con el Espanyol, si nada cambia, tiene todo a su favor para volver a ser el que fue en Vitoria-Gasteiz. Tras su debut frente al Elche, la escuadra perica recibirá este sábado, a las 14.00 horas, al Mallorca en un duelo muy importante para distanciarse aún más del descenso y poder pensar así en cotas más altas.